Otra oscura trama PRO. En el marco de la investigación por espionaje ilegal, amenazas y presiones a empresarios y jueces que tiene como principal involucrado al falso abogado y espía macrista, Marcelo D´Alessio, se conocieron una serie de mensajes altamente comprometedores, que compartió a través de whatsapp con la ex ministra de Seguridad, y actual Presidenta del PRO, Particia Bullrich, sobre narcotráfico en Rosario.
El comprometedor intercambio de mensajes a través de la aplicación whatsapp, figuran en una resolución del juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, y en parte, son la causa por la cual le rechazaron el pedido de prisión domiciliaria al falso abogado y espía macrista, Marcel D´Alessio.
-Hola Patricia, espero estés bien! Vengo de Rosario. Tengo una escucha para darte. Y un arrepentido por los disparos a los integrantes de la cámara. Cuando quieras nos vemos. Un beso.
El texto es parte de un mensaje de whatsapp enviado por Marcelo D’Alessio a Patricia Bullrich, en sus tiempos de ministra de seguridad. El falso abogado se había reunido y hablaba con familiares de la organización narco Los Monos, ofrecía información y decía saber sobre los atentados a jueces que intervinieron en causas ligadas a esa banda.
-Ok. Podés reunirte con Bonini? Y le das el material y después nos vemos nosotros–, fue la respuesta desde el celular de Bullrich, quien aludía a un funcionario de su cartera que se ocupaba de casos de crimen organizado y delitos complejos.
-Vos sabés Patricia, que estoy a tu disposición!! Lo que vos digas!!!-, respondió él.
El caso de la ex minstra de Seguridad y actual presidenta del PRO, Patricia Bullrich, a la vez, revela una línea de la causa en pleno análisis sobre el papel de quienes fueron “usuarios” de datos provenientes de espionaje ilegal. En ese capítulo también está pendiente la situación de Elisa Carrió, Paula Oliveto y Mariana Zuvic.
Hay pruebas, sintetiza el fallo, de más de 30 operaciones de inteligencia y 60 personas sobre las que se hicieron operaciones o investigaciones ilegales por parte de la organización investigada. El tipo de operaciones ejecutadas (ablandes, aprietes, puestas en pánico, carpetazos) también son parte de los riesgos procesales. Más allá de la discusión sobre la domiciliaria de D’Alessio, el fallo revela la complejidad de la trama investigada, que está lejos de haber terminado.
El juez federal del Dolores, Alejo Ramos Padilla debía resolver un pedido puntual de D’Alessio, que hace rato buscaba atajos para obtener la prisión domiciliaria. Era, de hecho, lo que buscaba cuando intentó convertirse en arrepentido, pero le fue rechazado por el juez, quien consideró que no había aportado ningún dato nuevo al expediente. Su defensor, Claudio Fogar, insistió en argumentar que se encontraba detenido en condiciones comparables a la “tortura”, sin contacto con otros presos, escasas salidas al patio, ni nada que lo conectara con el mundo exterior. Lo cierto es que desde hace algunos días ya está en un pabellón de Ezeiza con detenidos por delitos comunes que tienen buena conducta, algo que el propio D’Alessio aceptó. Por eso el juez dijo que “no se observan especiales y excepcionales circunstancias” sobre la situación de encierro o el estado de salud de D’Alessio que impliquen la vulneración “de sus derechos esenciales como la vida, salud, integridad física o la dignidad” ni tampoco sufre “afecciones psíquicas o físicas que no pueda ser tratadas por los profesionales del Servicio Penitenciario Federal…”
De todos modos, Ramos Padilla explica en detalle que D’Alessio no obtiene la prisión domiciliaria porque existen riesgos procesales claros avalados por la Cámara Federal de Mar del Plata. Y para eso ofrece algunos ejemplos contundentes, que además revelan que si bien un tramo de la investigación está camino a ser elevada a juicio oral, todavía hay líneas claves en trámite. Hay una lista de al menos quince situaciones de extorsiones y espionaje que involucran a D’alessio, al ex agente Ricardo Bogoliuk, el ex policía Aníbal Degastaldi, al fiscal Juan Bidone, al espía Rolo Barreiro, entre otros, que podrían ir a juicio. Está pendiente la revisión de los procesamientos del fiscal Carlos Stornelli y del periodista Daniel Santoro. Pero el fallo señala que existen medidas de prueba pendientes sobre “la participación de otras personas como miembros, partícipes, cómplices y/o encubridores de algunas de las maniobras ilícitas puntuales cometidas…”
El caso de la ex ministra Bullrich parece elocuente. Junto con el intercambio donde ofrece una escucha ligada a Los Monos hay otro donde D’Alessio le dice que tiene filmaciones aéreas en un barrio privado, Puerto Roldán, en Rosario.
Además de los “contactos” conocidos con funcionarios, miembros del sistema judicial y medios, para explicar los riesgos de que esté en libertad Ramos Padilla revela una conversación de D’Alessio con un hombre agendado como “Sergio” del “Servicio Penitenciario”, que le pide gestionar documentos falsos para dos ciudadanos colombianos que estaban en el país. “Un documento que exista, de un tipo perfecto no nos puede costar más de 50 mil pesos”, le dice al tal Sergio. “Es reimpresión de un documento de verdad (…) con ese documento podés sacar pasaporte, podés pasar lo que quieras”, le dice.
Fuentes: Página 12, Minuto Uno.