Lo que debía ser una emotiva despedida popular, al máximo ídolo de las últimas décadas, se transformó en un caos represivo que tuvo a la Policía de la Ciudad, como principal protagonista. Una feroz represión provocó decenas de heridos. Tras el pedido del ministro del Interior Eduardo de Pedro, al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y su jefe de Seguridad –y vicejefe de Gobierno- Diego Santilli, de que cesen con la brutal represión, los efectivos policiales porteños se retiraron. Más allá de elementos violentos presentes entre los seguidores del 10, y la brutalidad de la fuerza represiva porteña, las fallas en la organización de la Seguridad por parte del Gobierno nacional, también generaron responsabilidad en el final menos pensado. Diego Maradona no logra estar en paz, ni siquiera en su despedida.
Solo durante algunas horas, todo se desarrolló en armonía. Luego se desató el caos. Las fallas organizativas se vieron por varios lados. En principio, la que impuso cortar el velatorio a las 16:30hs sabiendo que centenares de miles de personas se agolparían para dar el último adiós, al máximo ídolo popular argentino. Decisión que tomó su familia, es cierto, pero que tuvo que haberse contemplado como un gran error.
Finalmente, el féretro con los restos de D10S comenzará a trasladarse –al cierre de esta nota- al Cementerio de Bella Vista, donde Diego descansará junto a los restos de sus padres.
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El origen del caos
El copamiento de miles de hinchas en el lugar hizo que el personal de seguridad de la sede de Gobierno llevara los restos del Diez hasta el Salón de los Pueblos Originarios, ubicado a unos 30 metros, donde se lo mantuvo bajo llave junto a la familia, a salvo de los desbordes.
Paralelamente, la Casa Rosada fue blindada en su perímetro por un cordón policial y un fuerte retén del cuerpo de Infantería por la entrada principal de Balcarce 50.
Cuando los efectivos de seguridad intentaban desagotar el hall central, un grupo de fanáticos copó el emblemático Patio de las Palmeras, donde permaneció entonando cánticos de homenaje al astro.
La decisión de extender el horario del funeral fue adoptada frente a los desbordes ocurridos en la Plaza de Mayo y sus alrededores por la enorme cantidad de personas.
Cerca de las 14hs, la Policía de la Ciudad cortó el acceso de público en la intersección de Bernardo de Irigoyen y Avenida de Mayo, retén inicial de acceso al velatorio, y allí se registraron los primeros incidentes.
Más tarde, los disturbios se trasladaron al sector vallado, comprendido entre ese punto y la Casa de Gobierno, donde se registraron corridas, gases lacrimógenos y detonaciones de balas de goma.
Varias unidades policiales en motos y camiones hidrantes se sumaron para dispersar a la gente que se había juntado en esa intersección para ingresar a la fila con destino a la Casa Rosada.
Ante el accionar policial, hubo corridas para el sur de la ciudad, para el norte y también hacia el Congreso de la Nación. Luego de varios minutos de tensión, la policía volvió a formar el cordón para impedir el ingreso del público al velatorio de Maradona.