En un claro gesto de unidad de todo el arcfo político nacional frente a la vital negociación con los bonistas por la gigantesca deuda -en gran medida heredada por macristas y radicales- el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, se reuniron con los gobernadores y el jefe de Gobierno porteño en Olivos. El ministro Guzmán presentó la oferta a bonistas, con una quita de capital de apenas 5,4% del stock. La propuesta implica un total de USD37.900 millones pero no hay un entendimiento sobre qué es sostenible para la deuda. El país reclama tres años de gracia para el pago.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó esta tarde la oferta de reestructuración de deuda a los tenedores privados, la cual incluirá una quita del 62% en los intereses por unos USD37.900 millones, en tanto la propuesta de recorte sobre el capital finalmente será de apenas USD3.600 millones, equivalente al 5,4% del stock total.
«Nosotros nos propusimos hacer lo mismo que hicimos con Néstor Kirchner en 2003, cuando nos hicimos cargo del Gobierno, que también heredamos una situación, en ese momento era de default explícito, ahora es una suerte de defaut virtual, pero lo que quisimos es que todos entendieran que por delante tenemos un compromiso en común que es salir de esta situación sin que eso implique postergaciones para la población», sostuvo el presidente, Alberto Fernández
Al mismo tiempo, el funcionario solicitó a los bonistas un período de gracia de pago de tres años y un cupón de 0,5% que irá creciendo gradualmente, con un promedio de tasa anual de 2,33%.
El ministro Guzmán precisó que “el interés promedio que pagaría la Argentina es de 2,33%”. Asimismo, el titular del Palacio de Hacienda especificó que “la propuesta conlleva mayor reducción de intereses que de capital. Se da una reducción de capital de 3.600 millones de dólares, es decir, una quita del 5,4% sobre el stock de deuda y una reducción del pago de intereses de 37.900 millones, que equivale a una quita del 62%”.
Además, aseguró que la Argentina tiene «una situación de deuda que no podemos enfrentar con el Fondo Monetario Internacional » y que trabajan en «un nuevo programa que implique no hacer ningún desembolso de capital adeudado en los próximos tres años».
El presidente Alberto Fernández, en tanto, aseguró que la negociación con los acreedores fue llevada adelante «con la misma buena fe» que hubo desde el principio, pese a la pandemia del coronavirus, y reafirmó que Argentina «no aprovechó esa coyuntura mundial para dilatar la solución al problema».
Desde la quinta de Olivos, Guzmán reconoció que el canje implica una «mayor reducción de intereses que de capital»; sostuvo que no sólo en la actualidad no puede hacer frente al pago de la deuda, «sino que durante ciertos años no puede pagar».
«Lo que la Argentina propone es algo consistente con lo que consideramos en un marco sostenible«, enfatizó Guzmán, quien afirmó que los acreedores piden «más ajuste fiscal, rápido y en mayor cantidad».
«La realidad es que eso destruiría el futuro y las oportunidades de millones en la Argentina Es algo que nosotros no vamos a permitir«, apuntó Guzmán.
El ministro añadió que «aun no se ha llegado a un entendimiento con los bonistas», desde la reunión en la que estuvieron presentes Alberto Fernández, Cristina Kirchner, gobernadores y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
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