Militantes de agrupaciones afines al entono de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, se movilizaron frente a Tribunales. «Si ella quiere, el pueblo la va a acompañar y va a volver a ejercer cargos”, dijo el gobernador Axel Kicillof, en el discurso de cierre. Con un documento, los organizadores exigieron que sean removidos los magistrados involucrados en el escándalo del Lago Escondido y que termine la persecución político judicial, además de exigir la dimisión de los jueces supremos.
Durante su discurso, Kicillof, hizo un repaso de la historia reciente y de los golpes de Estado que sufrió el país, empezando por el de 1930, y recordó: «No hace falta recuperar la historia del país para saber que el partido militar siempre fue un instrumento de las élites para terminar con los procesos populares», dijo. Luego agregó que «la guerra judicial les ha servido para intentar gobernar a través de fallos. Cuando no tienen los votos tienen los fallos y sentencias. Esto se tiene que terminar. No podemos vivir con una democracia de rodillas«.
El gobernador recordó que la violencia contra la vicepresidenta se vio incrementada desde el pasado 1º de agosto cuando comenzó «la saga televisiva donde jueces y fiscales leyeron» primero la acusación y luego la sentencia contra CFK en la causa Vialidad. Al mismo tiempo –añadió– «empezaron a sucederse hechos de violencia que desembocaron el 1º de septiembre en el atentado». «Creían que con la sentencia no iba a alcanzar y por eso intentaron atentar contra la vida de CFK», resaltó y cuestionó que el Poder Judicial no investigue a los autores intelectuales del intento de magnicidio. «Tenemos paciencia y somos pacíficos, pero no somos tontos. Esto se tiene que acabar», subrayó. Kicillof también se tomó un momento para apuntar contra Mauricio Macri. «No se bajó de su candidatura por un acto de falta de egoísmo. Lo bajó el pueblo en 2019 cuando no lo votó y ahora porque no lo pensaba votar», dijo.
En el escenario, además de Kicillof, estuvieron la diputada Vanesa Siley; el secretario general de la CTA, Hugo Yasky; las Madres de Plaza de Mayo y los referentes que se juntan hace meses en Ensenada: Mario Secco, intendente de esa localidad; los ministros bonaerenses Andrés Larroque, Cristina Álvarez Rodríguez y Walter Correa; la vicegobernadora, Verónica Magario; los sindicalistas Roberto Baradel y Omar Plaini; el ministro de Cultura, Tristán Bauer; otros intendentes como Fernando Espinoza, de la Matanza; Mariel Fernández, de Moreno, y Jorge Ferraresi, de Avellaneda; y, entre otros, el diputado Leopoldo Moreau. Uno de los últimos en llegar fue el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, que se ubicó en primera fila al lado de Kicillof. También tuvieron un lugar protagónico en el escenario las Madres del Dolor y otros familiares de víctimas que piden justicia, como Osvaldo Balossi, sobreviviente de Cromañón; Ignacio Politzer, hijo de las víctimas de la tragedia de Austral; Marta Ramallo, madre de Johana Ramallo, víctima de trata, y Doly Sygampa, madre de Ezequiel Demonty, entre otros.
Hubo ausencias que llamaron la atención como la de Máximo Kirchner, presidente del PJ bonaerense –que había convocado a la marcha en la última reunión del partido–, y las de intendentes como Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora. En sus entornos explicaron que estuvieron en un encuentro en Monte Hermoso con mandatarios de la Sexta Sección.
Decían que esta era una marcha para redoblar los ataques a la justicia. Es al revés: venimos a defender la democracia, la justicia social, al pueblo que se expresa sin prohibiciones y sin proscripciones. No estamos atacando a nadie, estamos defendiendo nuestros derechos. pic.twitter.com/JHSXuIiOXC
— Axel Kicillof (@Kicillofok) April 13, 2023