Graves denuncias de abuso sexual contra mujeres, violaciones a los Derechos Humanos, torturas y desapariciones de manifestantes en Chile, y ni una sola denuncia concreta por parte de la OEA; ONU; Unión Europea; EE-UU, y los gobiernos “Republicanos” de la región, que de manera descarada atacan a gobiernos populares, pero protegen al sanguinario presidente Sebastián Piñera, que cada día se parece más a su admirado verdugo, Augusto Pinochet. El pueblo en las calles exige sus renuncia.
Más de un millón de personas se movilizaron solo en Santiago de Chile, contra las insostenibles consecuencias del denominado “Modelo Chileno”, un esquema económico impuesto por el verdugo Augusto Pinochet, basado en una profunda desigualdad económica. El estallido social también se desarrolla en el resto del país, y se calcula que en total, se movilizaron casi dos millones de personas durante el último viernes de octubre.
«Chile debe investigar y sancionar estos hechos con diligencia, así como la actuación policial y militar en las que se habría hecho uso desproporcionado de la fuerza contra civiles. El uso de la fuerza debe regirse por los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad», expresó la CIDH
El modelo económico hiper-concentrado que impuso el verdugo Augusto Pinochet, a sangre y fuego, desde 1973 a 1990, los años que gobernó de facto en el país trasandino. Desde su recuperación democrática, tanto los gobiernos de “derecha” como de “centroizquierda”, mantuvieron hasta el día de hoy el mismo modelo. Ahora, el pueblo chileno, de manera autoconvocada y sin organización ni liderazgos a la vista, que les permita construir una salida política, dijo basta.
En tanto, el instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile (INDH), realizó graves denuncias sobre violencia sexual, desnudamientos forzados y torturas en el contexto de las detenciones de manifestantes. «Chile debe investigar y sancionar estos hechos con diligencia, así como la actuación policial y militar en las que se habría hecho uso desproporcionado de la fuerza contra civiles. El uso de la fuerza debe regirse por los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad», expresó la CIDH.
Al cierre de esta nota, oficialmente se contaban 19 muertos, 2852 detenidos, 874 heridos ( más de 200 por impacto de bala), varios de ellos de gravedad, y se estima que unos sesenta ciudadanos chilenos se encuentran desaparecidos.
CIDH expresa su preocupación por denuncias hechas al @inddhh sobre violencia sexual, desnudamientos forzados y torturas en el contexto de las detenciones de manifestantes. #Chile debe investigar y sancionar estos hechos con diligencia (5/7) https://t.co/r2grehL3S4
— CIDH – Comisión Interamericana de Derechos Humanos (@CIDH) October 20, 2019
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