Las fuerzas rusas se hicieron con el control de la planta nuclear de Zaporiyia, ubicada en la ciudad de Energodar, la más grande de Europa y ubicada en el sureste de Ucrania. Mientras Rusia denunció que milicias nacionalistas ucranianas provocaron peligrosos incendios en la central nuclear, el gobierno de Ucrania culpaba a las tropas rusas de haberlos provocado. En el día 9 de la invasión, el mundo sintió por un momento el pánico nuclear.
No se detectaron fugas radiactivas en la central nuclear de Zaporiyia, que sufrió un incendio anoche por combates entre tropas ucranianas y rusas, afirmó hoy el primer reporte oficial del regulador nuclear ucraniano, coincidente con estimaciones previas de la agencia de inspección.
«No se han registrado cambios en la situación de la radiación», indicó la agencia de inspección de las plantas atómicas de Ucrania luego del incendio ocurrido anoche en la central nuclear más grande del continente causado por un bombardeo de las tropas rusas, que demoraron en autorizar el acceso de los bomberos.
Europa vivió alrededor de seis horas en vilo a raíz del incendio, finalmente extinguido, que llevó al gobierno ucraniano a advertir que si la central estallaba se produciría un impacto “10 veces más grande que el de Chernobil”, hasta ahora el mayor accidente atómico de la historia, y que sería “el fin” de la vida en el continente.
El incendio fue reportado en las primeras horas del día y solo después de las 6 (la 1 en la Argentina) se informó que había sido extinguido.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó esta mañana la «irresponsabilidad» de Rusia por el incidente.
«Hemos visto informes sobre el ataque contra esa planta nuclear. Esto demuestra la irresponsabilidad» de este conflicto, dijo Stoltenberg antes de una reunión urgente de cancilleres de la OTAN en Bruselas, en la primera reacción de la alianza transatlántica a este ataque, reportó la agencia de noticias AFP.
Las fuerzas rusas ocuparon en las últimas horas el territorio nuclear ucraniano, ubicado a unos 150 kilómetros al norte de la península de Crimea.
«El territorio de la central nuclear de Zaporiyia está ocupado por las fuerzas armadas de la Federación Rusa», afirmó la agencia de inspección de las plantas atómicas de Ucrania, que insistió en que no se detectó ninguna fuga radiactiva.
«No se han registrado cambios en la situación de la radiación», agregó.
Según la misma fuente, «el personal operativo controla los bloques energéticos y garantiza su funcionamiento de acuerdo con las exigencias de los reglamentos técnicos y de seguridad».
Se efectúan inspecciones para conocer con precisión los daños, agregó.
De los seis bloques, el primero fue puesto fuera de servicio, los número 2, 3, 5 y 6 están en proceso de enfriamiento y el 4 se encuentra operativo.
La agencia no dijo cuál era la situación de los bloques antes del ataque.
«La seguridad nuclear está ahora garantizada», afirmó anoche en Facebook Oleksander Starukh, jefe de la administración militar de la región de Zaporiyia. El ataque no dejó víctimas, indicaron los socorristas ucranianos en Facebook.
El canciller de Ucrania, Dmitri Kuleba, reclamó a Rusia un alto el fuego inmediato en la zona y advirtió en Twitter que “si estalla” la central de Zaporiyia, su impactó “será 10 veces más grande que Chernobil”, la central donde en 1986 se produjo el que hasta ahora es considerado el mayor accidente atómico de la historia universal.
El alcalde de Energodar -la localidad de la provincia de Zaporiyia donde está emplazada la central, a 52 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Zaporiyia-, Dmitri Orlov, confirmó poco más tarde en Facebook que “las batallas continúan en el ascenso a la planta nuclear”, que estaba “en llamas”.
Mientras tanto, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acusó a Rusia de recurrir al “terror nuclear” y de querer “repetir” el accidente de Chernobil.
“Ningún otro país, excepto Rusia, disparó jamás contra centrales nucleares, es la primera vez en la historia de la humanidad”, y “si hay una explosión, es el fin de todo, el fin de Europa”, sostuvo en un video divulgado esta madrugada por la Presidencia ucraniana.
Asimismo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden -que conversaba por teléfono con Zelenski cuando se conoció la noticia del incidente en Zaporiyia- exigió a Rusia “que cese sus actividades militares en el área y permita a bomberos y servicios de emergencia acceder al lugar”, según un comunicado de la Casa Blanca.
Pocos días después de que comenzara la invasión a Ucrania, el 24 de febrero, Rusia reportó que había tomado el control de Chernobil y desde hace un par de días pugnaba por hacer lo propio en Zaporiyia.
Horas antes de que se conociera el bombardeo a Zaporiyia, el director del OIEA, el argentino Rafael Grossi, había exhortado a Rusia a “frenar el uso de la fuerza” y advertido sobre un “grave peligro si los reactores resultan impactados”.
El operativo en cifras
Según datos del Ministerio de Defensa de Rusia, un total de 1.812 instalaciones de infraestructura militar ucraniana fueron destruidas desde el inicio de la operación militar en el país.
Entre los objetivos atacados figuran 65 puestos de mando y nodos de comunicación de las Fuerzas Armadas de Ucrania, 56 sistemas de misiles de defensa aérea S-300, Buk-M1 y Osa, así como 59 estaciones de radar.
Paralelamente, Konashénkov informó que han sido destruidos un total de 49 aviones estacionados en tierra, junto con 13 en el aire, así como 635 tanques y otros vehículos blindados de combate , 67 lanzacohetes múltiples, 252 piezas de artillería de campaña y morteros, además de 442 vehículos militares especiales y 54 drones.