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Desencajado, alienado, iracundo y perdido, el empresario-presidente, Mauricio Macri, decidió sacrificar al pueblo argentino a través de una violenta devaluación, que no sólo licúa el salario en el orden del treinta por ciento, sino que destruye el sistema de precios de servicios y bienes, abriendo peligrosamente las puertas a un desabastecimiento masivo de productos esenciales. Según afirman distintas fuentes, el delirio megalómano del tiránico y corrupto emperador Nerón Claudio César Augusto Germánico, fue el que provocó para su goce personal, el gran incendio que destruyó Roma en el año 64 D.C.
Por Maximiliano Borches
Lejos de asumir democráticamente la derrota electoral en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), y entender que el resultado obtenido por su fuerza política es el resultado de las políticas que excluyeron a millones de compatriotas, el gobierno de coalición PRO-UCR-ARI-Pichetto en Cambiemos, “culpó” al peronismo unido en el Frente de Todos por la megadevaluación -que desde el día posterior a la elección primaria- azota los enflaquecidos bolsillos populares.
El peligroso juego con el que Mauricio Macri, somete de manera casi tiránica al pueblo argentino, no sólo pone en serio riesgo el presente, sino también el futuro inmediato de millones de compatriotas.
No sólo el dólar superó los $60 y el riesgo país se ubica por encima de los 1.600 puntos, sino que comenzó una oleada de remarcaciones en Supermercados y otros comercios, que en lo inmediato limitará aún más, el acceso a la alimentación de un número mayor de argentinos
En este sentido, al destruir el entramado productivo nacional con las políticas económicas que viene aplicando desde que asumió, y negar el acceso a créditos para la producción con altísimas tasas que superan el 70% en el marco, además, de un mercado interno completamente deprimido, todo indica que el gobierno de la alianza Cambiemos tomó la decisión política de imponer una real pesada herencia al próximo gobierno que encabezarán Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, para intentar condicionarlo en términos económicos y sociales, debido en parte a los acuerdos superestructurales que tiene con diversos sectores de la especulación financiera internacional.
Sin embargo, lo positivo de esta etapa, es la consolidación del peronismo y otros sectores de la oposición en el Frente de Todos, que no sólo cuenta con un mayoritario respaldo popular (tal como quedó demostrado el pasado domingo 11 de agosto), sino que sus máximos referentes cuentan con la experiencia de haber recuperado la economía nacional, a partir del año 2003, cuando asumía Néstor Kirchner como presidente.
