Ahora Macri afirma: “Siempre les dije la verdad a los argentinos”

Forzado a interrumpir momentáneamente sus vacaciones veraniegas en Suiza, el empresario y expresidente Mauricio Macri, desmintió a través de un posteo en su cuenta oficial de Facebook, sus dichos confirmados por el presidente Alberto Fernández. Bajo el sugestivo título de: “El valor de la palabra presidencial”, el hijo del fallecido empresario Franco Macri –tal como era de esperarse-, negó que le haya aconsejado a Fernández: “dejemos a toda la gente en la calle, que se mueran los que tengan que morirse”, apenas comenzó la cuarentena. Pero no negó, que hayan hablado por teléfono en ese momento.

Como era previsible, el empresario, y expresidente Mauricio Macri, negó que le haya dicho al presidente Alberto Fernández –durante una conversación telefónica que no negó tener, apenas comenzó la cuarentena, en marzo de este año- que: “dejemos a toda la gente en la calle, que se mueran los que tengan que morirse”.

La negación, la realizó a través de un posteo en Facebook (ver abajo), en la que afirma entre otros aspectos, que “La Argentina necesita consensos amplios y generosos para solucionar los problemas que acarrea desde hace décadas. Sobre todo después de la pandemia y la cuarentena, que los han vuelto más profundos y más visibles. Estoy dispuesto a hacer mi aporte, desde el lugar que sea, para avanzar en esta dirección”.

Si bien no es motivo de este artículo, hacer un balance de la ingentes cantidades de mentiras que dijo, en momentos que gobernó el país al frente de la alianza de macristas/radicales y lilitos en Cambiemos, solo basta con recordar sus reiteradas convocatorias a manifestacines desestabilizadoras, disfrazadas de “anticuarentena”, en las que además expone desde Europa a sus seguidores que se contagien y propaguen el virus que ya mató a más de 7 mil argentinos, como el caso del intendente santafecino de Avelleneda, defensor de los cuestionados dueños de Vicentin, y perteneciente a su espacio político; Dionisio Scarpín, quien se contagió –y contagió a otros- tras marchar el pasado 17A.