Por Martín Arrizabalaga. A última hora de la tarde de ayer, el Consejo Deliberante de Moreno, dio por terminada la relación entre el Municipio y la empresa “El Trébol”, que duró más de 20 años. Una relación que desde inicio fue controvertida y con el correr de los años se fue tornando insostenible, por la evidente ineficacia y fuerte impacto sobre el presupuesto municipal. El costo de la recolección de residuos se lleva, o se llevaba hasta ayer, casi el 50% de lo recaudado.
Ya en el mes de mayo la intendenta Mariel Fernández, manifestó la voluntad política de no renovar el pliego de contratación con la empresa “El Trébol”, por el servicio de recolección de residuos, y que el municipio recuperara el control de la gestión de “la basura” en todo el distrito, abriendo el debate acerca de cómo se construiría esa salida. No solo tuvo que trabajar sobre la voluntad de los concejales, sino fue necesario sentar a la mesa al Sindicato de Camioneros.
En síntesis, el pliego garantiza la continuidad de los puestos de trabajo bajo el convenio 40/89 (Camioneros), con la obligación del oferente de contratar a los mismos trabajadores vinculados hoy a la empresa prestataria. Con un presupuesto de $24.897.919,49 para los cuatro años de duración del contrato, la actualización del costo se regirá conforme a las variaciones en la escala salarial de Camioneros
¿El resultado?: la aprobación por amplia mayoría de 16 votos afirmativos y 7 en contra, del Pliego de Licitación para la “Contratación de mano obra para la prestación de tareas de recolección de residuos RSUD”. Un sistema mixto, infraestructura municipal y mano de obra contratada, que no supone la municipalización del servicio, demandada por el Sindicato de Trabajadores Municipales (SITRAM) en la persona de su Secretario General, el concejal Marcelo Cosme, que se ausentó al momento de la votación. Y de gran parte de las organizaciones que reconocen que si bien no agota sus expectativas avanza en la dirección correcta, posición que se vio reflejada en bastas declaraciones de apoyo a la iniciativa del ejecutivo municipal.
En síntesis, el pliego garantiza la continuidad de los puestos de trabajo bajo el convenio 40/89 (Camioneros), con la obligación del oferente de contratar a los mismos trabajadores vinculados hoy a la empresa prestataria. Con un presupuesto de $24.897.919,49 para los cuatro años de duración del contrato, la actualización del costo se regirá conforme a las variaciones en la escala salarial de Camioneros. El Estado Municipal aportara en comodato los bienes de capital (camiones y demás bienes necesarios), para lo cual el municipio adquiere las unidades a través de dos créditos leasing con un costo de 3 millones de pesos mensuales, mientras que el mantenimiento de las unidades corre a cuenta del contratista. Además se incluyen 1000 nuevas cuadras al contrato y recolección 6 veces por semana (Frecuencia 6) en todo el distrito. En suma el costo mensual del servicio, sumando el leasing y la mano de obra estaría en torno a los 51 millones pesos, que supone un ahorro del %46 respecto al costo actual del servicio.
Podemos caracterizar al resultado de la sesión de ayer, como la primera victoria de trascendencia de la intendenta Mariel Fernández, en el ámbito legislativo, de impacto directo en la cotidianeidad del vecino de Moreno. Todo indica que el próximo prestador será una cooperativa integrada por los actuales trabajadores. Será parte de la próxima etapa de un proceso que da por terminada una época nacida al calor de dogma privatizador del neoliberalismo noventista, que deja como saldo un contrato inviable desde lo presupuestario, y un servicio profundamente insuficiente, resultando un distrito con basura en las puertas, basura en las calles, basura en todos lados. La iniciativa aparece como ambiciosa y genera expectativa, la gestión deberá hacer el resto para terminar de resolver un problema estructural irresuelto por décadas.