En sus últimas semanas de gestión, el empresario-presidente Mauricio Macri, designó por descarte –tras la renuncia de Nicolás Dujovne– al (ahora) ex ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza, como ministro de Hacienda, en la última versión de su gobierno de emergencia. Bajo el mando político de la gobernadora macrista María Eugenia Vidal, el ahora funcionario nacional dejó una provincia gravemente endeudada, con una estructura productiva quebrada, una economía en caída libre y un desempleo que supera al del nivel nacional.
Para entender la magnitud del desastre económico que atraviesa la provincia de Buenos Aires, como el país en su conjunto, basta con ver los datos bonaerenses del primer trimestre del corriente año, durante el último tramo de la gestión del hoy ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, que muestran una caída del 6,1 por ciento en el nivel de actividad provincial, pese a una cosecha récord que permitió un aumento de la producción agropecuaria del 12 por ciento, pero con un retroceso industrial del 14 por ciento en el último año. Otras señales de esa gestión son una pérdida de 60 mil puestos de trabajo en la producción, la reducción de 16.200 millones de pesos en los recursos destinados a la salud con respecto al año anterior, menos dinero para seguridad (20.400 millones) y el retroceso de la atención educativa (290 establecimientos menos).
La reasignación de recursos tuvo un destino muy claramente marcado: el pago de intereses de la deuda externa creció cerca de un 99 por ciento en el primer trimestre de este año con respecto al año anterior. Durante su gestión, Lacunza no sólo aumentó el volumen de la deuda provincial, sino que además acortó el plazo promedio de vencimientos en casi dos años, creció la participación de la deuda en moneda extranjera sobre el total y se elevó la relación entre deuda y recursos de la provincia (en un 25,4 por ciento) y la proporción de deuda y producto provincial. Es decir, que cayó la capacidad de pago. Y será peor cuando se vuelva a calcular tras la reciente megadevaluación. Hoy, como nuevo integrante del equipo de gobierno de emergencia que en sus horas más dramáticas, intenta mostrar el Primer Mandatario, el ahora Ministro de Hacienda, enfrentará su primera prueba de fuego: lograr que el FMI no se baje del desembolso por 5400 millones de dólares comprometidos para la primera quincena de septiembre, aunque Argentina esté lejos de haber cumplido las metas del programa económico fijadas para esta última etapa.
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Presupuesto 2019: Vidal tiene vía libre para endeudar la provincia por $68.500 millones