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Ajuste, devaluación y fin de retenciones a las ganancias extraordinarias agropecuarias: el modelo económico que propuso Larreta a la Sociedad Rural

Conocé las 7 propuestas económicas. El precandidato a presidente por la alianza macrista/radical, y actual jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, indicó que su prioridad si resulta electo será ordenar las cuentas y avanzar hacia el déficit primario cero en el primer año.

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, prometió este miércoles frente a empresarios un tipo de cambio unificado y eliminar retenciones al campo si es que logra acceder a la presidencia en las elecciones de octubre próximo.

En un encuentro en la Sociedad Rural, Larreta exhibió parte de su plan de Gobierno. “Vengo a proponerles siete medidas concretas y posibles que fui armando en conjunto con un gran equipo de expertos y que, después de recorrer todo el país escuchando sus preocupaciones e intereses, creo que son las prioritarias para el sector”, adelantó.

Primero, tenemos que generar estabilidad, tanto desde lo macro como desde lo micro. Sin estabilidad macro, ningún productor puede tener certidumbre para planificar una campaña o invertir. La inestabilidad es el talón de Aquiles de nuestro país, es el ancla que hace que nuestro barco no avance.

Por eso, mi prioridad número uno si me eligen presidente va a ser ordenar las cuentas y avanzar hacia un primer objetivo razonable: déficit primario cero en el primer año. Para esto vamos a bajar el gasto público, ir hacia el equilibrio fiscal y potenciar la creación de riqueza que ustedes generan.

Pero también necesitamos garantizar la estabilidad micro. El agro necesita un marco regulatorio e impositivo que se mantenga a lo largo de los años. El productor que siembra maíz, por ejemplo, necesita que, como mínimo, por una campaña no le cambien las reglas del juego. El ganadero mucho más: necesita estabilidad durante los 7 años del ciclo de producción. Es inaceptable modificar las normas en medio del proceso productivo. Por eso, al igual que sucede hoy con la minería, vamos a darle por ley estabilidad al marco regulatorio e impositivo del sector”.

Segundo, tenemos que apuntar a la unificación cambiaria. Mi compromiso es claro: va a haber un tipo de cambio unificado en mi gobierno lo más rápido posible. Ahora, voy a ser honesto, no es realista decir que podemos hacerlo en el primer día, como hicimos en el 2015. La situación económica es dramática, al punto de que no tenemos ni idea si vamos a siquiera encontrar reservas el 10 de diciembre en el Banco Central.

Pero el compromiso es firme: el campo necesita un tipo de cambio unificado que permita planificar las campañas, adquirir los insumos necesarios para la producción y exportar con previsibilidad. Y se lo vamos a garantizar”.

Tercero, las retenciones. Las retenciones son un impuesto horrible que se adueña del trabajo del campo. Desde 2002 el estado recaudó en concepto de Derechos de Exportación más de USD 173.000 millones. ¿A dónde fueron?

Mi primer paso va a ser eliminar, el día uno, las retenciones para más de 200 productos de las economías regionales, como el azúcar, el tabaco, los jugos de fruta y de limón, el aceite de maní, entre otros ejemplos. Y con el resto de las retenciones, vamos a marcar el camino por el que van a descender hasta su eliminación.

En paralelo, también vamos a resolver las restricciones cuantitativas a la exportación. Hoy, el sistema actual los tiene de rehenes y el Gobierno, en lugar de premiar al que quiere trabajar y producir más para aumentar sus exportaciones, le quita los incentivos. La carne no puede estar cuotificada, y hay que ponerles un freno a las restricciones a los lácteos y a los granos”.

Cuarto, la burocracia. Vamos a avanzar hacia una simplificación burocrática para que los organismos públicos federales no sean los principales enemigos de la producción. El campo nuclea y une. Es un sector que no trabaja solo y constantemente tiene vínculo con toda la cadena productiva.

Durante mi gobierno, el campo va a pasar de hacer trámites en oficinas a hacerlos a distancia. Es engorroso ir al pueblo para pagar impuestos o hacer declaraciones juradas.

Además, vamos a ir hacia una unificación informativa para que entre los distintos organismos públicos se comparta la información y que ya no tengan que llevar la misma información a distintas dependencias que les piden lo mismo.

Vamos a integrar a la Aduana con la AFIP, el SENASA y con el INAL, cada una ocupándose de sus tareas, pero funcionando coordinadas. Y al mismo tiempo fomentar el paso a la formalidad para equiparar las diferencias entre todos los productores.

También, vamos a relanzar las mesas de competitividad y reformular los acuerdos sindicales para el crecimiento, la productividad y el empleo”.

Quinto, la infraestructura. Tenemos que trabajar junto a los municipios y gobiernos locales para mejorar los caminos rurales. Muchos caminos necesitan estar preparados con el tratamiento especial que requieren algunas producciones como la de la leche o la madera. Mejorar su estado es clave para otros objetivos, como que puedan entrar y salir los maestros de las escuelas rurales.

Después están las rutas, dándole prioridad a terminar las obras que ya arrancaron, pero que están frenadas hace tiempo. Es urgente convertir en autopistas rutas importantes como la 7 que atraviesa nuestro país de este a oeste y que además es la principal conexión internacional de Argentina, terminando en el paso Cristo Redentor que nos une con Chile y que tenemos que mejorar para duplicar su capacidad de paso.

