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Se trata de Julia Lorenzo, quien coincide con los postulados conservadores de Nahuel Sotelo, el secretario de Culto y Civilización, que desembarcó en Cancillería de la mano de la hermana en jefe, Karina Milei. Lorenzo participaba de las marchas LGTBQ+, acompañando a la activista y militante trans Alba Rueda, que fue Representante Especial sobre Orientación Sexual e Identidad de Género de la Cancillería de Alberto Fernández, y ahora representa todo lo contrario.
El peligros guiro ultraconservador, sectario de y de cada vez mayor persecución ideológica interna dentro de Cancillería, continúa sumando graves decisiones que dejan muy mal parada a la Argentina ante el mundo, por ejemplo respecto al voto de este lunes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde la Argentina se convirtió en el único país en votar contra una resolución en favor de los derechos indígenas, contrariamente a lo que hizo Estados Unidos y sin que su primer aliado emitiera voto a favor o en contra.
Otra situación es la de la doble vara para el personal interno. Si por un lado echaron a Diana Mondino por el voto positivo en una resolución contra el embargo a Cuba, en lugar de descabezar al área política, que encabezaba el vicecanciller Eduardo Bustamante, y el nexo con la Rosada en el Ministerio, el gobierno de Milei echó de la Secretaria de Relaciones Económicas Internacionales a Marcelo Cima, y a toda el área económica.
Otra es el caso de los privilegios de la nueva directora de Derechos Humanos, la joven Julia Lorenzo, quien se manifestó libertaria de última hora. En sus redes sociales mantiene una militancia dura, es partidaria de las políticas anti Agenda 2030, se muestra en contra de las políticas de género y tuvo incluso comentarios a favor del dictador Rafael Videla. Lo extraño es que hasta hace poco participaba de las marchas LGTBQ+, donde manifestaron su enojo profundo y preocupación por su cambio de actitud.
Ocurre que esta joven funcionaria, con poca experiencia aún en la carrera debido a su edad, acompañaba hasta recientemente el reclamo de un estado fuerte en la lucha contra la discriminación por género. Por ejemplo, acompañaba en las marchas a la activista y militante trans Alba Rueda, que fue Representante Especial sobre Orientación Sexual e Identidad de Género de la Cancillería de Alberto Fernández.
La nueva directora de Derechos Humanos de la Cancillería, Juliana Lorenzo, pasó de militar la diversidad de género a una identidad religiosa y comentarios pro genocida Videla al ligarse a los libertarios. En la foto, primera de derecha a izquierda, con Alba Rueda, militante trans y ex funcionaria del ex canciller Santiago Cafiero.
Lorenzo reemplazó en la dirección de Derechos Humanos al diplomático de carrera Christian Machuca, llegado a dicho cargo enero de 2024 tras representar encabezar las más duras votaciones contra las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua cuando el número uno de la misión entonces, el embajador Federico Villegas Beltrán se ausentaba. Machuca renunció a su cargo acosado por la abogada en derecho de familia Ursula Basset y por el Secretario de Civilización y Culto, Nahuel Sotelo, al igual que lo hizo después el ahora ex vicecanciller Leopoldo Sahores, también un duro frente a las violaciones a los derechos humanos pero que fueron destratados por los jóvenes “interventores” de la Rosada.
Entonces Sotelo le pidió a Lorenzo que asuma el cargo, que está bajo su jurisdicción desde entonces.
“Mi ídolo metió preso a Videla. El tuyo lo liberó”, dice un usuario en X a lo que Lorenzo le respondió: “Sí. Ya sabemos. By the way, los tuyos hicieron con Videla bastante más que meterlo preso. Pero te doy una noticia: Sabemos todo y por eso votamos a Milei.”
En otros habla de los votos argentinos pero para agradar a las autoridades. “Hoy voy a mirar el cielo y voy a pedir por todos, por Israel y su lucha, que es la lucha de occidente. Y recordar que el Pacto de Dios es con Israel. Muchísima fuerza. Gracias y Shaná tová”.
Desde 2016 existe una circular interna en la Cancillería que le exige a los funcionarios de carrera que extremen las precauciones a la hora de expresarse en redes sociales para no comprometer a la política exterior. Lorenzo es la excepción.
El día en que el nombre del ex embajador Carlos Magariños -de quien fue secretaria- circuló como uno de los potenciales jefes de la sede en Estados Unidos, le retuiteó los mensajes, trabajando él hoy para el sector privado y siendo ella una f funcionaria pública. Luego, reposteó mensajes de @juandoe, el jefe de Comunicación de la Rosada fotos a favor de Donald Trump, de Javier Milei y de Nayib Bukele, en los que se lee “Sudamérica, Centroamérica y Norteamérica dominados por la derecha. Se terminó la hegemonía de izquierda que casi DESTRUYE el mundo”. Retuitea al dibujante Nik con mensajes como “VIVA THE FREEDOM, CARAJOU!!! “ Y otro de Patricia Bullrich en la que la ministra criticó a la prensa y ella misma escribió. “Mi patito y la libertad avanzaaa queridooos”.
