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Los “Reichsbürger” son militantes de extrema derecha, radicales, violentos, antisistema y no reconocen la democracia alemana. ¿Quiénes son y qué tan seria es su amenaza?
Foto de portada: Captura del presunto jefe del planeado asalto contra el Estado, el llamado «príncipe Enrique XIII Reuß» este 6 de diciembre de 2022
Con una redada a gran escala, la Policía alemana llevó a cabo una redada sin precedentes contra un grupo militante del entorno de los Reichsbürgerm que –todo indica- planeaba un golpe de Estado en Alemania.
Planificaron un golpe de Estado armado: un grupo de supuestos ciudadanos del Reich y antivacunas se habrían estado preparando durante meses para un «Día X», en el que querían eliminar el orden estatal, según las conclusiones del fiscal federal Peter Frank. Tras una redada a gran escala, se ha detenido a varios sospechosos, entre ellos antiguos soldados y un antiguo miembro del Bundestag.
¿Qué se sabe hasta ahora?
Se dictaron órdenes de detención contra 22 presuntos miembros de una organización terrorista del entorno de los Reichsbürger, así como contra tres simpatizantes, entre ellos una ciudadana rusa.
Desde noviembre de 2021, a más tardar, la asociación habría celebrado reuniones secretas, algunas con ejercicios de tiro, y elaborado planes golpistas. El objetivo era eliminar el orden estatal por la fuerza y sustituirlo por su propia forma de gobierno. Se iban a fundar las llamadas empresas de seguridad nacional.
Según el Ministerio Público Federal, el grupo también contaba con el hecho de que, durante la operación para derrocar al Gobierno, pudieran morir personas.
Timo Reinfrank es director ejecutivo de la Fundación Amadeu Antonio, cuyo objetivo es reforzar la sociedad civil contra el extremismo de derechas. «El gran número de detenciones y registros es aterrador», dice a DW.
Aun así, «un golpe de Estado difícilmente puede tener éxito en Alemania, el orden estatal y la Constitución son lo suficientemente sólidos para ello, pero esta gente cree en ello. Eso también demuestra lo atrapados que están en su engaño». Las detenciones también dejaron claro que atentados como el perpetrado contra el Capitolio de Washington D.C. el 6 de enero de 2021 también serían posibles en Alemania.
La Oficina para la Protección de la Constitución (BfV por sus siglas en alemán), la agencia de inteligencia nacional alemana, calcula que hay unos 21.000 Reichsbürger en Alemania, de los cuales, el 5 por ciento están clasificados como extremistas de extrema derecha.
La mayoría son hombres. Tienen, en promedio, más de 50 años, profesan ideologías populistas de derechas, antisemitas y nazis, y están repartidos por todo el país. Un juez de Sajonia-Anhalt los ha descrito como «teóricos de la conspiración» y «descontentos». Los Reichsbürger se radicalizaron aún más durante la pandemia, cuando ganaron adeptos del movimiento antivacunas llamados en Alemania «Querdenker».
A pesar de su rechazo al sistema, los Reichsbürger inundan los tribunales alemanes con avalanchas de mociones y objeciones presentadas contra órdenes judiciales y requerimientos de pago emitidos por las autoridades locales. Independientemente de su contenido, las autoridades están obligadas a tramitar todas las peticiones formales debidamente presentadas.
Los alcaldes de varias comunidades se quejan porque, además de tener que lidiar con tanto trabajo sin sentido, también son atacados por los Reichsbürger, verbal e incluso físicamente. Los radicales suelen filmar esas agresiones contra las autoridades y luego las cuelgan en Internet.
Alarma por la violencia de extrema derecha
En los últimos años, la creciente escena de los llamados Reichsbürger ha alarmado a las autoridades de seguridad. En un informe de junio de 2022, el servicio de inteligencia nacional calcula que unas 21.000 personas pertenecen a esta escena.
El alto potencial de violencia entre estos extremistas de derecha es especialmente preocupante: «Alrededor de 500 personas siguen teniendo al menos un permiso de armas», advierte la Oficina Federal para la Protección de la Constitución.
Los Reichbürger rechazan la República Federal de Alemania y sus estructuras democráticas; en algunos casos propagan el restablecimiento de un imperio alemán o creen que los aliados de la Segunda Guerra Mundial, que derrotaron a la Alemania nazi en 1945, siguen gobernando en secreto.
El término «Reichsbürger» se utiliza a menudo de forma abreviada. Pero los Reichsbürger no existen, como subraya un estudio de la Fundación Amadeu Antonio de 2018. Según este informe, el «amplio y muy diverso medio de la ideología del Reich» puede dividirse en cuatro subgrupos: soberanistas, autónomos, ciudadanos del Reich y extremistas de derechas. Los límites son a veces fluidos. Los grupos están más o menos dispuestos a utilizar la violencia, pero todos están unidos por la creencia de que Alemania no es un Estado soberano.
En el entorno de la ideología del Reich, alrededor de 1.150 personas, es decir, algo más del 5 por ciento, pertenecían al grupo de extrema derecha en 2021. Pero todos ellos hacen uso de fragmentos ideológicos de extrema derecha. Entre otros, se encuentran los mitos conspirativos antisemitas o la idea de que el territorio alemán debe volver a extenderse hasta las antiguas fronteras del Este.
Actos de violencia de la ultraderecha han aumentado
En los últimos años se han conocido varios delitos graves del entorno de los Reichsbürger. Numerosos seguidores han sido sindicados o juzgados por asesinato o intento de asesinato. Los delitos registrados por la Oficina Federal de Protección de la Constitución han aumentado considerablemente entre 2020 y 2021, incluidos los actos de violencia.
Un hecho especialmente preocupante es que las investigaciones de la Fiscalía Federal se dirigen también contra un soldado del comando de asalto de las Fuerzas Armadas alemanas (KSK por sus siglas en alemán) y varios reservistas.
También una antigua diputada del partido populista de derechas Alternativa para Alemania se encuentra entre los sospechosos, así como un antiguo agente de policía, que era responsable de la seguridad de las comunidades judías de Baja Sajonia, antes de su suspensión.
Fuente: DW
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