En diálogo con Mariano Moreno Noticas, Sergio Cuestas, abogado de Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (Fipca), precisó entre otros conceptos, que: “Más allá de que no se haya llegado físicamente al lago, nos sirvió para visibilizar la realidad de lo que sucede, y el grado de impunidad con que esta patota de un inglés, se mueve en la Patagonia argentina, muy cerca de las islas Malvinas”. Cuestas integró la columna de montaña que fue atacada por una patota al servicio del magnate británico Joe Lewis, de la que se adelantó a sus compañeros y regresó sólo del lugar para ampliar la denuncia contra esa guardia privada.
Foto de portada: Julio Urien (Pte. De Fipca, izquierda) y Sergio Cuestas (derecha)
Por Maximiliano Borches
¿Cómo describís la situación ahora, una vez finalizado la dramática situación que tuvieron que pasar tanto Jorge Rachid como el resto de los integrantes de la columna de Montaña?
Jorge terminó ayer a las tres de la mañana su evacuación completa, porque tuvimos que llevarlo al hospital luego de su traslado en helicóptero, donde hubo que estabilizarlo porque tuvo un principio de deshidratación y un mareo residual a consecuencia de la descomposición que sufrió en el lago por el hostigamiento. Después de eso, y con el esfuerzo militante que lo caracteriza, fue a una conferencia de prensa larga y participó en un par de entrevistas y terminamos llegando al Bolsón a las tres de la mañana, donde están concentrados el resto de los compañeros. Hoy se despertó bien, está recuperándose todavía; el resto de los compañeros ayer, una vez que Jorge fue evacuado, los diez compañeros que habían quedado en custodia con él, se fueron al refugio de “Los Laguitos”, son unas tres horas y media, cuatro, de marcha, y ese es un lugar turístico donde estaría fuera de peligro ya que no es una zona donde vayan a hostigarlos. Hoy iniciaron la marcha hacia otros refugios, vamos a ver hasta donde llegan, donde van a hacer noche, y esperamos que mañana pasado el mediodía estén llegando al Bolsón.
“En esta marcha, no vamos a poder llegar hasta lago Escondido, porque las autoridades provinciales se han abroquelado en defensa de los intereses del empresario inglés Joe Lewis”
¿Se mantiene el objetivo de llegar a lago Escondido?
En realidad ahora, en esta marcha, no vamos a poder llegar hasta lago Escondido, porque las autoridades provinciales se han abroquelado en defensa de los intereses del empresario inglés Joe Lewis. En el acceso por el camino de Tacuifi, que es el acceso público por el que cualquier ciudadano puede ingresar, porque te imaginás que este camino de montaña con tres días de marcha y con veinte kilos encima, no es para todo el mundo. En el camino de Tacuifi hay una barrera de cuarenta policías, con escudos, formados –digamos- en defensa de los pobladores que bloquean el camino público y apuntando hacia la ruta para que nadie pueda ingresar, es una barrera policial permanente, no parados ahí para impedir que dos grupos confronten, por ejemplo, o porque haya una diferencia entre ambos, sino claramente en defensa de esos pobladores que bloquean el camino público y ponen una reja, cerrando un acceso público.
-¿El sendero donde fue interceptada la columna de montaña, es público o privado?
Te lo explico brevemente: cuando sale la sentencia que ordena habilitar el camino de acceso al lago Escondido, la estrategia que usaron los abogados de Lewis fue constituir una servidumbre pública, es decir, que se convierte en terreno público para entrar al lago por la cabecera oeste, a este camino de montaña de tan difícil acceso. Entonces ellos plantearon en el expediente que sí había un acceso al lago era ese camino. Nosotros todos los años recorremos ambos caminos, el de montaña y el Tacuifi, en este caso bloquearon ese camino público que ellos mismos constituyeron, y dicen que es el acceso que hay al lago. No solo eso, sino que no lo hicieron sobre su terreno, sino en terrenos provinciales, fueron más allá del terreno privado de Lewis, donde está constituía la servidumbre pública, y avanzaron sobre tierras fiscales del Estado provincial, tomaron todo un lago, el lago Montes, que es el lago que sigue al lago Escondido, y en la cabecera norte del lago Soberanía, es donde ellos pusieron el nuevo límite del enclave británico de Lewis, en la Patagonia argentina.
-Entonces, al tratarse de un terreno fiscal y al no haber pedido la captura de esa patota que interceptó a la columna de montaña, ¿se podría afirmar que la Justicia rionegrina es controlada de alguna manera, por Nicolás Van Ditmar y Joe Lewis?
Por supuesto, es un acto puro de piratería por fuera de la ley, solo que en este caso lamentablemente, cuenta con el consentimiento tácito, por la inacción, del Gobierno de la provincia.
-Localmente recibieron la solidaridad y el apoyo de sindicatos, movimientos sociales y políticos
Sí, así es. La transcendencia ha sido muy grande y la difusión en este caso, después de seis marchas, porque las dos marchas anteriores sucedieron hechos parecidos a estos, no es que esta es la primera vez, solo que esta vez conseguimos dar mayor difusión. Por ejemplo, en la cuarta marcha que hicimos, tiraron a dos cayaquistas al agua, y los tiraron con una lancha; un acto verdaderamente criminal, y los tuvieron en el agua hasta que entraron en estado de hipotermia, luego los sacaron ellos del agua y difundieron el hecho como que había sido un rescate de “dos irresponsables que estaban navegando donde no se podía”…imagínate que de esas situación de hace dos años, a ésta, donde pudimos mostrar los hechos tal cual como fueron, para nosotros es un avance importantísimo, más allá de que no se haya llegado físicamente al lago, pero sí nos sirvió para visibilizar la realidad de lo que sucede, y el grado de impunidad con que esta patota de un inglés, se mueve en la Patagonia argentina, muy cerca de las islas Malvinas.
-¿Se podría afirmar entonces, como decía Jauretche, que “el problema no es el gringo que nos compra, sino el gaucho que nos vende”?
Así es. Lamentablemente es así. El inglés en eso es muy inteligente, hace varios siglos que usa la misma estrategia, y lo que hace es utilizar a los locales para combatir a los locales, él ha formado alrededor de sus tierras una cantidad de pobladores que reciben beneficios y prebendas de él, y por ese interés, esos pobladores ponen la cara y el cuero para defender al inglés.
-El litigio judicial para el acceso al lago Escondido lleva 17 años en la Justicia rionegrina, ¿por qué no avanza?
Por el poder de Lewis, no hay otra explicación. Imaginate que hay un juez que ya dictó una sentencia que está firme, que ordena al Gobierno provincial a habilitar los caminos, no es que la sentencia era para definir si los caminos eran públicos y privados, la sentencia lo que dice es: “Gobierno provincial, usted ha sido negligente, habilite estos caminos”, no lo hicieron durante años, hace cuatro años se inició una ejecución de sentencia. Esa ejecución de sentencia que tampoco cumplió el Gobierno provincial fue apelada, y esa apelación está en el máximo Tribunal provincial sin resolver hace años. Eso es porque no se quiere resolver, igual que pasa con la Corte Suprema cuando se llevan expedientes y duermen el sueño de los justos, es una cuestión netamente política, no jurídica. En realidad el problema jurídico es quien se anima a firmar algo en contra de lo que ya está en el expediente sin comprometer su carrera judicial, entonces lo más fácil es dormirlo, no resolverlo.