Serán de la partida a Washington, el viceministro Gabriel Rubinstein, el jefe de asesores Leonardo Madcur, y el vicepresidente segundo del Banco Central, Lisandro Cleri, junto a uno de los directores de la entidad monetaria, Jorge Carrera. Los recibirá por primera vez desde que asumió su cargo el director para el Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés.
Una comitiva del Ministerio de Economía viaja este martes a los Estados Unidos para avanzar en las negociaciones con el FMI en busca de cerrar un acuerdo por la deuda de Argentina.
os funcionarios que viajan a Washington son el secretario de Política Económica del Palacio de Hacienda, Gabriel Rubinstein, el jefe de asesores del Ministerio de Economía, Leonardo Madcur y el vicepresidente segundo del Banco Central, Lisandro Cleri, y uno de los directores de la entidad monetaria, Jorge Carrera.
Por primera vez desde que asumió en su cargo el primero de mayo, el director para el Hemisferio Occidental del FMI Rodrigo Valdés negociará cara a cara con los enviados del Gobierno argentino.
¿Qué pide el FMI?
La línea del FMI sigue insistiendo con la necesidad de llevar adelante medidas de austeridad, en tanto que el ministro Sergio Massa no está dispuesto poner en juego la actividad económica, según señalan en su entorno.
Uno de los aspectos centrales de los pedidos argentinos es que el país obtenga fondos adicionales. En principio, se estima que el FMI podría llegar a enviar -una vez concluido el acuerdo- unos u$s2.000 millones– más los reembolsos estipulados.
Tal como anticipó este medio, uno de los puntos en discusión es que la fiscalización del organismo sea anual y que no se juzgue al país por no haber cumplido las metas tomando el período del primer semestre, sino como cálculo anualizado.
La política fiscal es otro de los temas controvertidos. Los técnicos no aceptan la petición del equipo económico de elevar en el orden del 2,5% del PIB la meta del déficit fiscal para el año. Por el contrario, habían planteado la necesidad de una reducción a 1,6% del desequilibrio primario.
La solución a la cual estarían arribando sería intermedia: mantener el 1,9% estipulado en el acuerdo, a pesar de que la sequía también tuvo impacto en los ingresos fiscales. Esta meta de 1,9% -de por si exigente-, implica una fuerte restricción del gasto público que resulta difícil de cumplir en medio de un proceso electoral, presunción que comparte el organismo multilateral.
Cabe recordar que la semana pasada, el Palacio de Hacienda comunicó al Fondo que unificará los pagos correspondientes a julio a finales de mes, decisión que algunos analistas interpretaron como que no pagará al Fondo hasta alcanzar un nuevo entendimiento que destrabe los desembolsos.
Hasta el momento, el FMI viene demorando el envío de dinero a la Argentina por al menos tres razones. Una es que el país incumplió con las metas del primer trimestre, otra es que la Argentina está pidiendo el adelanto de desembolsos y la tercera es que el organismo está demandando -conforme a su política – medidas antes de realizar giros que el ministro Sergio Massa no está dispuesto a aceptar.
Sergio Massa reunió a su equipo antes que viajen a Washington
Este lunes a la mañana el ministro reunió a su equipo a puertas cerradas. Allí se analizaron los avances en las negociaciones con el FMI, con el fin de lograr la firma del acuerdo por el que los pagos de los tres vencimientos de julio, por un total de u$s2.600 millones, se harán de forma unificada fin de mes. El objetivo es, en paralelo, cerrar la renegociación con el organismo de crédito.
Unificar los vecimientos trae un alivio a la perspectiva de reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Según estimaciones de la consultora Ecolatina, las reservas netas de la entidad se encuentran en terreno negativo por u$s5.300 millones.
El mecanismo de aplazar los vencimientos hasta fin de mes ya se hizo en otras oportunidades. La última fue en junio, cuando el Gobierno terminó cumpliendo sus obligaciones con el organismo multilateral con un remanente de Derechos Especiales de Giro por el equivalente a u$s1.700 millones que quedaban en las reservas y con yuanes “de libre disponibilidad” que se obtuvieron por el intercambio de monedas con China por u$s1.000 millones.
Llegada la comitiva argentina a EEUU se espera una ardua semana de trabajo. Según anticipó Ámbito, las conversaciones no terminarán este viernes. En el mejor de los casos será necesaria una semana más, la duodécima, para que el caso argentino llegue a la cúpula del FMI y luego al Board, donde se terminará de definir el tipo de relación que el país mantendrá con el Fondo.
En las negociaciones “todos juegan a hacer creer que se creen” comentan en Washington. De hecho, el acuerdo a lograr durará solo hasta diciembre. Es que, en el organismo saben que será necesario “barajar y dar de nuevo” con el nuevo gobierno.