Con el acuerdo explícito de que no es una rebaja salarial, y en el marco de la descomunal crisis social, económica y productiva, surgida en los últimos tres años del gobierno de macristas y radicales y potenciada por la pandemia del coronavirus Covid-19; la CGT y la Unión Industrial Argentina (UIA) –con el aval del Gobierno Nacional- acordaron aplicar en los meses de abril y mayo una reducción salarial de hasta 25% a trabajadores suspendidos. «No podrán ser incluidos en esta modalidad aquellos trabajadores que hayan establecido con su empleador las condiciones en que prestarán servicios desde el lugar de aislamiento ni los excluidos del deber de asistencia al lugar de trabajo por Resolución 207/20 sobre personas con riesgo en la salud (mayores o patologías preexistentes)», plantea el acuerdo, que reproducimos íntegro al final de la nota.
En el marco de la desmesurada crisis social, sanitaria, económica y productiva que atraviesa el mundo en general, y la Argentina en particular, donde la pérdida del empleo pone en riesgo el futuro inmediato de millones de trabajadores en la mayoría de los países del planeta, en la Argentina se intenta buscar una respuesta que beneficie en conjunto a trabajadores y a la golpeada industria nacional, sin que se produzcan despidos masivos.
“En ningún caso se van a homologar modificaciones salariales de gente trabajando, lo único que estamos viendo es que en aquellos casos en los que la empresa está cerrada, podemos autorizar el pago de una compensación no remuneratoria que sea levemente inferior al salario. Pero no hay ninguna probabilidad de que homologuemos disminuciones salariales de gente trabajando, esto hay que descartarlo”, precisó el minstro de trabajo, Claudio Mornai, durnate una entrevista a El Destape.
En este sentido, la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Unión Industrial Argentina (UIA) firmaron un acuerdo con el aval del Gobierno Nacional, para que los trabajadores suspendidos por la cuarentena, reciban un piso del 75% de sus salarios durante los meses de abril y mayo.
«No podrán ser incluidos en esta modalidad aquellos trabajadores que hayan establecido con su empleador las condiciones en que prestarán servicios desde el lugar de aislamiento ni los excluidos del deber de asistencia al lugar de trabajo por Resolución 207/20 sobre personas con riesgo en la salud (mayores o patologías preexistentes)».
«El plazo de vigencia de esta suspensión será de hasta 60 días, con efectos a partir del 10 de abril de 2020», precisa el documento. También detallaron que «el monto que los empleadores deberán abonar, como prestación no remunerativa o las asignaciones en dinero que se entreguen en compensación por suspensiones de la prestación laboral, no podrá ser inferior al 75% del salario neto que le hubiere correspondido al trabajador en caso de haber prestado labor».
Sobre este monto deberán realizarse la totalidad de los aportes y contribuciones por la ley 23660 y 23661, y el pago de la cuota sindical, detalla el texto del acuerdo. También establece que los empleadores podrán disponer la aplicación de las suspensiones en forma simultánea, alternada, rotativa, total o parcial.
«No podrán ser incluidos en esta modalidad aquellos trabajadores que hayan establecido con su empleador las condiciones en que prestarán servicios desde el lugar de aislamiento ni los excluidos del deber de asistencia al lugar de trabajo por Resolución 207/20 sobre personas con riesgo en la salud (mayores o patologías preexistentes)». El documento lleva las firmas de Héctor Daer, Carlos Acuña, Andrés Rodríguez y Antonio Caló como representantes de la CGT, mientras que la UIA fue representada por Miguel Acevedo y Daniel Funes de Rioja.
Texto completo del acuerdo CGT-UIA:
REUNION TRIPARTITA PARA CONSENSUAR MEDIDAS QUE TIENDAN AL SOSTENIMIENTO DEL TRABAJO Y LA PRODUCCIÓN FRENTE AL COVID-19
Los representantes de la CONFEDERACIÓN GENERAL DEL TRABAJO DE LA REPÚBLICA ARGENTINA (CGT), señores Héctor Daer, Carlos Acuña, Andrés Rodríguez y Antonio Caló; y la UNION INDUSTRIAL ARGENTINA (UIA) representada por los señores Miguel Acevedo y Daniel Funes de Rioja; junto al Ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Dr. Claudio MORONI y el Ministro de Desarrollo Productivo, Lic. Matias KULFAS;
Con el objetivo de atender la situación derivada de la emergencia sanitaria en el entramado productivo nacional y el mundo del trabajo, habida cuenta del dictado del DNU 376/20 y todas las normas concordantes, las partes aquí presentes consideran y analizan la marcha y aplicación del sistema de normas y ayudas implementadas hasta el momento y entienden necesario promover el dictado algunas otras que permitan despejar dudas respecto de las condiciones de los trabajadores que no prestan servicios por la situación imperante, a los cuales debe asegurarse sus ingresos atendiendo también la situación especial que atraviesan la empresas en el marco de esta crisis sanitaria.
