Por Maximiliano Borches. Dos días después del ataque y hundimiento fuera del teatro de operaciones de guerra, del Crucero ARA General Belgrano por parte del submarino nuclear británico HMS “Conqueror” (verdadero crimen de guerra), un avión de exploración y reconocimiento “Neptune” de la Armada Argentina detectó objetivos ingleses. A las 9:45hs del 4 de mayo de 1982, despegaron dos aviones de ataque Super Étendard de la base aeronaval de Río Grande portando misiles antibuque “Exocet”. A las 11:04 dispararon sus misiles contra el destructor de la Real Armada Británica “HMS Sheffield”. El ataque produjo el primer hundimiento de un barco de guerra de esa nacionalidad, desde la Segunda Guerra Mundial.
El 2 de mayo de 1982, por el submarino nuclear británico HMS Conqueror contra al crucero ARA General Belgrano. De los 1093 tripulantes 323 compatriotas fallecieron. El ataque se había realizado fuera del teatro de operaciones. Hasta el día de hoy, continúa impune aquel crimen de guerra.
El ataque al HMS Sheffield dejó un saldo de 20 y muertos y 63 heridos. El Sheffield se hundió finalmente el 10 de mayo en aguas del Atlántico Sur. Se convirtió en el primer buque de guerra británico hundido desde la Segunda Guerra Mundial y el primero de la OTAN
Al día siguiente, cerca de la una y media de la madrugada, el aviso ARA Sobral -que se encontraba en las inmediaciones de las islas buscando a la tripulación de un bombardero Canberra de la Fuerza Aérea que había sido derribado-, fue atacado por un helicóptero Sea Linx británico que, desde una distancia aproximada de 20 km, le lanza un misil aire-mar e impacta en la cubierta. Ocho tripulantes mueren en medio de la explosión, las esquirlas y las llamas.
Frente al ataque, la Fuerza Aérea Sur (FAS) dispuso las salidas de aviones y helicópteros de búsqueda y rescate para asistir a los hombres de la Armada caídos en combate.
Al día siguiente, 4 de mayo, el ARA Sobral transmitió su posición a la deriva y el 5 de mayo se produce el primer contacto con el Bell 212 que logra realizar un arriesgado rescate del capo primero Enríquez con quemaduras de gravedad, para ser trasladarlo de inmediato a Puerto Deseado. El marino, gracias al rescate, pudo salvar su vida.
Al amanecer del 4 de mayo, un avión de reconocimiento y exploración “Neptune” de la Armada Argentina, se encontraba realizado patrullaje aéreo de combate. Momentos previos a la salida del sol, establece contacto con objetivos de guerra británico. Inmediatamente da aviso al Comando Conjunto.
En Río Grande, se prepararon dos Super Étendard con misiles Exocet, que despegaron a las 9:45, piloteados por el capitán de corbeta Augusto Bedacarratz y el teniente de navío Armando Mayora.
La aviación argentina puso en el aire un avión Hercules KC-130 indicativo RATA, como nave de reabastecimiento de combustible en vuelo para los aviones de la armada, que en esta oportunidad se les asigna el indicativo LITORAL.
A su vez, una pareja de caza bombarderos Mirage M-5 Dagger de la Fuerza Aérea, conocidos como el escuadrón de «Las Avutardas Salvajes», armados con misiles Shafrir, guiados por los radares desde tierra, tuvieron la misión de proteger al Hércules y a los Super Étendard.
Los aviones de la Armada Argentina volaban al ras de las olas tras su objetivo.
A las 11:05 y a unas 25 millas náuticas de su posición (aproximadamente 48 kilómetros), en aquel 4 de mayo de 1982, la dupla Super Étendard/Exocet hizo su entrada en la historia de la guerra aeronaval moderna.
El capitán de corbeta Augusto Bedacarratz dio la orden de atacar. Los aviones estaban a 30 kilómetros del blanco (los ingleses aseguraron que estaban a 11 kilómetros y que por eso no pudieron detectarlos). El misil de 650 kilos tardó tres segundos en desprenderse del avión, que se sacudió en el aire al perder peso.
Al menos uno de los Exocet impactó en el Sheffield. El fuego invadió a la nave. La HMS Arrow se acercó al destructor para rescatar a los sobrevivientes de los 287 tripulantes. La fragata remolcó al destructor fuera de la zona de peligro. El ataque dejó un dramático saldo de 20 y muertos y 63 heridos. El Sheffield se hundió finalmente el 10 de mayo en aguas del Atlántico Sur.