A consecuencia de la pandemia de Covid-19, Alemania –la mayor economía de Europa- sufrió un desplome récord del 9,7% en el segundo trimestre de 2020. A su vez, las autoridades de Berlín prohibieron varias manifestaciones planeadas para este fin de semana en contra de las medidas gubernamentales para combatir la pandemia de COVID-19.
Las autoridades berlinesas responsables precisaron el pasado miércoles, que los manifestantes probablemente no cumplirían las medidas de distanciamiento social para evitar la expansión del nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
Como ejemplo, mencionaron las protestas del pasado primero de agosto en las que muchos de los cerca de 20.000 participantes habrían ignorado conscientemente las medidas de higiene, negándose, por ejemplo, a usar mascarillas.
El responsable del Interior de la ciudad-estado de Berlín, Andreas Geisel, anunció un amplio operativo policial en caso de que llegue a haber aglomeraciones de manifestantes, pese a la prohibición.
«No aceptaré que los negacionistas del coronavirus, ciudadanos del Reich y extremistas de derecha vuelvan a usar a Berlín como escenario», señaló, y agregó que el «Estado no se deja engañar». Geisel también exhortó a todos los ciudadanos demócratas a distanciarse de este tipo de eventos.
Alemania entra en recesión tras registrar una caída récord del 9,7% por el impacto de la pandemia
La economía alemana, la mayor de Europa, sufrió un desplome récord del 9,7% en el segundo trimestre de 2020 como consecuencia del impacto de la pandemia de Covid-19 y de las medidas de contención implementadas, aunque la contracción fue cuatro décimas menor que la caída del 10,1% estimada originalmente por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
«La contracción de la economía alemana fue, por tanto, mucho mayor que durante la crisis financiera y económica de 2008 y 2009, cuando el PIB bajó un 4,7% en el primer trimestre de 2009, y la caída más pronunciada desde que comenzaron los cálculos trimestrales del PIB para Alemania en 1970», indicó la oficina estadística.
De este modo, Alemania entró en recesión técnica en el segundo trimestre del año, después de haber registrado una caída de la actividad del 2%, dos décimas menos de lo estimado inicialmente, entre los meses de enero y marzo.
En comparación con el segundo trimestre de 2019, el PIB germano retrocedió un 11,3%, superando la contracción interanual del 7,9% en el segundo trimestre de 2009
Consumo interno
En su análisis, Destatis señaló que, como consecuencia de la pandemia de coronavirus y de las restricciones implementadas, el gasto en consumo final de los hogares cayó drásticamente un 10,9% en el segundo trimestre de 2020 en comparación con el primer trimestre,mientras que la formación bruta de capital fijo en maquinaria y equipo se redujo un 19,6% y la formación bruta de capital fijo en la construcción cayó un -4,2%.
En este sentido, la oficina destacó que «solo el gasto en consumo final de las administraciones públicas tuvo un efecto estabilizador al superar en un 1,5% el dato del trimestre anterior, lo que impidió una disminución aún mayor del PIB».
Asimismo, el comercio con otros países también se desplomó entre abril y junio. En el segundo trimestre de 2020, las exportaciones de bienes y servicios cayeron un 20,3% respecto del primer trimestre de 2020, después del ajuste de precios, estacional y de calendario. Las importaciones registraron una caída del 16%.
En el primer trimestre de 2020, al inicio de la crisis del coronavirus, las exportaciones alemanas ya habían caído un 3,3% y las importaciones un 1,9%.
Los datos del segundo trimestre representan unas caídas sustancialmente mayores de las exportaciones y de las importaciones que durante la crisis financiera del primer trimestre de 2009, cuando las ventas al exterior cayeron un 11%, mientras que las compras bajaron un 5,9%.
Empleo
Por otro lado, Destatis informó de que en el segundo trimestre el número de ocupados en Alemania alcanzó los 44,7 millones de personas, lo que representó una disminución de 574.000 (-1,3%) respecto al año anterior, aunque destacó que los mecanismos de trabajo a jornada reducida permitieron frenar el incremento del desempleo.
En este sentido, entre abril y junio el número de horas trabajadas por persona ocupada «descendió extraordinariamente» un 8,8% respecto al año anterior, según unos primeros cálculos provisionales del Instituto de Investigaciones Laborales de la Agencia Federal de Empleo.
Los sueldos y salarios brutos de los empleados disminuyeron un 4.8% respecto del segundo trimestre de 2019, con un retroceso interanual en términos neto del 4,3%. No obstante, debido a las ayudas gubernamentales, la renta disponible de los hogares fue solo un 0,8% más baja en el segundo trimestre de 2020 que un año antes.
De su lado, la productividad laboral global (PIB ajustado en precio por hora trabajada por los ocupados) cayó un 1,5% respecto al mismo trimestre del año anterior, según cálculos provisionales, mientras que la productividad laboral por persona ocupada se desplomó hasta un 10,2% en comparación con el segundo trimestre de 2019.
Fuente: DW, EFE, El Mundo.es, Europa Press