Miles de vecinos de Quilmes, en particular de los barrios de San Francisco Solano, la Ribera, la Matera, Iapi, San Sebastián, La Paz y Sarita, continúan inundados, y en muchos casos perdieron casi la totalidad de sus pertenencias, a consecuencia de la desidia del intendente macrista, Martiniano Molina, y la gobernadora macrista, María Eugenia Vidal, quienes en casi cuatro años de gestión, sólo se ocuparon de construir un “Metrobus” en la avenida Calchaquí, sin atender las necesidades del pueblo quilmeño. Alerta por las consecuencias en la salud de la población. Mirá el video al final de la nota.
La carencia de un plan de obras hidráulicas para Quilmes, tanto por parte del intendente macrista, Martiniano Molina, como así también de la gobernadora, María Eugenia Vidal, y del empresario-presidente, Mauricio Macri, profundizó la dramática situación que por estos días viven miles de vecinos, la mayoría de los barrios más humildes del distrito, a raíz de las incesantes lluvias y posterior inundación, que no sólo generó varias decenas de evacuados, sino que impuso irrecuperables pérdidas materiales; y peor aún: expone la salud de la población ante la aparición de roedores, alimañas y otros animales portadores de enfermedades que inmediatamente comienzan a aparecer cuando las aguas bajan turbias.
En este dramático escenario, no sólo cobra mayor relevancia la inoperancia de las gestiones macristas, y su constante desprecio a los sectores más humildes. Sino que se tornan inocultables sus políticas cosméticas, cuya única finalidad es alimentar el imaginario a través del marketing político. Ejemplo de ello, es la única obra de dimensiones que se conoce de la gestión Molina: El Metrobús de la avenida Calchaqui.
La desidia, el abandono y el drama atraviesan la cotidianeidad de miles de quilmeños, quienes a pesar del sufrimiento, el próximo domingo 27 de octubre –al igual que el resto de los compatriotas- decidirán en las urnas que gobierno tener.
Así está Quilmes: