Luego de producirse la explosión de una estufa en la Escuela Secundaria N°27, ubicada en el barrio “La Esperanza”, de la localidad de Francisco Álvarezen en el día de ayer, el informe presentado por le empresa Botticelli Gas, realizado en ese establecimiento, afirma que se trató de una “mala maniobra” al encender el artefacto. Dicha empresa es contratada directamente por Provincia, a través de la Avocación («Intervención») del Consejo Escolar de Mariano Moreno.
Según afirmaron desde “InfoMoreno Digital”, la explosión de la estufa ocurrida el lunes a primera hora en la Escuela Secundaria N°27 del barrio “La Esperanza”, de la localidad de Francisco Álvarez, se debió a una “mala maniobra” ocurrida al encender el artefacto.
«Negligencia»
El gasista Rafael Botticelli, quien concurrió para verificar los motivos del siniestro, detalló:
«se constata que en un intento incorrecto de encender un calefactor marca Volcán, se provocó una explosión. Esto ocurre por mantener presionada la perilla de la termocupla de manera negligente, provocando una acumulación de gas dentro del artefacto»
A su vez aclara que fue conectado y probado en junio de 2018, con una segunda prueba en septiembre de ese año, y que en ambas fechas funcionaba de manera correcta.
Queda por escuchar la palabra del portero escolar, quien quedó aturdido, y debió ser atendido por su ART, mientras se procedía a desalojar el edificio, tal como indica el Protocolo.
El fantasma de la tragedia ocurrida el 2 de agosto del año pasado en el Escuela N° 49, que se cobró las vidas de los trabajadores de la educación, Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, sobrevuela aún en otros establecimientos educativos públicos del distrito.
Esta mañana, a causa de un escape de gas, explotó una estufa en la Escuela Secundaria N°27 del barrio “La Esperanza”, en Francisco Álvarez.
Más de 90 escuelas de Mariano Moreno continúan con problemas de conectividad y uso del gas. La situación, a un mes de comenzar el invierno, continúa siendo dramática.
Ver:
A un mes del comienzo del invierno, 90 escuelas siguen sin gas