Por Maximiliano Borches. El rostro del presidente Alberto Fernández colgado en un horca, sintetiza el espíritu de la marcha convocada ayer por macristas, radicales y lilitos, junto a la comparsa de “libertarios”, neonazis y vecinos de barrios privilegiados de la Capital Federal. Esta recreación en el siglo XXI del salvajismo unitario, se potencia en un contexto sudamericano favorable a las bestias. La única identidad política fuerte en la Argentina, además del peronismo, es el antiperonismo, sin importar los nombres que se pongan (radicales, progres, fascistas, anarquistas, trotskistas, etc.)
Lo más rancio de la derecha criolla está en pie de guerra contra la democracia. No han digerido -aún-, no solo la derrota electoral del año pasado. Sino algo más grande. La oportunidad perdida de avanzar con la legitimidad que dan los votos populares (situación hasta el 2015 inaudita para el neofascismo argentino), en el plan económico surgido tras el golpe cívico-militar-eclesiástico de 1955, cuyo objetivo desde entonces fue la destrucción del peronismo.
La alarmante foto que ilustra la portada de esta nota, y el video captado por el site “”FarandulaShow”, que reproducimos más abajo, no solo rememora los años oscuros de crímenes, persecución y espanto, que lastimaron a la Argentina a lo largo de décadas. También invoca a los espectros de aquellos verdugos que hoy ya no están en este país. Impotentes de no haber finalizado su marcha contra el gobierno peronista de TODOS ante las puertas del Edificio Libertador, la polifacética Patricia Bullrich, el actor Luis Brandoni y la larga lista de dirigentes y ex dirigentes macristas, radicales y lilitos, que convocaron a movilizarse en sus autos lujosos, repitiendo frases de San Martín que tuvieron que buscar desesperadamente a través de Wikipedia, tuvieron que finalizar su paso unitario en derredor del Obelisco.
Con el hijo del empresario fallecido Franco Macri (de vacaciones por Europa) perdieron su gran oportunidad. Solo una lejana posibilidad de que el errante destino de esta patria, conjugado con la máxima cantidad de errores por parte del peronismo de TODOS, como así también la máxima capitalización de aciertos que emanen del desaforado planeta macrista/radical/lilito, podría brindarles otra chance de ser gobierno a través las urnas. Por ahora solo son una oposición que pretende importar las dramáticas realidades que atraviesan Bolivia, Brasil y Chile (solo por nombrar algunos ejemplos cercanos), sin miras de saber como aplicarlas aquí.
Sabiendo que la excusa de la “anticuarentena”, ya dejó de ser un pretexto para convocar a su variopinto séquito del odio, un aspecto inevitablemente honesto se impuso ayer en las filas de las huestes del neofascismo criollo: las claras consignas políticas contra el gobierno de TODOS, y especialmente, contra la vicepresidenta – y dos veces presidenta- Cristina Fernández de Kirchner, cuya presencia, inteligencia e incontenible belleza –también intelectual- produce todo tipo de rencor entre los horcos. Nunca van a contar entre sus filas con mujeres como Evita, o como Cristina.
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