La Federación Argentina de Trabajadores de la Industria del Cuero y Afines (FATICA), advirtió la grave situación que atraviesa la industria del cuero, debido a la autorización oficial de exportar cueros crudos (sin valor agregado), como así también el agravamiento de «esta situación por la disposición gubernamental resuelta a comienzos de año de modificar los aranceles para exportar cueros crudos, reduciéndolos del 15% al 4,5%». A continuación reproducimos íntegro el comunicado de prensa publicado por la organización gremial.
“Los abajo firmantes, miembros del Secretariado Nacional de la Federación Argentina de Trabajadores de la Industria del Cuero y Afines (FATICA) denunciamos la gravísima situación por la que atraviesa toda la industria del cuero y que pone en peligro las fuentes de trabajo de miles de compañeras y compañeros”, así comienza el comunicado de prenda de la FATICA, que representa a más de 15 gremios, entre ellos el Sindicato de Obreros Curtidores y el Sindicato Argentino de Manufacturas del Cuero, y representa a unos 22.000 trabajadores de la cadena de la industria del cuero en todo el país.
Por todo ello, desde F.A.T.I.C.A. solicitamos de manera urgente:
– La derogación de toda normativa que aliente a la exportación de materia prima sin procesar.
– La puesta en vigencia nuevamente, de sistemas de reintegros y pagos de derechos que posibilite el desarrollo de trabajo argentino.
– La fiscalización inmediata de todos aquellos exportadores que subfacturan, dañando las arcas del Estado y destruyendo las fuentes de trabajo nacionales.
Las trabajadoras y trabajadores de la Industria del Cuero no seremos cómplices de la destrucción de nuestra Industria, esperamos que las autoridades nacionales (por acción u omisión) no se transformen en ello.
El comunicado:
LAS TRABAJADORAS Y TRABAJADORES DEL CUERO NO SOMOS CÓMPLICES
Los abajo firmantes, miembros del Secretariado Nacional de la Federación Argentina de Trabajadores de la Industria del Cuero y Afines (F.A.T.I.C.A.) denunciamos la gravísima situación por la que atraviesa toda la industria del cuero y que pone en peligro las fuentes de trabajo de miles de compañeras y compañeros.
Como producto de las medidas dispuestas por el Poder Ejecutivo Nacional, enmarcadas en la lucha contra la pandemia de COVID 19, se dispuso a comienzos de la implementación del A.S.P.O. (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio) la autorización de exportar cueros crudos a través del Decreto 549/2020 por el plazo de sesenta días, dada la fuerte caída de exportación de cueros curtidos, para evitar la acumulación de estos en los frigoríficos con las consecuencia ambientales y sanitarias indeseadas. Esta medida fue prorrogada hasta el 31 de diciembre de 2020 a través del Decreto 812/2020, a pesar que la actividad curtidora se iba normalizando.
Esta norma, de carácter excepcional y limitada originalmente en su tiempo, respondía en su dictado a no producir un perjuicio a los frigoríficos que manteniendo su nivel de faenamiento no podían comercializar los cueros a sus naturales clientes (las curtiembres) por tener estos los mercados internacionales totalmente cerrados al producirse una paralización mundial de la actividad. Obviamente no existieron durante la mayor parte de la vigencia del A.S.P.O. industrias locales pertenecientes a la cadena de valor del cuero (marroquinerías, calzadistas, indumentaria, talabarterías etc.) que se encontraran autorizadas a trabajar. Sin perjuicio de las atendibles razones que pudieran existir para disponer medidas excepcionales, tampoco podemos obviar el fuerte lobby realizado por la industria cárnica para lograr la liberación de la exportación de cuero crudo bajo el viejo argumento que de no disponerse esta liberación, el precio de la carne aumentaría afectando de esa manera a los consumidores argentinos. Sobre este último argumento es clara la refutación del mismo, por cuanto todos los consumidores sufrieron el exponencial incremento de la carne a lo largo del año 2020, sobre todo en los cortes populares, demostrándose una vez la inexistencia de vinculación del precio de la carne con el precio del cuero crudo y la políticas de defensa de la industria nacional que un gobierno esté dispuesto a llevar adelante. Así también es preocupante que algunos empresarios de la carne, mientan descaradamente diciendo que los 4 millones de cueros que se exportaron salados, se enterraban o que se exportaban de manera no santa, sin dar ninguna prueba de sus dichos.
Lamentablemente las medidas de carácter excepcional y con vigencia temporal acotada, se han vuelto permanentes. Agravándose esta situación por la disposición gubernamental resuelta a comienzos de año de
modificar los aranceles para exportar cueros crudos, reduciéndolos del 15% al 4,5%, fomentando insólitamente la exportación de materia prima sin valor agregado. Esta medida, provisoria para solucionar un tema real, se extendió en el tiempo de más, y provocó que en el mes de enero de 2021 se exportaran en salado el 80% de la faena. La industria curtidora tiene capacidad para curtir todos los cueros que se faenan en el país, toda la cadena de valor tiene un perfil netamente exportador, y es de mano de obra intensiva. Es decir que crea trabajo y trae divisas. Ahora las mayores exportaciones no son de los frigoríficos, sino de tres vivos acopiadores, que mandan los cueros a precios vil, para poder cobrar el dólar en negro, aprovechando que la Aduana no tiene valor de referencia, porque no era un material que se exporte y con escandalosos niveles de subfacturación hasta llegar a limites inadmisibles de exportar a valores menores al cincuenta por ciento del real costo de procesamiento de los cueros para ser exportados.
En este marco, y de conformidad a la información surgida de los mismos organismos oficiales, a la fecha se encuentran exportando sin procesar casi el sesenta por ciento de los cueros que se faenan en la Argentina. Calculándose que este nivel seguirá incrementándose aceleradamente, imposibilitando de esta manera la continuidad de la industria curtidora en corto plazo, tornando de igual manera inviable la subsistencia de cualquier industria integrante de la cadena de valor del cuero.
Por todo ello, desde F.A.T.I.C.A. solicitamos de manera urgente:
– La derogación de toda normativa que aliente a la exportación de materia prima sin procesar.
– La puesta en vigencia nuevamente, de sistemas de reintegros y pagos de derechos que posibilite el desarrollo de trabajo argentino.
– La fiscalización inmediata de todos aquellos exportadores que subfacturan, dañando las arcas del Estado y destruyendo las fuentes de trabajo nacionales.
Las trabajadoras y trabajadores de la Industria del Cuero no seremos cómplices de la destrucción de nuestra Industria, esperamos que las autoridades nacionales (por acción u omisión) no se transformen en ello.
POR EL SECRETARIADO NACIONAL DE F.A.T.I.C.A.
Adhiere a esta declaración la Asociación Curtidora de la Provincia de Buenos Aires (A.C.U.B.A.) a través de su presidente Daniel Alberto Argentino.
Desde el Secretariado Nacional de FATICA denunciamos la gravísima situación que atraviesa toda la industria del cuero y que pone en peligro las fuentes de trabajo de miles de compañeras y compañeros @dipwaltercorrea @CFTArgentina @seceic @samccueros @soccurtidores pic.twitter.com/BxNb4UFdNA
— FATICA (@faticaprensa) March 31, 2021