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Por Maximiliano Borches. En un atípico 24 de marzo, donde por primera vez desde que se recuperó para siempre la democracia, no habrá movilizaciones a causa de la expansión de la pandemia del coronavirus Covid-19 en nuestro país, se realizarán distintos homenajes a los 30 mil detenidos-desaparecidos de la última dictadura cívico-militar-eclesiástica. La novedad –en comparación con los últimos cuatro años donde primó el negacionismo por parte de macristas, radicales y lilitos- es la recuperación de un Estado presente, solidario y atento a las necesidades de las mayorías populares. Sin inclusión, no hay democracia plena. La Memoria, Verdad y Justicia, hoy vuelven a recuperar protagonismo.
A 44 años del último golpe de Estado cívico-militar-eclesiástico, en el que a sangre y fuego se impuso por primera vez en nuestra historia un modelo neoliberal, y dejó un funesto saldo de 30 mil detenidos-desaparecidos, la mayoría trabajadores e integrantes de comisiones internas de fábricas y otras empresas, los organismos de Derechos Humanos lanzaron la campaña: “Pañuelazo con Memoria“ / “Pañuelazo Blanco”, a través de la cual se invita a la población a colgar un pañuelo blanco (símbolo de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo) en las puertas de sus domicilios, balcones o ventanas, sacarse una foto, y subirlas a las redes sociales.
A diferencia de los últimos cuatro años de historia reciente nacional, donde no sólo la entonces alianza gobernante conformada por macristas, radicales y lillitos, cuestionaron la enlutante cifra de 30 mil detenidos-desaparecidos, ninguneando también a los organismos de Derechos Humanos encabezados por nuestras valerosas Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, verdaderos símbolos mundiales de la lucha por la verdad sin venganzas de ningún tipo, pero con la Justicia como bandera; en este 2020, el homenaje a los 30 mil vuelve a desarrollarse en el marco de un gobierno popular, al que no sólo le toca enfrentar un desguace económico producto de las política aplicadas por Cambiemos, sino que además, enfrenta aplicando políticas de inclusión, la pandemia mundial del coronavirus Covid 19, que a nivel mundial ya arrojó más de 15 muertos y 300 mil infectados (en nuestro país, la cifra es de 301afectados, y 4 los fallecidos).
Las implicancias económicas del último golpe de Estado cívico-militar-eclesiástico
El objetivo principal del último golpe de Estado cívico-militar-eclesiástico, fue la transformación de un modelo económico independiente, industrialista e inclusivo, surgido en el año 1946 cuando Juan Domingo Perón llegó al gobierno, por otro de especulación financiera y dependencia externa, ordenado por el gobierno de los Estados Unidos para toda la región latinoamericana. El macabro “Plan Cóndor”.
En este sentido, es que aparece la figura abominable de quien fuera el ministro de Economía de los verdugos: José Alfredo Martínez de Hoz. Una elección que se debió a su fuerte vínculo con la banca internacional y a su relación muy cercana a David Rockfeller, dueño del Manhattan Chase Bank. Uno de los principales bancos del mundo por esa época y uno de los más activos a la hora de otorgar deuda al Estado argentino. Además, la familia Rockfeller fundó en 1890 la Universidad de Chicago, usina del andamiaje teórico del capitalismo financiero. Su principal referente era Milton Fridman y sus seguidos eran conocidos como los denominados Chicago boy´s. Varios de ellos ocuparon cargos durante el gobierno militar.
A medida que la dictadura se hizo más dependiente del ingreso de dólares para sostener el modelo, la dependencia del Ministro de Economía se acrecentaba. Domingo Felipe Cavallo vino a reemplazar ese lugar, de nexo con la banca internacional, durante los ´90.
Acompañando las medidas económicas se aplicó un método nuevo para disciplinar a la masas, que se diferencia de las anteriores dictaduras. Según la propia visión militar, la proscripción política ya no era efectiva para contener los reclamos sociales. Por eso se decidió aplicar la desaparición sistemática de personas. Este método fue copiado de la ocupación francesa en Argelia, y enseñada por los mismos oficiales franceses, quienes junto a otros oficiales de las Fuerzas Armadas estadounidenses, instruyeron a los genocidas latinoamericanos en la «Escuela de las Américas».
Nunca Más: Los resultados económicos de la noche más larga y oscura de nuestra historia reciente
Tras la noche más larga y espeluznante de la historia reciente nacional, y luego de 8 años de dictadura, las políticas económicas liberales habían generado importantes resultados. Según los datos presentes en el Libro ¨Historia económica, política y social de la Argentina (1888-2003)» de Mario Rapapport, la deuda externa había pasado de unos u$s 7.000 millones a u$s 44.000 millones. Más que quintuplicándose. Pasando del 18% del PBI al 60%. La nacionalización de la deuda privada fue unos de los hitos económicos de esa época. Justamente la persona que firmó el Decreto de nacionalización de la deuda privada fue el Presidente del Banco Central, Domingo Cavallo.
El crecimiento del PBI promedio durante el periodo 1976/1983 fue de 0,6%. Con un crecimiento acumulado de no más de 3%. La inflación promedio para los 8 años fue de alrededor de 200% anual.
El cambio en la composición en la estructura del PBI muestra claramente lo exitoso del programa. La industria durante la dictadura cayó 12,4% en su participación del PBI, con la desaparición de ramas industriales enteras. En cambio, la participación del sector primario había aumentado casi un 20% y el sector financiero un 10%. Los cambios en el peso de los anteriores sectores muestran la orientación que le querían dar a economía argentina, dejar de tener un desarrollo industrial nacional y girar hacía un modelo rentístico financiero donde teníamos que volver a ser el granero del mundo.
A diferencia de lo que pregonan las políticas liberales, el déficit fiscal promedio fue de 17% anual en relación al PBI. Y la caída de la participación del ingreso de los trabajadores en el ingreso total paso del 47% en 1974 al 28% por 1983.
El incremento de la pobreza fue otros de los resultados sociales de las políticas económicas aplicadas. El porcentaje de hogares pobres sobre el total paso de 2,6% en 1974 a 25,3% por 1983. Y la desocupación se triplico, pasando de 3% al 9%.
Con el nuevo modelo económico instalado, rentístico/financiero, aparece el ahorro en dólares comenzando los argentinos a pensar en la divisa americana. En 1977 aparece el primer clasificado el cual mostraba la cotización de una vivienda para la venta en dólares.
