Es la primera visita de un pontífice al país. El Santo Padre argentino aterrizó en Bagdad, en un viaje que durará tres días y que desafía la seguridad y la pandemi, para acercarse a las minorías cristianas y tender puentes con el Islam.
Una larga alfombra roja y de fondo trompetas que sonaban El himno de la alegría, una canción que va en sintonía con el lema de este viaje: “Todos vosotros sois hermanos” (Mt 23,8). Así ha sido la acogida oficial del Papa en Irak a la salida del avión, donde le esperaba el Primer Ministro del país, el Señor Mustafa Abdellatif Mshatat, a los pies de la escalera anterior del aeroplano. Francisco, junto con el Primer Ministro se han trasladado a la Sala VIP del aeropuerto donde ha tenido lugar un encuentro privado, la foto oficial y donde Francisco ha regalado al Primer Ministro un tríptico, una medalla del viaje en plata y una edición especial de su Encíclica “Fratelli tutti”.
Los cristianos eran 1,5 millones de los 25 millones de iraquíes en 2003, cuando la intervención de Estados Unidos derrocó a Sadam Husein. Hoy las cifras se estiman entre 150.000 y 300.000 sobre un total de 40 millones de ciudadanos (el 70% menor de 25 años). Fueron víctimas de las guerras y sectarismos del país a mediados de la primera década de este siglo. Entre 2014 y 2017, el Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) intentó acabar con su presencia en las zonas que controlaba. Marcaron sus casas con la letra “n”, de nazarenos. Y en muchos casos, también entre los yazidíes, vendieron como esclavas a las mujeres.
Programa del Papa en su primer día en Iraq
Visita de cortesía al Presidente de la República. Tras este breve encuentro, el Papa se ha trasladado al Palacio Presidencial, ubicado a 21 km del aeropuerto, para la Ceremonia Oficial de Bienvenida. Allí le esperan el Presidente de la República, el Señor Barham Ahmed Salih Qassim, y su esposa.
Encuentro con Autoridades, la Sociedad Civil y el Cuerpo Diplomático
Al termine de esta visita de cortesía, el Papa se dirigirá al gran salón del Palacio Presidencial donde pronunciará su primer discurso de este 33° Viaje Apostólico Internacional, ante las Autoridades, la Sociedad Civil y el Cuerpo Diplomático.
Encuentro con los Obispos, sacerdotes y religiosos
La catedral sirio-católica de Sayidat al-Nejat es el escenario de la última cita prevista para este primer día del Viaje Apostólico de Francisco a Iraq. Es el encuentro, previsto para la tarde, con los obispos, sacerdotes, religiosos, seminaristas y catequistas.
Antes de partir a Irak
Antes de partir hacia Bagdad y dejar Santa Marta, Francisco pasó unos momentos con una docena de personas acogidas por la Comunidad de Sant’Egidio y la Cooperativa Auxilium que se habían refugiado recientemente en Italia desde Iraq. El grupo estuvo acompañado por el Limosnero Apostólico, el cardenal Konrad Krajewsk. En el momento de abandonar el territorio italiano, el Papa envió el habitual telegrama al Presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, deseando que la prosperidad y la serenidad se extiendan a toda la población. En un mensaje enviado al Pontífice, el Jefe de Estado italiano subrayó, por su parte, que el viaje apostólico a Iraq «representa para las comunidades cristianas martirizadas de ese país y de toda la región, un testimonio concreto de cercanía y preocupación paternal». A bordo del avión, una imagen muy especial acompañó al Santo Padre durante el viaje a Bagdad: la de la Virgen de Loreto.
Con información de Vatican News