Según el informe publicado por el INDEC, la industria mostró un crecimiento de 4,4% interanual en enero, con una mejora de 1,7% respecto a diciembre. Desde el punto más bajo de crecimiento, registrado en abril pasado, la industria ya creció 51%.
La industria tuvo un buen arranque de año. La primera quincena de marzo arrancó con una mejora de 1,6%, en un sector que no deja de recuperarse luego del desplome brutal sufrido en marzo-abril, que llegó a ser de un tercio de la producción. El primer bimestre arrojó una mejora de 1,9% interanual, dejando atrás los perjuicios de lo más duro de la cuarentena. El sector ya dejó bien atrás el mazazo de la pandemia pero todavía opera bien por debajo de los niveles de 2017, cuando comenzó a desplomarse por las devaluaciones.
Los datos fueron publicados por el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI), del Ministerio de Desarrollo Social, a través del informe del Panorama productivo de marzo. El trabajo que publica todos los meses el CEP XXI estima, a través de una reponderación propia, la actividad industrial en base a los datos de Cammesa referidos a la demanda eléctrica fabril. Es un indicador bastante preciso, en lo que viene mostrando hasta ahora.
La mejora de 1,6% en la primera parte de marzo implica una continuidad en el rebote de un sector que ya en septiembre había dejado atrás el bajón pandémico. Los últimos números oficiales, publicados por el Indec, mostraron un crecimiento de 4,4% interanual en enero, con una mejora de 1,7% respecto a diciembre.
Todo parece indicar que en febrero esa dinámica se torció. El CEP XXI remarcó que su indicador mostró una caída de 0,7% interanual y de 2,7% respecto a enero. Eso sí, cabe destacar: enero y febrero, desde siempre, son meses a tomar con pinzas, tanto cuando suben como cuando bajan. Los factores de estacionalidad tienen mucho impacto si uno mide un mes contra otro, porque hay paradas de planta y vacaciones. La recomendación, históricamente, es la de comparar el bimestre completo.
En ese sentido, el Panorama productivo del CEP XXI destacó que enero-febrero reflejó un crecimiento de 1,9% interanual. Sobre ese resultado positivo se montó el 1,6% de la primera quincena de marzo. Si todos estos números se corroboran en la realidad, ya se puede afirmar que la industria opera 51,8% por encima de lo más bajo de la pandemia, en abril.
El informe destacó: «En lo que va de marzo, se destaca el retorno al crecimiento de la industria automotriz (cuyo consumo de energía ha estado creciendo en torno al 9% interanual), el buen desempeño de la industria aceitera (con un consumo de energía que en lo que va de marzo ha estado expandiéndose al 38% interanual), y la continuidad de la recuperación en ramas como metales básicos (11%), minerales no metálicos (12%) y textiles (3%). En contraposición, ramas como químicos, caucho y plástico o madera y papel vienen transitando un marzo con contracciones en el consumo de energía (3,5%, 3,5% y 10%, respectivamente)».
Desde CEP XXI destacaron un dato interesante acerca de la dinámica de la actividad económica en general, que entre febrero y diciembre cayó 3%, por el efecto pandémico, lo que la deja a mitad de tabla de los desempeños en el continente (incluyendo Estados Unidos y Canadá). Y es que la fuerte heterogeneidad que se observó en el rebote hasta noviembre, con sectores recuperando con fuerza inusitada y otros con caídas extremas, se moderó en los meses siguientes.
De hecho, el 76% de las ramas que crecían en noviembre moderaron sus mejoras en noviembre y el 67% de las que caían recortaron sus bajas.
Con información de INDEC, Ministerio de Desarrollo Social, BAE