A consecuencia del descomunal endeudamiento que legó el gobierno de coalición PRO-UCR-ARI en Cambiemos, la atención del gobierno está puesta en como renegociar soberanamente con el FMI y otros acreedores. Esta semana será clave en este aspecto. El próximo miércoles arribará al país una misión del FMI. Ese mismo día, el ministro de Economía, Martín Guzmán asistirá a las 17hs. al Congreso Nacional, para informar sobre el Programa de Sostenibilidad, cronograma y futuro de la deuda pública de la Argentina.
El proceso de renegociación tendrá esta semana un momento clave. El miércoles llegará al país la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), que evaluará los números económicos del país y los del plan de reestructuración del ministro de Economía, Martín Guzmán, para emitir luego el reporte técnico que observarán tanto el directorio del organismo como los acreedores privados. El mismo día, el funcionario irá al Congreso a presentar los lineamientos generales del análisis de sostenibilidad de la deuda pública, donde no dará detalles de las proyecciones macro oficiales pero buscará transmitir la importancia del orden fiscal y dar certezas de que el esquema actual de pasivos es insostenible.
Hoy mismo, luego del traspié del canje de la semana pasada, Economía tendrá su segundo round en su intento por refinanciar el vencimiento de alrededor de $100.000 millones del bono Dual del próximo jueves. Licitará tres bonos a un año y medio con el objetivo de evitar un shock de emisión que evite tensiones en los dólares paralelos y complique el panorama financiero en plena cuenta regresiva para la reestructuración de la deuda en dólares que tiene como deadline el 31 de marzo.
Luego de la gira presidencial en la que el Gobierno afirma haber abrochado cerca del 70% de los votos del directorio del FMI para reformular el acuerdo stand by -aunque definirá Estados Unidos por su poder de veto-, las negociaciones de esta semana serán claves para que se cumpla el apretado y ambicioso cronograma de negociación.
Justamente esa ventaja, que no existía en el canje de 2005 negociado en medio de un extenso default, pone en duda la posibilidad de avanzar en una reestructuración amistosa. Para algunos analistas, el intento fallido de Axel Kicillof de posponer el pago de capital del BP21 sin una amenaza creíble de que el bono en última instancia no se pagaría es una mala señal en ese sentido.
En ese marco, el Ejecutivo nacional se propone conseguir de parte de los privados un amplio período de gracia para iniciar una recuperación económica que le permita volver a pagar y un importante recorte de intereses más una leve quita de capital, que es impulsada incluso por el FMI con el objetivo de reducir el ratio deuda/PBI, que en el tercer trimestre de 2019 saltó al 91,6%, según datos oficiales.
Por eso y ante la certeza de que no hay posibilidades de acuerdo con el Fondo sin comprometer algún ajuste fiscal, Guzmán pondrá el acento ante los Diputados y Senadores en la necesidad de cuidar las cuentas públicas y pondrá sobre la mesa el impacto de la ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, que mejoró los ingresos vía suba de retenciones y bienes personales y se propuso retacear una parte del gasto vía suspensión de la fórmula de movilidad jubilatoria. También remarcará la necesidad de volver a crecer y de generar un superávit comercial, al tiempo que buscará dar una señal de respaldo político parlamentario ante la comitiva del organismo.
Disonancias
En ese marco, las palabras de Cristina Fernández de Kirchner durante la presentación de su libro Sinceramente en Cuba generaron ruido. La vicepresidenta planteó la necesidad de encarar un «nunca más de la deuda» y llamó a investigar el endeudamiento de la era Cambiemos, algo que está lejos de la estrategia del Ejecutivo. «Hay que determinar para qué se le prestó a Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri», dijo.
También a contramano de la propuesta de Guzmán, Cristina sostuvo que el Fondo «debería establecer una quita sustancial». «Cuando dicen que no se puede hacer una quita al capital del FMI porque su estatuto prohíbe hacer quitas, también dice que no se deben dar préstamos para las cuestiones bancarias y permitir fugar. ¿Por qué vamos a hacer valer una prohibición y la otra no?», argumentó.
En sus encuentros con Julie Kozack, la número dos del Fondo para la región, y Luis Cubeddu, el encargado del caso argentino, los funcionarios locales insistirán en las líneas centrales del plan Guzmán que publicó BAE Negocios: patear tres años los plazos de pago previstos para devolver los USD44.000 millones que desembolsó el organismo sin pasar a un programa de facilidades extendidas, que implica más tiempo y también más condicionalidades, y conseguir que el staff report que publicarán sus técnicos declare que la deuda externa es insostenible, como elemento de presión ante los bonistas que tienen a su favor el hecho de sentarse a renegociar títulos que nunca dejaron de pagarse.
Fuente: BAE