El presidente Javier Milei asegura que aún tiene 3.000 reformas pendientes, en momentos en que el parlamento se apresta a discutir una nueva versión del proyecto de “ley ómnibus”.
“Si el Congreso no aprueba las reformas, pienso enviarlas en 2025 a partir de una mejor composición. No solo voy a terminar de completar las 1.000 reformas que ya envié, sino para mandar las 3.000 que tengo pendiente”. Así lo señaló el presidente Javier Milei en momentos en que el parlamento se apresta a discutir una nueva versión de la “ley ómnibus”.
Estas declaraciones fueron realizadas por el primer mandatario en una entrevista difundida hoy en el especial dominical de «The Ben Shapiro Show», en “The Daily Wire”, un conocido presentador estadounidense de ideología conservadora.
De esta forma, Milei ratifica su estrategia de llevar adelante iniciativas a pesar de los obstáculos, que, según su visión, le pone la “casta política” y apoyándose en lo que considera el apoyo de la gente a las propuestas que lo llevaron a la jefatura del Estado.
Es que el presidente, según señalan en su entorno, está convencido de su sustento popular y de la demanda de cambios. Lo dejó explícito en un pasaje de esta entrevista cuando señaló “Frente a semejante ajuste, ¿cómo puede ser que haya aumentado mi popularidad, mi intención de voto? Quiere decir que la batalla cultural está dando resultados, quiere decir que los argentinos decidieron madurar, ponerse los pantalones largos”.
Tan seguro está de que lo apoyan que afirmó “Si fuéramos a una segunda vuelta como la que tuvimos el año pasado, ganaríamos 58 a 42, pero es importante que, de esos 58 puntos, nos votarían de manera segura un 48% en la primera vuelta, es decir, que aun con el voto duro, que hemos incrementado en un 60%, podríamos ganar en primera vuelta, porque la persona con más intención de voto luego de nosotros es Cristina Kirchner, con 20%”.
El personaje político
Milei juega a ser una especia de «rara avis» de la política criolla, y ha señalado en distintas oportunidades que no está dispuesto a entrar en el juego del “toma y daca” de la política tradicional. Más aún, en su círculo íntimo señalan que no le agradan este tipo de negociaciones, que en buena medida ha dejado bajo la responsabilidad de su hermana, Karina, no por nada bautizada por él mismo como “El Jefe”. Y es inflexible en cuanto a que debe realizarse un ajuste de las cuentas públicas.
Lo volvió a reiterar en este reportaje al señalar que “Dijimos que íbamos a hacer un ajuste muy fuerte y que íbamos a sufrir en la primera etapa, pero que después íbamos a salir y todo eso se está cumpliendo y por eso la gente apoya; porque tuvimos la valentía de decirle la verdad y, por eso, está desorientada, digamos, la casta política, porque siempre engañaron a la gente y siempre le dijeron lo que querían escucha”.
Distintas encuestas de opinión revelan que efectivamente sigue siendo elevada la imagen positiva del gobierno de Milei. Pero la duda que también se plantean los analistas políticos es cuánto durará este apoyo en el marco de los severos sacrificios que impone el programa de ajuste.
En este sentido, se considera un elemento clave pasa por que la conducción económica siga logrando una baja sostenida de la inflación que posibilite el comienzo de la recuperación de los ingresos reales de la población (más que por subas nominales) y de esta forma recomponer el consumo y alentar la recuperación de la actividad económica.