Con el objetivo de generar un conflicto social que justifique un escenario represivo, para “justificar” el abandono de gobierno y hacer responsable al Frente de Todos, desde la administración Cambiemos, no cesan de provocar políticamente. En este caso, el autor del despreciable comentario que lleva el título de esta nota, fue el cuestionado secretario de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, quien desde que asumió su cargo (de Ministro, por entonces), despidió a 1.600 trabajadores de esa órbita estatal.
En momentos donde millones de compatriotas atraviesan con real dramatismo, una etapa de extrema dureza en cuanto a la pérdida de dignidad y derechos, a consecuencia de la falta de empleo y la decadencia económica impuesto por el gobierno de coalición PRO-UCR-ARI en Cambiemos, que no cesa de generar -por las políticas que aplican- altos índices inflacionarios y megadevaluaciones que transforman en prohibitivo el acceso a la comida, desde el Gobierno Nacional sólo responden con irresponsables provocaciones, cuyo único objetivo es acelerar un conflicto social, que por estos tiempos, se presenta contenido por la mayoría de los intendentes y gobernadores de todo el país, en articulación con los movimientos sociales y sectores de la Iglesia Católica ligada al compromiso social.
El hambre es una urgencia a resolver de inmediato para millones de argentinos; y por tal motivo intendentes peronistas del conurbano bonaerense, junto a movimientos sociales, la CGT y la cúpula de la Iglesia Católica, reclaman que los gobiernos encabezados por el empresario-presidente, Mauricio Macri, y la gobernadora macrista, María Eugenia Vidal, declaren la emergencia alimentaria.
Según el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda, más de cinco millones de argentinos hoy no pueden acceder a una alimentación básica. El número de personas que comen poco o mal es el doble que en 2016. El Observatorio lo señala como consecuencia del aumento en el precio de los alimentos: sólo en el último año, la leche aumentó un 88,7%; la manteca un 88,3%; las salchichas un 84%; los fideos un 74%; el arroz un 70,9%; y el pollo un 70,3%.
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Intendentes peronistas solicitaron a Vidal que declare la emergencia alimentaria