Por Maximiliano Borches. A casi medio siglo de iniciada la última dictadura cívico-militar en Argentina, cuyo funesto legado de 30 mil detenidos-desaparecidos (66% de los cuales eran trabajadores que activaban sindicalmente), sintetizan el espanto y el horror de aquellos años, no podemos dejar de comparar la similitud del programa económico impuesto a sangre y fuego por los verdugos, con el que hoy aplican los hermanos Milei, sus esbirros del stablishment, y continúa apoyando la vicepresidente Victoria Villarruel (principal negacionista de los 30 mil). En nombre de la “libertad”, la dictadura cerró más de 20 mil fábricas y empresas de todo tipo, interrumpiendo la industrialización basada en la sustitución de importaciones e imponiendo una feroz “libertad” de importación, que transformó a la Argentina de factoría a simple góndola de supermercado global.
Dando brincos hacia una autocracia cada vez más peligrosa, el Gobierno que encabezan Javier Milei y su hermana en jefe, Karina Milei, encarna el tercer intento desde que se recuperó para siempre la democracia en nuestro país, de finalizar el plan económico ultraneoliberal impuesto a punta de picana por la última dictadura cívico-militar. El primer intento lo encabezó Carlos Menem, durante 10 años y seis meses de gestión; el segundo lo encarnó Mauricio Macri cuando gobernó durante cuatro años, tras superar los complejos que tenía con su padre Franco, y el tercero lo lleva adelante hoy Javier Milei, que entre sus decenas de complejos y fobias, no puede estar mucho tiempo en lugares que haya varios espejos, mucha luz y dialoga con sus perros muertos.
Como repetición farsa de la tragedia que en momentos determinados encarna la Historia, no deja de ser sorprendente la similitud exacta de los “12 puntos” presentados por el economista de los asesinos, José Alfredo Martínez de Hoz (ver video abajo) y el plan que ejecuta el actual Presidente. Bastardeando -también- la palabra “Libertad”, Martínez de hoz había anunciado: 1. Eliminación de controles de precios; 2. Eliminación de controles cambiarios; 3. Liberación del comercio exterior; 4. Libertad de exportación a través de la eliminación de impuestos; 5. Libertad de importar, eliminando todo tipo de prohibiciones; 6. Liberación de las tasas de interés y reforma financiera; 7. Liberación de controles a los alquileres; 8. Eliminación de las tarifas políticas de los servicios públicos; 9. Eliminación de subsidios; 10. Libertad de contratación de los salarios; 11. Libertad para las inversiones extranjeras bajo reglas justas y sanas y 12. Libertad para la transferencia de tecnología.
Si bien el actual gobierno desembarcó en Casa Rosada por el voto popular mayoritario, conlleva en sus raíces el mismo espíritu autoritario y antinacional de la última dictadura cívico-militar. Su peligroso camino a la autocracia no solo denigra la democracia y sus instituciones, sino que pone en juego a las libertades individuales e intentan herir de muerte a la comunidad organizada, hoy manipuladas en gran medida por las redes sociales y una existencia en muchos casos “virtual”, cuyo panóptico se haya en Silicon Vallery.
Las cifras de la dictadura cívico-militar:
- Duró 2818 días.
- Se cerraron 20.000 fábricas.
- Se abrieron 340 centros clandestinos de detención. Gobernaba La Muerte.
La deuda externa se multiplicó por 6.- La inflación acumulada durante el 1976 a 1983 fue de 517.000%.
- El mundial de 1978 costó u$s 500.000.000. Mientras se desarrollaba, desaparecieron 69 personas. Gobernaba La Muerte.
- Se prohibieron más de 200 canciones de artistas argentinos y extranjeros. Se persiguió a actores y actrices y a trabajadores del arte en todas sus disciplinas. Muchos fueron asesinados. Gobernaba La Muerte.
- Más de 600 libros fueron prohibidos, entre ellos, muchos infantiles. Se persiguió a autores y periodistas. Muchos fueron asesinados. Gobernaba La Muerte.
- Se prohibieron más de 200 películas extranjeras y 130 argentinas. Se cortaron o censuraron partes a cientos más.
Inclusive se llegaron a pasar películas sin final.- Aumento de la Pobreza, del 4,4% en 1975 al 37,4% en 1983.
- La dictadura disolvió el Congreso, prohibió los sindicatos y cercenó la actividad de los partidos políticos.
Se secuestró, torturó y desapareció a 30.000 personas. 9.000 casos fueron denunciados ante la Conadep. Gobernaba La Muerte.- 490 personas nacieron en cautiverio durante la dictadura militar. Sólo 130 fueron recuperados y se sigue buscando.
Se robó propiedades, autos, entre otras cosas antes de hacerlos desaparecer y luego asesinarlos. Gobernaba La Muerte.
Violaron y torturaron constantemente, hicieron fosas comunes, arrojaron desde aviones a mujeres y hombres al mar o al Río de la Plata todavía vivos. Asesinaron a adolescentes que luchaban por un boleto estudiantil. Los militares en el presente mueren sin decir la verdad de los destinos de los desaparecidos. Gobernaba La Muerte.
Se calcula que más de 500.000 argentinos se exiliaron voluntariamente o forzosamente durante la dictadura.- Primer Estado en reconocer a Rafael Videla como Presidente: EE.UU., el país que apoyó Dictaduras e intervino en golpes de estado en países de Latinoamérica.
El FMI aprobó un Crédito Internacional de 110 millones de dólares el mismo día del Golpe Militar, aun cuando las nuevas autoridades no habían sido reconocidas por ningún país en el mundo. Hoy seguimos endeudados con el FMI con políticas económicas asesinas.
Se estatizó la deuda privada de más de 70 grandes empresas. Entre ellas el Grupo Macri, Techint, Fiat, Ford, City Bank, IBM, Banco Francés, etc. El monto, alrededor de 22 mil millones de Dólares. Casi la mitad de la de Deuda que generó la dictadura.- El primer partido político en reconocer la dictadura cívico-militar, fue el Partido Comunista (PC)
A 49 años de producido el último golpe de Estado en nuestro país, la Memoria, la Verdad y la Justicia reclaman que alguien las defienda y sepa conducirlas en el marco de un programa restaurador de intereses nacionales, sin mezquindades y con fuerte compromiso patriótico y de desarrollo soberano del conocimiento.
Ver:
El plan económico de Milei es un «plagio» de Martínez de Hoz y Cavallo