También tenemos que terminar la obra que convierte en autopista a la ruta 19. Es una ruta muy importante porque une las provincias de Santa Fe y Córdoba, pasando por zonas agrícolas y ganaderas muy productivas y atravesando toda la cuenca lechera.

O la ruta 34 que recorre las provincias de Santa Fe, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy.

Y necesitamos avanzar de una vez por todas en la conexión del camino del Buen Ayre, que pese a ser una obra cara, es clave para descomprimir la General Paz y facilitar la logística en el Conurbano.

La obra va a tener un gran impacto sobre todos los productos frescos que la agroindustria provee al Gran Buenos Aires.

Estas obras mejoran la seguridad vial, ayudando a prevenir muertes y también a aumentar la producción, gracias a que permiten que anden los camiones bitrenes, que al transportar mucha más cantidad de toneladas en un solo viaje ayudan a reducir costos.

Por otro lado, tenemos que avanzar con las obras de profundización de la Hidrovía con inversión privada para el dragado, porque es un canal de transporte fundamental para que el campo mejore su productividad y exporte más.

Hace falta mejorar la conectividad digital rural, con mayor conexión para los celulares, antenas y satélites. Un avance fundamental y necesario para el día a día de todas las personas que viven en el campo y para todo lo que se puede mejorar con conectividad, como la trazabilidad necesaria cada vez más para la comercialización. Y además es la única forma de entrar al mundo de la agricultura de precisión”.

Sexto, la inserción al mundo. Tenemos que aprovechar al máximo todo el potencial de trabajo e inversión directa que representa nuestro bloque regional, el Mercosur, para integrarnos al mundo y permitir que nuestros productos lleguen cada vez a más mercados. Siempre nos va a ir mejor saliendo al mundo juntos que separados.

Además, me comprometo a poner en vigencia el Acuerdo con la UE, que es otra gran oportunidad que tenemos para captar inversiones en la agroindustria argentina y abrir un mercado de más de 800 millones de consumidores.

Y también, tenemos que empezar a trabajar en nuevos acuerdos comerciales con otros países, entre ellos India, México, el Sudeste Asiático y el Norte de África.

Potenciar acuerdos comerciales va a mejorar la inserción de nuestro campo, y vamos a contemplar un período de adecuación de 10 años para los sectores que no sean tan competitivos”.

“Y séptimo, la seguridad. Aunque parezca increíble, en pleno siglo XXI en nuestro país la propiedad privada es algo que por desidia o mala intención, muchas autoridades no creen que sea importante garantizar.

Y ustedes lo sufren en primera persona. En los últimos años vimos varias tomas de tierras, roturas de silobolsas y ataques a la producción. Ataques a su trabajo que son ataques a la patria.

Por eso quiero proponer también la creación de un Centro Unificado de Información Rural, que integre a las distintas sociedades rurales con las policías locales y las fuerzas federales para reunir información sobre los hechos, estudiar las modalidades delictivas específicas que sufre el campo, actuar para evitarlas, y detener y castigar con dureza a quienes las cometan”.

Insistió, durante su discurso, que “todas estas medidas son posibles, las venimos trabajando con nuestros equipos técnicos y quiero que se constituyan en el andamiaje central de seis objetivos concretos que yo quiero para el agro.

Primero, como ya dije, duplicar las exportaciones en seis años. Segundo, aumentar la producción de granos a 190 millones de toneladas. Tercero, superar los 4 millones de toneladas de producción de carne. Cuarto, duplicar el valor agregado en origen para revalorizar las comunidades mediante el procesamiento local de materias primas. Y me refiero a la carne, a la leche, a los alimentos y a muchísimas cosas más que ustedes saben hacer. Quinto, fomentar la generación de empleo y aprovechar el efecto multiplicador que tiene el campo, que hoy genera por cada empleo directo, 3.4 puestos de trabajo en toda la cadena.Y sexto, que el agro tenga su primer unicornio AgTech”.

Para el cierre, afirmó: “Sé que podemos lograrlo. Venimos de décadas donde el agro no puede hacer valer el fruto de su trabajo. Pero todos sabemos que el potencial está. En los últimos 20 años, la transferencia de recursos del campo a la sociedad fue importantísima: aportó más de 150 mil millones de dólares. Y por eso, mi mayor convicción es dejarlos ser. Escucharlos. Acompañarlos. Permitirles desplegar todo su potencial.

La única verdad que ven los argentinos todos los días, la que ustedes construyen cada vez que sale el sol, es que el campo y todas sus credenciales hablan por sí solas. El campo es Patria. El campo es tradición y modernidad. El campo es la Argentina. Cuando hay un plato de comida en las mesas de los argentinos y del mundo, lo produjo el campo.

Cuando los pueblos del interior de las provincias desarrollan su vida, evolucionan y progresan, eso es el campo. Cuando vemos las grandes inversiones y el caudal de las exportaciones se traducen en nuevos puestos de trabajo, eso es el campo. Cuando vemos el ingreso de dólares que hace crecer al país, es el campo. Cuando vemos que la genética argentina llega a todas partes y es reconocida en el mundo, es el campo. Cuando soñamos con el crecimiento de la Argentina, soñamos con el campo trabajando libre, en paz, cosechando, produciendo. Y con una dirigencia política a la altura de las circunstancias.

Cuento con ustedes para hacer realidad el país que nos merecemos, cuenten conmigo para trabajar sin aflojarle ni un minuto”.

 

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