Una vez finalizada la vacunación a la población de riesgo, se dará prioridad a los trabajadores del transporte automotor, ferroviario, aéreo y marítimo de pasajeros y de cargas, según afirmaron desde el Ministerio de Transporte.
El Gobierno nacional dará prioridad a los trabajadores del transporte. Así lo afirmó en un artículo firmado por el periodista Mariano Martín, publicado Ámbito Financiero.
La controversia empezó a zanjarse hacia el fin de la semana pasada, en momentos en que el Gobierno anunciaba la nueva etapa de confinamiento por nueve días. En esa oportunidad Vizzotti y Guerrera mantuvieron un encuentro reservado en el que acordaron encargarle a cada sindicato y a las principales empresas de transporte la confección de listados del personal a ser priorizado para la primera ventana de inoculación tras completarse el proceso con las personas mayores de edad, situadas en poblaciones de riesgo o en áreas de salud y educativas.
Ese plan, al que tuvo acceso este diario, establece que para el transporte automotor de pasajeros la responsabilidad primaria de la elaboración del listado corresponderá a la Unión Tranviarios Automotor (colectiveros). Para otros gremios del rubro, como los taxistas, la Subsecretaría de Transporte Automotor enviará notas con pedidos de información. En el segmento aéreo la nómina será elaborada por las autoridades de Aerolíneas Argentinas, mientras que la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) enviará notas al resto de las compañías para solicitarles datos del personal señalado para la vacunación. El tramo ferroviario lo organizará la Subsecretaría correspondiente.
En el caso del transporte internacional de cargas hubo un movimiento coordinado entre el gremio de Camioneros y las principales cámaras patronales de la actividad (Fadeeac y Faetyl, entre otras) para reclamar unas 4.500 vacunas. El plan de inmunización para este núcleo partirá de esos listados. En tanto que para el transporte marítimo y fluvial las listas quedarán a cargo de la Cámara de Practicaje y los gremios de marinos (SOMU), Centro de Capitanes de Ultramar, Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales, Conductores Navales, Dragado y Balizamiento, Capitanes y Baqueanos Fluviales y la Asociación de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca.
La conflictividad en los sindicatos marítimos y fluviales fue la que aceleró las gestiones. La mayoría de las organizaciones del ramo habían iniciado un segundo paro de actividades por 48 horas que fue levantado tras conocerse el compromiso del Gobierno con esos trabajadores. Una nota conjunta de los ministerios de Salud, Transporte, Trabajo y Agricultura confirmó que “una vez cumplidas las instancias de vacunación de la población objetivo determinada en la Resolución Ministerial 2883/20 (personas de mayor edad, de riesgo sanitario, personal de la salud, fuerzas de seguridad y militares, trabajadores de la educación y funcionarios, entre otros) se podrán incorporar otras poblaciones de acuerdo a la disponibilidad de dosis, la situación epidemiológica, las condiciones de riesgo/exposición y la evidencia científica”.
Entre las poblaciones a incorporar tempranamente en el plan de vacunación, la nota menciona “aquellos trabajadores y trabajadoras que por el riesgo que presenta la actividad, la mayor dificultad en el cumplimiento efectivo de las pautas de prevención, la exclusiva presencialidad de la tareas y cuando las condiciones de desempeño de la actividad impactan en la posibilidad de acceso al sistema de salud”, entre los que menciona taxativamente a los marítimos embarcados.
La tensión había escalado en el seno del Gabinete al punto que en su última nota a Vizzotti, el ministro de Salud había destacado: “Estamos en presencia de un alto grado de incertidumbre y preocupación, la que genera reclamos y conflictividad en los distintos modos del transporte, a tal extremo que en el día de la fecha (19 de mayo) nos encontramos con el anuncio de una medida de fuerza decretada por gremios marítimos y fluviales. Medidas de este carácter no se descartan en otras actividades del transporte, todas ellas fundadas en igual reclamo, lo que de producirse generaría un verdadero caos en este crítico momento”.