“Que falta hace Diego hoy”, repiten millones. En un nuevo aniversario de la partida del máximo ídolo popular y deportivo, cultural y social argentino, la semilla del 10 continúa floreciendo en la sociedad argentina: canchas, escuelas, plazas y calles que llevan su nombre avivan la leyenda día tras día. La Justicia dispuso que el juicio por la muerte del astro argentino comience el 11 de marzo de 2025. En total son ocho los profesionales de la salud acusados por el delito de “homicidio con dolo eventual”.
El 25 de noviembre de 2020 falleció Diego Armando Maradona a los 60 años. Aquel día se produjo un quiebre en la sociedad. En plena pandemia por el Covid-19, la gente salió del encierro, se arriesgó y le hizo frente al virus que tenía como rehén al mundo y fue a despedir al gran ídolo argentino. Lo hizo en la Casa Rosada, en la cancha de Argentinos y en cada espacio que permitiera la unión de los argentinos, que lloraron la partida de su D10S.
La pérdida física le dio lugar a un paradigma: Diego Eterno. Una búsqueda popular para mantener viva su memoria a través de innumerables situaciones. Desde murales en estadios y diferentes puntos del país, pasando por banderas, remeras, tatuajes, museos, hasta la denominación Diego Maradona a canchas, caminos, plazas, escuelas. Así, continúa presente y perduran en la memoria colectiva sus verborrágicas y lúcidas declaraciones, que representan la voz de un pueblo que no olvida a quien no lo traiciona.
El estadio de Argentinos Juniors, las decenas de murales, los grafitis, un bar temático y hasta una camioneta Rastrojero en la terraza de un local, que recuerda los viajes de Los Cebollitas, el legendario equipo que formó Francis Cornejo y tenía al Pelusa como la gran figura. A cada paso, La Paternal respira al ritmo del ídolo del barrio. Su imagen se mantiene viva, latente en las paredes y en los corazones de los hinchas.
«Todos se emocionan porque acá estaba Diego. Acá estaba la pizzería del barrio, que se llamaba La Cuneta. Para nosotros fue muy lindo hacer un homenaje a él, ya que se sentaba aquí, en una de las mesas, a firmar autógrafos. Venía con su familia. Todo el tiempo lo siento presente, entro y digo ‘hola Diego o gracias Diego por todo’«, describe Liliana, una de las dueñas de La cafetería de D10s, ubicada en Álvarez Jonte al 2200, a metros de la cancha.
Es un lunes de noviembre. En pocas horas, Argentinos Juniors recibirá a Banfield por la Liga Profesional. Las calles empiezan a invadirse de simpatizantes de todas las edades, que lucen camisetas de diferentes épocas. Entre la diversidad, sobresalen las que utilizó Maradona durante sus cinco temporadas en el club, que lo convirtieron en el máximo goleador de la historia con 116 goles.
“Salgo a la calle y veo a Diego en esta esquina, en la otra y en todos lados. Lamentablemente, muchos aprendieron a valorarlo cuando ya no está. Yo no lo vi jugar, pero desde el día 1 entendí lo que significaba. Es lo más grande que hay, no solo para Argentinos Juniors sino para el fútbol mundial. Para mí hace falta un Diego, alguien que salte y hable con el corazón en la mano”, indica Lucas, mientras se dirige a la intersección de Boyacá y San Blas, a metros del ingreso de la popular.
“¡Diego no se murió! ¡Se muere a quien no se recuerda! Él está siempre presente, más en el hincha de Argentinos Juniors”, asegura Claudia, una señora que disfrutó desde la tribuna al genio, como aquella tarde icónica de 1980, cuando le hizo cuatro goles a Boca y fue ovacionado por ambas hinchadas. Esas y otras jugadas espléndidas perduran en la memoria popular. Por eso, esta abuela le trasladó a su nieta Sofía lo que significa Maradona en el club: “Diego es familia. Nací en este barrio y me enseñaron a respetarlo y amarlo. Desde chica me mostraron videos de él con la camiseta del Bicho y me emocionan”.
La última aparición pública de Maradona, el 30 de octubre de 2020, el día de su cumpleaños 60, en el estadio de Gimnasia y Esgrima La Plata. En la imagen se lo ve acompañado por Marcelo Tinelli (Foto EFE/Demian Alday Estévez)
La idolatría por Diego no tiene límite de edad, tampoco –para muchos- se circunscribe al campo de juego. “Para mí es el más grande. ¡Un tipo que no tenía pelos en la lengua! Era muy inteligente y decía lo que quería decir cuando quería. No tenía problema. Otros se callan la boca. ¡Hoy nos falta un Maradona! ¿Dónde hay un rebelde que se plante y diga las cosas? Somos una sociedad gallina los argentinos. Nos viven cagando y agachamos la cabeza. Diego la levantaba y después iba al frente”, remarcó Alberto, un simpatizante que disfrutó al 10 desde las Inferiores de AAAJ.
