Por Maximiliano Borches. En unidad, y con una tarea de gigantes para comenzar a reconstruir un país devastado social, económica y laboralmente, el Frente de Todos se impuso en las elecciones generales con el 48,1%, frente al 40,4% que cosechó el –por ahora- gobierno de coalición PRO-UCR-ARI en Cambiemos, que logró superar su performance de las PASO. Axel Kicillof se impuso holgadamente en la Provincia de Buenos Aires, que volverá a ser gobernada por el peronismo. Alberto Fernández es Presidente electo. Millones de argentinos ubican en él, sus esperanzas de una vida con mayor dignidad. La marca Cambiemos mutará en otro nombre, pero mantendrán una porción interesante de poder, que no habrá que subestimar.
Con el peronismo como principal articulador, el Frente de Todos triunfó en las elecciones generales del 27 de octubre, poniendo fin a cuatro años de políticas neoliberales que solo lograron caos social, económico, productivo y laboral. La por ahora denominada alianza Cambiemos, se encargó en este tiempo de destruir el entramado productivo, con el objetivo fallido de minar los derechos conquistados por los trabajadores argentinos desde 1943 en adelante, cuando el líder popular Juan Domingo Perón asumía como Secretario de Trabajo y Previsión Social. Un objetivo que los sectores dominantes del poder económico local, en alianza -según la etapa histórica- con sectores de la izquierda o el conservadurismo político, han intentado alcanzar, sin mayores resultados.
“La reconstrucción de “las bases espirituales de la Nación” (La industria y el trabajo), requerirá de la participación comprometida de todos los sectores de la sociedad, que deberán anteponer más que nunca, el interés colectivo, a sus intereses sectoriales y –en algunos casos- individuales”
En un escenario económico y social de extrema fragilidad y devastación, al próximo gobierno popular le tocará una de las tareas más difíciles desde la recuperación -para siempre- de la democracia, en 1983, para poner en pie a la Argentina.
Si bien el peronismo siempre ha demostrado ser la única fuerza política, que a los largo de los últimos 69 años, ha sabido solucionar las múltiples crisis económicas y políticas que han dejado gobiernos militares y radicales, la reconstrucción de “las bases espirituales de la Nación” (La industria y el trabajo), requerirá de la participación comprometida de todos los sectores de la sociedad, que deberán anteponer más que nunca, el interés colectivo, a sus intereses sectoriales y –en algunos casos- individuales.
Este es el principal desafío que la comunidad nacional, deberá enfrentar en los próximos meses. Allí se demostrará si como sociedad estaremos, o no, a la altura de esta etapa.
Gracias a TOD☀️S ❤️🇦🇷 pic.twitter.com/xkxkrJQYes
— Unión por la Patria 🇦🇷 (@unionxlapatria) October 28, 2019