«Afronten a los traficantes de muerte», de esta manera, el Papa Francisco, instó a los mandatarios reunidos en la Cumbre del G-20 que se desarrolló en Buenos Aires, a combatir el narcotráfico.
«Es deber y tarea de los gobiernos afrontar con coraje esta lucha contra los traficantes de muerte», dijo el Papa Francisco al recibir en audiencia a los participantes de la Conferencia Internacional «Droga y Dependencia».
«Un ámbito siempre más riesgoso se está relevando en el espacio virtual: en algunos sitios de internet, los jóvenes, y no solo, son seducidos y arrastrados a la esclavitud de la que es difícil liberarse», sostuvo el Sumo Pontífice
La conferencia es impulsada por el dicasterio para el Desarrollo Integral. El pontífice auspició que pueda haber «una mayor coordinación de las políticas antidrogas y antidependencias. No sirven políticas aisladas: es un problema humano, un problema social, todo debe estar vinculado».
«Un humanismo que tiene el fundamento del Evangelio de la Misericordia», dijo el Papa.
Para el Sumo Pontífice es necesario crear «redes de solidaridad y proximidad en relación a aquellos que están marcados por estas patologías» y también continuar apoyando a «aquellos que salieron del túnel de la droga y de varias dependencias».
«La entera comunidad en su conjunto -subrayó el jefe de Estado del Vaticano- es interpelado por las actuales dinámicas socio-culturales y por las formas patológicas derivadas de un clima cultura secularizado, marcado por el capitalismo de consumo, por la autosuficiencia de la pérdida de los valores, del vacío existencial, de la precariedad de los vínculos y de las relaciones», precisó.
«La droga, como ya subrayé varias veces, es una herida de nuestra sociedad, que atrapa a muchas personas en sus redes. Son víctimas que perdieron su libertad a cambio de esta esclavitud, de una dependencia que podemos definir química», concluyó el Papa argentino.