Con sufrimiento, estrategia, corazón y decisión de triunfar, la Selección Argentina se consagró campeón del mundo luego de 36 años. En dramático final, ganaba 2-0, tuvo 2 minutos fatales y empató. En el alargue sacó ventaja, otra vez le igualaron y en los penales apareció uno de los grandes héroes de la albiceleste: “Dibu” Martínez.
La Argentina se coronó campeón mundial tras vencer a Francia 4-2 en definición por penales, luego de haber empatado 2-2 en los 90 minutos reglamentarios y 3-3 en tiempo suplementario.
El seleccionado nacional no mereció sufrir tanto. Había que ganarle a todos y se terminó doblegando al que había sido campeón del mundo en Rusia 2018. Después de 36 años la Copa del Mundo vuelve a la Argentina. Por tercera vez tocará suelo argentino, pero esta vez para quedarse por cuatro años.
Era el primer Mundial sin Diego -D10s- A los 35 años, la “leyenda” argentina podría despedirse tranquilo de sus periplos mundialistas (participó en los últimos cinco): anotó el primero, de penal, y el tercero (en la prórroga, y participó en el segundo, de Ángel Di María.
Es verdad que se debió sufrir, como contra Países Bajos, demasiado. Un sufrimiento, quizá impuesto por nuestro destino argentino, pero un tanto injusto teniendo en cuenta lo que fue el desarrollo del partido.
Scaloni demostró ser un excelente estratega y apostó en el once titular por Ángel Di María, un hombre concebido para jugar las finales. “Fideo”, ausente en la semifinal contra Croacia, anotó el gol de la victoria ante Brasil (1-0) en la Copa América 2021 y el segundo contra Italia (3-0) en la Finalissima. Un esquema totalmente ofensivo.
“Es un cuerpo técnico impresionante. Todos los partidos que prepararon se dieron como lo habíamos visto”, fue el elogio del capitán Lionel Messi después de la clasificación a la final.
La definición contra Francia fue un nuevo y gran desafío para el cuerpo técnico nacional, pero completó un primer tiempo perfecto, sin fisuras, pletórico de fútbol, borrando por completo de la cancha a Francia. La inclusión de Di María como extremo izquierdo y el bloque de mediocampistas para anular la creación de Francia, con Antoine Griezmann, como jugador más armador que atacante, fueron otros de los grandes aciertos del técnico argentino.
Hasta los 35 minutos del segundo tiempo lo que planeó Scaloni le salió a la perfección, Argentina salió convencido de cómo jugarle a un rival que, por más bajas que sufrió previo al Mundial, siempre es un rival temible por las proyecciones de sus laterales, por un excelente mediocampo, por el desequilibrio de Mbappé por la izquierda y por un Olivier Giroud cuya pólvora se le terminó humedeciendo por demás respecto de Rusia 2018.
La Argentina lo borró de la cancha, con un juego admirable, toques precisos y rápidos, circulación de la pelota y una actuación colectIva soberbia.
Messi, Julián Álvarez y Alexis Mac Allister encontraron siempre libre en la izquierda a Di María, quien terminó descolocando con frecuencia a Jules Koundé. “Fideo” fue una pieza clave, porque supo ser el receptor de los balones que le llegaban de un mediocampo fino, dúctil, preciso. El rosarino supo explotar y ganar los duelos por su sector.
La “Scaloneta” jugó ante Francia los mejores 45 minutos en toda su participación en el Mundial, tras haber levantado la copa de campeones de América, nada menos que en el estadio del Maracaná, para trsiteza de los brasileros (que rápidamente, también, quedaron fuera de este Mundial). Tuvo un 49% de posesión de la pelota contra 36% de su rival, fue audaz y ofensivo.
Argentina, volvió a jugar como Argentina.