El mensaje se repite, Maradona se convirtió en ídolo no solo por su juego, sino también por su personalidad, el coraje y su identificación con los más vulnerables. “Se lo extraña en sus comentarios, en su empatía con el país, en su rebeldía. No hay referentes como él. Hoy estaría al lado de las Abuelas, de los jubilados, de las escuelas, de los maestros y de los hospitales. Él era pueblo”, destaca Claudia.
El barrio porteño también es un paso obligado para todo aquel turista que ama al fútbol. En la esquina de Gavilán y Juan Agustín García se encuentra un grupo de extranjeros que espera ingresar a la cancha: hay italianos, españoles, mexicanos, británicos y colombianos. Uno de ellos es Borja Urrea, un vasco que vive en Madrid y llegó hasta este punto de la Ciudad de Buenos Aires para conocer «la cuna del Pelusa, el lugar donde nació el mejor jugador de la historia».
«Nunca lo vi jugar en directo. Es el único jugador que vi en videos. Es el más grande, sin dudas, por el fútbol y por el carisma. A nivel político, cultural y social pocos jugadores trascendieron como él. ¡En España está muy presente!«, agrega este joven de 28 años, oriundo de Vitoria. Lo mismo le ocurre al azteca Salazar Rivera Mata, quien vinculó al 10 con la Copa del Mundo ganada en el 86: «Todos sabemos la historia de México y la mano de Dios. Históricamente, siempre se cuenta sobre él, está dentro de nuestra cultura. Es bonito verlo en las calles y practicar con la gente sobre él. Está más vivo que nunca«.
El Diego con Doña Tota y Chitoro
La Diego Armando: una escuela con la 10 en la espalda
Calles de tierra, perros ladrando, los niños que vienen y van. El tiempo no pasa en la intersección de la Ruta 1001 y Calderón de la Barca (actual Intendente Russo). El barrio Rodolfo Walsh, en la localidad de González Catán, observa como Diego Armando Maradona se agiganta en el patio, en un recreo, en cada aula de la Escuela de Educación Secundaria n°81.
Una de las primeras escuelas del país que lleva el nombre del ícono deportivo, cultural y social más importante del país se erige en el conurbano más profundo de la Argentina. Es la Diego Armando, sin dudas. Lejos de todo, cerca de todos, ahí donde el peligro acecha y la comunidad se une. ¿Les suena? El establecimiento transpira Diego en cada actividad.
En una elección histórica, el 4 de octubre de 2023 se definió por el nombre del oriundo de Villa Fiorito. Su directora Amelia Espíndola, nos contó con alegría maradoniana: «Es un proyecto institucional. Arrancamos en el 2023, con la elección del nombre. Había varias propuestas, una de ellas era la de Diego Armando Maradona. Votaron 1100 personas que conforman toda la comunidad educativa, Maradona ganó con 411, arrasó”.
«Donde voy, veo a Maradona, está súper presente. El sábado fui a una fiesta, estaba Dalma y Giannina y había murales de él por todos lados. Está presente en el pueblo argentino, porque Maradona es el pueblo», confiesa Amelia, quien porta un maradonismo en sangre que fue de menor a mayor, como religión. La muerte del 10, lejos de apagar ese fuego, lo avivó en la educación pública. “La escuela tiene orientación en Educación Física y creo que los alumnos se ven reflejados en Diego. Es una semejanza de la realidad que viven ellos, que quieren surgir en el fútbol. Maradona es una figura fuerte. Muchos quienes se recibieron hablan con orgullo de la Diego Armando…», cerró Espíndola, con el pecho lleno de orgullo y la 10 en la espalda.
Por otra parte, Carla Chavarría, profesora de Artes Plásticas de la Diego Armando, y responsable de un mural de la leyenda argentina con más de 1.600 tapitas en la entrada del establecimiento, profundizó eso de que «nadie muere si no se olvida». «La vida de Diego es inspiradora. Mirarnos, luchar por un sueño, ayudarnos para lograr algo, con sacrificio se puede lograr lo que queramos», expresó en el patio de la escuela.
Con muchas ganas de «evangelizar» a los chicos a través del arte del 10 y sus miles de imágenes, Chavarría tampoco oculta su admiración por Maradona. «Diego siempre va a estar presente en el pueblo argentino. Para mí significa el pueblo argentino, la justicia, porque él siempre defendió a los que menos tienen, siempre habló por los que no podían hablar. Falta un Maradona, siempre ayudaba al que no podía ayudar», se emocionó.