Aspectos analizados:
La situación derivada de la irrupción del COVID-19 en un marco de una economía recesiva desde hace unos años, la extensión de las medidas de aislamiento social preventivo y obligatorio que se han adoptado en nuestro país con el objetivo proteger la salud pública, y su impacto en una mayor retracción de la actividad económica,
- Los serios problemas en materia de sostenibilidad financiera que enfrentan los empleadores, principalmente aquellos vinculados a actividades económicas no exceptuadas de las medidas de aislamiento, muchas de las cuales son intensivas en trabajo, así como a aquellos que pese a estar comprendidos en el concepto de esenciales registran un nivel de actividad inferior a su promedio normal de ventas,
- El gran número de trabajadores y empleadores alcanzados por las medidas de aislamiento social preventivo y obligatorio dispuesto por el DNU 297/2020,
- La necesidad de contar con herramientas acordes para atravesar esta crisis sanitaria, social, productiva y económica, que permitan sostener el empleo y garantizar la sostenibilidad de las empresas privadas,
- La necesidad de determinar los ingresos de los trabajadores alcanzados por las medidas de aislamiento y profundizar e incrementar el Salario Complementario dispuesto en el DNU 376/20,
- La dimensión de la crisis económica derivada de la pandemia que obliga no sólo al Estado a requerir a los actores sociales su compromiso para mantener las fuentes de trabajo y los empleos, sino también a mitigar los efectos vinculados a la falta de producción y la retracción de la actividad industrial y económica,
- Que en el marco descripto, con efectos a partir del 1 de abril de 2020,es necesario el dictado de una norma que garantice previsibilidad del ingreso que deben recibir los trabajadores y aporte seguridad a las empresas para continuar con sus actividades;
Por las consideraciones anteriormente desarrolladas, las circunstancias detalladas que describen una situación de crisis para los empleadores cuyas actividades no están exceptuadas del ASPO, esta reunión tripartita
Acuerda aconsejarlo siguiente:
El dictado de una norma instrumental que establezca certidumbre respecto de aquellas personas que no pueden prestar sus servicios habituales, disponiendo que en tal supuesto la situación será considerada como una suspensión encuadrada en los términos del art. 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) y/o todo instituto equivalente dispuesto en estatutos profesionales, la ley 22.2250 o convenciones colectivas de trabajo.
El plazo de vigencia de esta suspensión será de hasta 60 días, con efectos a partir del 10 de abril de 2020.
El monto que los empleadores deberán abonar como prestación no remunerativa o las asignaciones en dinero que se entreguen en compensación por suspensiones de la prestación laboral en este marco no podrá ser inferior al 75% del salario neto que le hubiere correspondido al trabajador en caso de haber laborado. Sobre éste monto deberán realizarse la totalidad de los aportes y contribuciones por la ley 23660 y 23661 y el pago de la cuota sindical.
Solamente en esas condiciones o cuando se establezca un porcentual mayor, la autoridad de aplicación homologará en forma automática los acuerdos que se presenten, dando por cumplimentados los requisitos establecidos en el art. 223 bis de la LCT. Caso contrario, el acuerdo colectivo que presenten los sectores empresarios y sindicales, serán en cada caso sometidos, a consideración de la autoridad de aplicación, a fin de evaluar su procedencia, de acuerdo con la situación del sector o de la empresa.
Los empleadores podrán disponer la aplicación de las suspensiones en forma simultánea, alternada, rotativa, total o parcial, según sus respectivas realidades productivas.
No podrán ser incluidos en esta modalidad aquellos trabajadores que hayan establecido con su empleador las condiciones en que prestarán servicios desde el lugar de aislamiento en cumplimiento de lo establecido en el artículo 1 de la Resolución MTEySS NO 279, en los términos pactados.
No podrán ser incluidos en esta modalidad los trabajadores excluidos del deber de asistencia al lugar de trabajo por la dispensa contenida en la Resolución 207/20 respecto de las personas con riesgo en la salud (mayores o patologías preexistentes).
En el caso de que se declare aplicable en una empresa el pago complementario previsto en el Art. 8 del DNU 376/20 y sus normas complementarias, el monto de la asignación complementaria que abone la ANSeS -que en ningún caso será inferior al valor de un salario mínimo, vital y móvil – será considerado parte de la prestación dineraria anteriormente ordenada, de manera que el importe a cargo del empleador lo complementará hasta alcanzar el porcentaje establecido.
El mecanismo abreviado aquí previsto no será de aplicación para la situación de quienes hubieren ya acordado o acuerden en el futuro otros criterios de suspensión.
Quienes apliquen este marco normativo deberán mantener su dotación de trabajadores sin alteraciones durante un plazo igual a la vigencia de esta norma.
No correspondiendo a esta reunión la elaboración, confección o redacción del instrumento idóneo para plasmar esta sugerencia en un cuerpo normativo, se solicita al Poder Ejecutivo canalice la formalidad por ante quien corresponda.
En la Ciudad de Buenos Aires a los 27 días del mes de abril de 2020