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Por Maximiliano Borches. Daniel Ayala tiene 38 años, está casado, tiene dos hijos, vive en Guernica (Partido de Presidente Perón) y desde el año 2004 trabaja en una curtimbre ubicada en Lanús Oeste, hoy denominada “Urciuoli”. Es delegado gremial, y en la actualidad es el secretario de Prensa del Sindicato de Obreros Curtidores de la República Argentina, que conduce el exdiputado nacional Walter Correa. Ayala es 4to DAN de Taekwon-Do ITF, y compitió en varios torneos nacionales e internacionales, entre ellos el último, que se realizó a principios de junio de este año 2022 en la capital de Bulgaria, Sofia, donde se consagró campeón europeo, integrando el plantel nacional de Taekwon-Do argentino.
-¿Cómo empezó tu relación con el Taekwon-Do?
Mi relación con este arte marcial comenzó desde que era muy chico, siempre me inspiraron las películas de Bruce Lee y de diferentes artes marciales, trataba de copiar sus movimientos y me atraía su filosofía. Una tarde pasaba con mi hermano por el Club Monte Grande y escuchamos que adentro estaban practicando, decidimos pasar a mirar y terminamos teniendo nuestra primera clase; quedé encantado con el Taekwon-Do y aún sigo aprendiendo con el mismo instructor: Alberto Arredondo.
–Desde entonces no dejaste e entrenar e incluso creciste como figura deportiva nacional, ¿en qué torneos competiste y como fuiste viviendo cada etapa de ese crecimiento deportivo?
Luego de arrancar con la práctica, a los tres meses participé del Torneo Nacional que se disputaba en el Club Alemán de Villa Ballester, si bien no tenía mucho tiempo de práctica, decidí ir logrando quedar campeón nacional teniendo tres peleas el mismo día como cinturón blanco. Desde ahí nunca falté a un solo torneo, salvo cuando nació mi hijo Alejo en el año 2009 y cancelé un torneo que se disputaba en Colonia, Uruguay. La verdad que crecí mucho en esa faceta deportiva y competitiva y siempre traté de entrenar mucho para alcanzar el mejor nivel posible en los torneos, acomodando mis días de entrenamiento y a su vez metiéndole al trabajo de lunes a viernes.
-En paralelo a tu dedicación deportiva sos un trabajador industrial. Contame un poco como vivís esta relación de obrero y deportista
Así es, en paralelo al deporte soy obrero del sector industrial. Desde el año 2004 comencé a trabajar en una curtiembre de Lanús Oeste, de 7 de la mañana a 16hs, salía de trabajar llegaba a casa tomaba una merienda y salía para el club a entrenar. Fue siempre una gran esfuerzo trabajar, entrenar y estar con la familia, pero la verdad que cuando uno hace lo que le gusta y apasiona nada puede detener ese camino constante. Hoy en día tengo el orgullo de representar a mis compañeros como dirigente sindical y conocer a una gran persona como Walter Correa, que siempre se preocupa y atiende las necesidades de los deportistas de nuestra actividad.
En la actualidad, Daniel Ayala, da clases en el club cultural de Guernica, con tres turnos de chicos y Varios.
A lo largo de su carrera compitió en torneos provinciales, naciones e internacionales
En varias oportunidades fue Logre campeón nacional
-Medalla de Bronce en el mundial de Taekwon-Do en Londres, Inglaterra (2013)
-Sub-campeón panamericano, Argentina 2016
-Campeón sudamericano 2019
-Campeón europeo, Sofía, Bulgaria (2022)
-El último torneo internacional que interviniste, fue el Campeonato Europeo que se llevó a cabo en Sofía, Bulgaria, donde te fue muy bien, ¿qué balance hacés al respecto?
Sí, sí, así es, fui campeón europeo 2022 en Sofía, Bulgaria. Este último torneo fue muy especial ya que integré el plantel nacional de Taekwon-Do argentino. Fui convocado a estar en el equipo después de ganar tres selectivos en nuestro país, y de allí comenzó un proceso muy lindo junto a los mejores atletas del país y un cuerpo técnico de lo mejor. Ahora, mi balance es muy positivo, logré conocer a mucha gente y muchos lugares de los cuales traté de sacar siempre lo mejor para seguir mejorando y aprendiendo, soy un agradecido a Dios, a mi instructor que me condujo por el camino correcto, a mi familia que banca y bancó mis tiempos de estar metido de lleno en esto. Hoy todavía sigo dando las batallas en el tatami y lo voy a seguir haciendo mientras tenga salud, porque para mí «es, fue y será» un honor vestir un dobok para representar mi escuela, mi gremio y mi país.
