Por Maximiliano Borches. A las 20:25hs de la fría noche del 26 de julio de 1952, Evita Duarte de Perón daba su paso definitivo a la inmortalidad. Su vida fue breve. De la mano de Juan Perón, su obra fue inmensa y profunda. No sólo marcó el destino de una patria que por aquellos años comenzaba a liberarse, como así también la de sus contemporáneos, sino que se transformó en bandera de liberación para las generaciones posteriores, hasta nuestros días.
La doctrina justicialista es el último cuerpo de ideas con influencia de masas nacido en el siglo XX, que se mantiene firme en el siglo XXI, cuyo objetivo es la construcción de un proyecto nacional que contemple la independencia económica, liberación política y justicia social. En este sentido, Evita decía: “Por eso yo no puedo concebir al justicialismo sin Perón, y por eso he declarado tantas veces que yo soy peronista, no justicialista. Porque el justicialismo es la doctrina, en cambio el peronismo es Perón y la doctrina. ¡La realidad viva que nos hizo y que nos hace felices!”
“Queremos una Argentina pacífica, poderosa y soberana y una masa de trabajadores unida y feliz como ninguna en el mundo. Queremos el bienestar de los trabajadores, la dignificación de los humildes y la grandeza de esta patria que Perón nos ha dado y que todos debemos defender como la más justa, la más libre y la más soberana de la Tierra.” (Evita)
Su hacedor y constructor, Juan Domingo Perón, puso los ladrillos para construir la nueva casa que albergaría a todos los argentinos. Evita, brindó la contención necesaria con su infinito amor, a un pueblo que se encontraba desamparado en sus derechos, tras las dramáticas experiencias sociales que significaron los gobiernos antidemocráticos de la oligarquía nacional, que se fueron sucediendo desde 1930 a 1943.
“El capitalismo foráneo, el capitalismo foráneo y sus sirvientes oligárquicos y entreguistas han podido comprobar que no hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos” (Evita)
La creación de la Escuela de Enfermería, Partido Peronista Femenino, su estrecha relación con el movimiento obrero organizado en la CGT, la Ciudad de los Niños y la síntesis de todas estas acciones y obras en beneficio del pueblo humilde la patria: la Fundación Eva Perón, fue la realidad efectiva de un proyecto colectivo que apenas duró nueve años -siete de los cuales con Evita en vida-, pero que sin embargo marcó a fuego la memoria y el amor más profundo de nuestro pueblo que continúa incólume en estos últimos días de retroceso político, social y económico, que tristemente encabeza un gobierno que representa los intereses de la oligarquía local y de los grupos financieros y especuladores internacionales, cuya fecha de vencimiento es el 10 de diciembre de 2019.