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Solo basta caminar por las calles de la ciudad, por sus plazas, parques y bares, para ver como cada vez se cuida menos el Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio, en momentos donde Argentina presenta 24.200 fallecido y 904 mil casos positivos por coronavirus. En este contexto, y solo por oportunismo político para con su electorado, el macrismo porteño de Horacio Rodríguez Larreta ensaya volver a clases a dos meses del fin de las mismas y sin contenido pedagógico, y reabre los shoppings. La responsabilidad de no extender el contagio, depende de cada ciudadano. ¿Cuando la cifra de muertos y contagiados crezcan, Larreta se hará cargo?
En completamente real el hastío poblacional ante la persistente de la pandemia, que lejos de brindar señales de su final, continúa prolongándose en todo el país, y el mundo. En Europa, Israel y varios países asiáticos, los rebrotes son mortales. En América sigue multiplicándose.
En este contexto, el gobierno macrista porteño logró que se vuelvan a abrir los shoppings, en un momento donde prácticamente no se respeta el Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio en las calles, plazas, parques, y bares, que violando normas existentes, sus dueños impusieron en muchos casos las aperturas de sus espacios internos, aumentado el riesgo de contagios. En este punto, también es claro destacar la debilidad del Gobierno nacional, que lejos de tener capacidad para poner un límite ante este aquelarre pandémico, permite estas aperturas, que no por casualidad, no suceden en la provincia de Buenos Aires, donde a pesar del mismo hastío popular, continúa privilegiándose el cuidado de la salud de la población.
