Por Maximiliano Borches. En el marco de los 40 años de recuperada para siempre la democracia, es vital no perder la memoria en cuanto a los orígenes de lucha de esa recuperación. Este 27 de abril se cumplen 44 años de la primera huelga nacional convocada por la CGT, contra la última dictadura cívico-militar-eclesiástica. Aquel 27 de abril de 1979, el dirigente Saúl “Pueblo” Ubaldini, se ponía al frente de un sector del movimiento obrero organizado, para dar el primer paso en la recuperación –para siempre- de la democracia en Argentina. Organizada en la clandestinidad, la huelga consiguió que el régimen criminal otorgara un aumento de sueldos general del 19 por ciento al día siguiente. También se reclamó en aquella histórica jornada, por mejores condiciones de trabajo, la liberación de los detenidos y la recuperación del estado de derecho.
Sin dudas, el movimiento obrero organizado fue la clave para la recuperación –para siempre- de la democracia en nuestro país. Durante los años en que los verdugos mandaban sobre la vida y la muerte de los argentinos, un por entonces casi ignoto dirigente sindical, Saúl Ubaldini, al frente de la “CGT-Brasil” (por la ubicación de su sede sobre la calle Brasil), fue uno de los principales organizadores del primer paro general contra la dictadura cívico-militar, el 27 de abril de 1979. La “columna vertebral del movimiento justicialista”, como le gustaba definir al líder popular Juan Perón, se ponía a la vanguardia de la posterior recuperación democrática en nuestro país, junto a Madres de Plaza de Mayo y organismos de Derechos Humanos.
A este primer paro general contra el triunvirato genocida, se le sumaron tres paros más encabezados por el legendario dirigente sindical, Saúl “Pueblo” Ubaldini: El 22 de julio de 1981 la “CGT Brasil” realizó la segunda huelga general y el 7 de agosto de 1981 organizó una imponente movilización a la iglesia de San Cayetano, bajo el lema «Pan, Paz y Trabajo», que se constituyó en el primer reclamo masivo para terminar con la dictadura cívico-militar. Más tarde, el 30 de mayo de 1982, Ubaldini lideró la histórica manifestación a Plaza de Mayo que fue duramente reprimida, y pasó a la historia de la resistencia popular contra la dictadura, como uno de los hitos de la resistencia civil contra la dictadura.
Unos días antes de llevar a cabo la primera huela contra la dictadura cívico-militar-eclesiástica, el 21 de abril de 1979, la «Comisión de los 25» convocó a una jornada de protesta para el 27, siendo encarcelados, antes de la huelga, sus dirigentes más notorios como Ubaldini, Roberto Digón (tabaco), José Rodríguez (SMATA), Roberto García (taxistas) y Gerónimo Izetta (municipales bonaerenses), entre otros.
Las acciones del movimiento obrero organizado, columna vertebral del movimiento nacional justicialista, junto a la resistencia de los movimientos de Derechos Humanos, durante los macabros años de dictadura cívico-militar-eclesiástica, abrieron paso a la recuperación –para siempre- de la democracia en la Argentina.