En paralelo a la salvaje represión contra jubilados y trabajadores, la sesión especial en la Cámara Baja también estuvo marcada por el caos cuando el oficialismo, encabezado por el presidente del cuerpo, Martín Menem, desplegó una estrategia para evitar la votación sobre la derogación de facultades delegadas al presidente Javier Milei y el juicio político por la CriptoEstafa. Mientras tanto, afuera del Congreso, jubilados se manifestaban contra el Gobierno y fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad. Los diputados («libertario» separado y titular del MID) Oscar Zago y (el «libertario») Lisandro Almirón se trenzaron en una pelea a puños y debieron ser separados. A la vez, las diputadas libertarias Celeste Ponce y Lilia Lemoine increparon a sus pares Marcela Pagano y Rocío Bonacci para que dejen sus bancas para así zafar de la oposición, que buscaba debatir la quita de facultades delegadas al Presidente. La experiodista respondió arrojándole un vaso de agua a la maquilladora y cosplayer.
Todo comenzó cuando Germán Martínez, presidente del bloque de Unión por la Patria (UP), exigió al titular de la Cámara Baja, Martín Menem, que llame a votar los emplazamientos: “Estamos con quórum, tenemos 131. Por favor no dilate”. Sin embargo, el oficialismo inició maniobras para dilatar la votación.
Dos minutos después, el diputado Mayoraz (La Libertad Avanza) pidió la palabra, generando una interrupción. En ese momento, en el recinto estallaron los gritos de enfrentamiento entre legisladores oficialistas, y se desató una pelea entre Carlos Zapata y Francisco Almirón, aliados de Milei. Menem, en lugar de llamar a votación, intentó enviar la sesión a un cuarto intermedio, lo que generó la indignación de la oposición. Estrada (UP) le gritó que eso debía votarse.
Para seguir demorando, diputadas libertarias como Lilia Lemoine y María Celeste increparon a Marcela Pagano y Rocío Bonacci, a quienes acusaban de dar quórum. En medio del escándalo, Bonacci arrojó agua en el recinto, sumando otro episodio vergonzoso a la jornada.
Luego, Victoria Tolosa Paz presentó la moción para votar el emplazamiento a las comisiones. Menem finalmente anunció la votación, pero justo en ese instante, diputados libertarios, entre ellos Moreno y Zapata, sacaron a un legislador fuera del recinto, lo que permitió a Menem levantar la sesión por falta de quórum.
Una jugada polémica para evitar la votación
Cuando Menem levantó la sesión, el tablero marcaba 128 diputados presentes, apenas por debajo del número necesario. El presidente de la Cámara había anunciado la votación y, en cuestión de segundos, declaró la falta de quórum, cerrando la sesión.
Mientras dentro del Congreso reinaba el caos, afuera los jubilados eran reprimidos por las fuerzas de seguridad mientras protestaban contra el gobierno de Milei, exigiendo mejoras en sus haberes.