Por Maximiliano Borches. El 30 de abril de 1975, las tropas del Vietminh y el Frente Nacional de Liberación, al liberar Saigón, asestaban el golpe más duro que recibió Estados Unidos en su larga historia de intervenciones militares a lo largo del planeta. La invasión estadounidense había comenzado el 7 de agosto de 1964. La masacre producida por la potencia mundial ubicada al norte de América, había causado más de tres millones de civiles asesinados a consecuencia del lanzamiento de miles de toneladas de bombas y el uso de unos 80 mil millones de litros de herbicidas, como el Agente Naranja que propagó el cáncer en esa población, según estimaciones de la propia Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés). Hasta el día de hoy, Estados Unidos no se sobrepuso a su mayor humillación. Tampoco, rindió cuentas a la comunidad internacional por la magnitud de la masacre que produjeron en esa región del planeta.
La Guerra de Vietnam, fue uno de los conflictos más sangrientos que se desarrolló durante la denominada “Guerra Fría”, cuando las dos máximas potencias triunfadoras de la Segunda Guerra Mundial; Estados Unidos y la entonces Unión Soviética (Rusia), se disputaban la geografía mundial, hasta el colapso de esta última, tras la caída del ”Muro de Berlín” en 1991.
Orígenes del conflicto armado por la liberación de Vietnam
Previo a la intervención estadounidense en ese país, la región era conocida como Indochina, y se encontraba en guerra desde 1940, cuando el entonces imperio del Japón, había ocupado esas tierras. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, con la ayuda del Reino Unido, Francia recolonizó la entonces Indochina. En 1954, las fuerzas revolucionarias de Vietnam vencen al colonialismo francés en la batalla de Dien Bien Phu. Tras los Acuerdos de Ginebra, ocurridos ese mismo año, Vietnam quedó dividida en dos: El Norte (pro soviética y china) y el Sur (pro occidental).
La Guerra de Vietnam
Los Estados Unidos pretendían controlar política y militarmente Vietnam, y a la vez lograr influencia estratégica en Camboya y Laos -y de esa manera-, contar con una destacada base militar en el Sudeste Asiático que lindara con China, y se encuentre cerca del territorio soviético. Para eso, precisaba una excusa que sirva como chispa para encender la guerra. La excusa finalmente llegó el 7 de agosto de 1954, cuando el entonces presidente Lyndon B. Jhonson respondió con un ataque militar a Vietnam del Norte, tras una supuesta “provocación” realizada en el Golfo de Tonkin. Comenzaba una de las peores masacres sobre población civil desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial, y la derrota más humillante de la principal potencia de Occidente.
Frenética y humillante huida de Saigón. Las tropas de EEUU arrojaban al mar sus helicópteros desde distintos barcos y portaaviones, con la finalidad de albergar personas durante su huida.
A pesar de la apabullante capacidad militar de Estados Unidos, las tropas norvietnamitas del Vietminh y el Frente Nacional de Liberación –que contaban con apoyo logístico de China y la Unión Soviética- impusieron su estrategia de “Guerra de Desgaste”. En este sentido, el mítico dirigente de Vietnam Del Norte, Ho Chi Minh, afirmaba: «Maten a diez de nuestros hombres y nosotros mataremos a uno de los suyos. Al final serán ustedes los que se cansarán». Una vez más, quedaba marcada a fuego en la historia, la diferencia entre un pueblo que pelea por su liberación nacional, y una potencia extranjera agresora, que no duda en exponer la vida de su población convertida en soldados, con el único fin de dominar política y económicamente un territorio.
La derrota en Vietnam demostró el fracaso de Estados Unidos en su política anticomunista en el Sudeste Asiático. Según estimaciones “oficiales” de Estados Unidos, 58 mil soldados de ese país invasor murieron a lo largo de la contienda bélica, junto a unos 250.000 survietnamitas (aliados de Estados Unidos) y cerca de un millón de soldados de Vietnam del Norte (entre el Vietminh y el Frente Nacional de Liberación)
Una de las fotos emblemáticas de la desesperante huda estadoundiense de Saigón.
Pero sin lugar a dudas, el dato más dramático, es el asesinato de más de tres millones de víctimas civiles. Un gran porcentaje de las mismas, muertas a consecuencias de los más de 80 mil millones de litros de herbicidas y defoliantes (el temible Agente Naranja, entre ellos), que además, causaron estragos en el ecosistema de esa región asiática.
Vietnam hoy
Las relaciones diplomáticas entre EEUU y Vietnam se restablecieron en 1995, y a mediados de noviembre de 2000, el ex presidente estadounidense Bill Clinton, quien en su momento había estado en contra la guerra, visitó ese país. Desde entonces, se firmó un contrato comercial de gran alcance entre Vietnam y Estados Unidos, que les posibilitó un notable crecimiento económico.
En 2014, Vietnam se convirtió en el máximo exportador de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) con destino a Estados Unidos, según un informe de la BBC. De esta manera, adoptando el modo de producción capitalista, Vietnam desplazó a otras potencias regionales como Tailandia, Malasia o Filipinas.
Según datos oficiales del país asiático, hoy cuentan con una población de 95.550.000 habitantes, obtuvo en los últimos 30 años, un crecimiento promedio de su PBI de 6,5%, (en 2019 llegó a 7,02 %), la pobreza pasó del 75% en 1989 a algo más del 9% en 2019, y el desempleo no supera el 4 %.
A modo de conclusión
Mucho se ha escrito y filmado sobre esta guerra. Quizás, una de las escenas cinematográficas que mejor sintetizan la misma, pertenece a la brillante película «Apocalypse Now», filmada por Francis Ford Coppola, en 1979.