Un relevamiento realizado por Consumidores Libres en supermercados y negocios minoristas, arrojó que el incremento en el precio de los alimentos del primer semestre fue de 25,8 puntos porcentuales.
La imparable inflación, y la ausencia del Estado que ya no controla las variables que permiten el desquiciado aumento de los alimentos, que en el corto plazo genera más pobreza y exclusión en una Argentina prácticamente devastada en términos sociales y económicos, a causa de la políticas que aplica el gobierno de coalición PRO-UCR-ARI-Pichetto en Cambiemos, le quita la comida de la boca al pueblo argentino.
«Debemos tener en cuenta que con el nuevo aumento de los combustibles habrá una presión para que se traslade a los precios y podríamos seguir con un escenario de alta inflación. Sin dudas que la suba en los surtidores se verá en las góndolas», sostuvo Héctor Polino, titular de Consumidores LIbres. En junio, la compañía Aceitera General Deheza subió 5% los aceites y mayonesas; Rosamonte remarcó 12% las yerbas; Pepsico (snacks 10% y galletitas 16%); y los vinos Peñaflor, 7%.