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Día de la Bandera Nacional: ¿Por qué debería ser azul, y no celeste, y blanca como impusieron los liberales?

El 27 de febrero de 1812, el general Manuel Belgrano izó por primera vez el pabellón nacional en Rosario, a orillas del Río Paraná. Ese día, Belgrano presentó la bandera azul y blanca como símbolo patrio. Años más tarde, y con el afán de diferenciarse de los referentes federales que habían adoptado el azul y blanco para la enseña nacional, el presidente liberal Bartolomé Mitre, impuso el color celeste y blanco al reescribir la historia nacional. El pabellón azul y blanco flameó en las batallas de Ituzaingó (1827) contra el imperio del Brasil y en la patriótica gesta de la «Vuelta de Obligado» (1845), en la que por orden del Brigadier General Juan Manuel de Rosas, se presentó combate a las potencias más importantes de ese momento: Inglaterra y Francia, que llegaron a estas costas para imponer por la fuerza sus productos, en detrimento de la incipiente industria nacional de entonces. En abril de 2017, investigadores del CONICET y de la Universidad Federal de Juiz de Fora (Brasil), analizaron químicamente hebras de la bandera más antigua que aún se conserva -del año 1814- afirmando que era azul, y no celeste, y blanca. Mirá el video.

Por Juan Manuel Rivero

Aquel 27 de febrero de 1812, se izaba por primera vez la bandera argentina. Inspirado en la escarapela azul-celeste del Triunvirato, el general Manuel Belgrano ordenó que la enseña patria lleve los colores azul y blanco. Con esos colores, el pabellón nacional acompañó -entre tantas otras acciones- las batallas de Ituzaingó contra el Imperio del Brasil, el 20 de febrero de 1827, como la gesta patriótica denominada «Vuelta de Obligada», el 20 de noviembre de 1845.

«Juremos vencer a los enemigos interiores y exteriores, y la América del Sur será el templo de la Independencia» (Discurso pronunciado por Manuel Belgrano el día que izó por primera vez el pabellón nacional azul y blanco)

Una vez derrocado el brigadier general Juan Manuel de Rosas -restaurador de leyes y líder popular federal- tras la Batalla de Caseros (3 de febrero de 1852), por una fuerza de coalición unitaria argentina y del Imperio del Brasil, bajo el mando del caudillo entrerriano Justo José de Urquiza, la bandera nacional continuó siendo Azul y Blanca, hasta la llegada a la presidencia de Bartolomé Mitre, quien se encargó de la estratégica tarea de reescribir la historia, para presentar una versión acorde a los intereses oligárquicos y liberales del país. En esa reescritura, «inventó» la bandera celeste y blanca, tal como hoy la seguimos concibiendo, para enterrar todo vestigio de identidad federal, a la bandera argentina original: la azul y blanca.

Comprobación científica que da cuenta que la bandera original era azul y blanca

Durante el mes de abril de 2017, un equipo de investigadores del Centro de Química Inorgánica (Cequinor en la Universidad Nacional de La Plata) y de la Universidade Federal de Juiz de Fora(Brasil) analizaron espectroscópica y químicamente hebras del ejemplar conservado más antigua. El estandarte está en el Templo de San Francisco de Tucumán.

Los científicos determinaron que las franjas superior e inferior son azules, en realidad, azul ultramar. Un color muy diferente al de la bandera oficial actual.

Además, la investigación indició que el material de la pintura usada para esta inscripción fue crocoita, un mineral de cromato de plomo (PbCrO4).

“Si bien esta no es la bandera que se izó en febrero de 1812 a orillas del Paraná, hay motivos para creer que Aráoz debe haber tomado el modelo de su creador, a quien era cercano”, afirmó Carlos Della Védova, investigador superior del Conicet y director del Cequinor, a cargo de la investigación.

También, los estudios verificaron que el pabellón es de seda.

Por otro lado, los científicos saben que los colores pueden estar alterados por los años y las condiciones a las que ha sido sometido el paño. Por lo tanto, proyectar los colores originales a través de la detección de los componentes de las muestras mediante fluorescencia de rayos X, espectroscopia Raman y análisis químicos.

Y después tradujeron los resultados al código para el color RGB, que permite representar colores a partir de coordenadas que toman en cuenta valores en la adición de los tres colores: rojo, verde y azul (RGB, sus iniciales en inglés).

(Los valores del azul de ultramar son R: 10, G: 63 y B: 122)

 

 

 

 

 

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