Por Maximiliano Borches. En un 2020 particularmente difícil debido a la pandemia, al que se le sumó el destructivo legado macrista/radical/lilito, y sorteando presiones externas e internas del propio espacio del Frente de Todos, el presidente Alberto Fernández cerró su primer año de gestión de manera destacada. Entre las medidas más importantes, se destacan el acuerdo alcanzado con bonistas extranjeros, los avances con el FMI, el comienzo de la campaña federal y gratuita de vacunación contra el coronavirus y la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), que se dio en el marco de una aprobación total de 66 leyes. A pesar de la pandemia, y por decisión del Poder Ejecutivo, el Legislativo trabajó más –en promedio- que durante los cuatro años del olvidable Mauricio Macri. Gran expectativa oficial para el año electoral 2021.
Con solo ubicar la vista en el año que felizmente termina, indudablemente lo más destacado es la recuperación de un Estado al servicio de la población, la producción, el trabajo y la contención ante el huracanado paso de la pandemia de covid-19, que aún hoy continúa y promete seguir siendo devastador, en tanto y en cuanto sectores de la sociedad continúen relajando los cuidados necesarios, que lamentablemente potenciarán su propagación.
Esta realidad atravesó casi la totalidad del 2020. Un año que felizmente se va, y que debería pasar a la historia como el del inicio de toma de conciencia global sobre la destrucción que como género humano, hacemos del planeta. Sin dudas, no será el último “año en que vivimos en peligro”, sí el primero de este siglo XXI. Depende del colectivo humano que no se repita con esta brutalidad. Pero este es otro asunto.
El 2020 se transformó en la consagración de Alberto Fernández como presidente. Un cargo que no solo no buscó, sino que jamás imaginó para sí. Sin embargo, y superando presiones externas al Frente de Todos, como también internas en el Frente de Todos, condujo con éxito a la Argentina en medio de una brutal tormenta.
¿La clave?, como todo lo que se hace para que funcione este país: las enseñanzas de Juan Domingo Perón y su Doctrina Justicialista. Aunque vale decirlo, una Doctrina poco leída en estos últimos años.
El 2020 se transformó en la consagración de Alberto Fernández como presidente.
Una batería de medidas como el ATP, que mantuvo a flote a decenas de miles de PyMEs y comercios en todo el país o el IFE, que brindó resguardo y contención a más de nueve millones de compatriotas cada mes, entre otras tantas políticas tomadas este año, crearon las bases para el lanzamiento de la reconstrucción argentina.
El 2021 será un año electoral. Todos los espacios políticos comenzaron a mover sus piezas. Lo cierto, es que la fortaleza alcanzada por el Frente de Todos, lo ubica en la pole position de cara a las legislativas nacionales.
Feliz año nuevo para todos y todas.