Por Maximiliano Borches. Atrapado en su ciclotimia, con su gabinete en grave crisis por furiosos pases de factura, y en un escenario electoral que preanuncia una aún más estrepitosa derrota en las urnas el próximo 27 de octubre, el empresario-presidente, Mauricio Macri, decidió ponerse la máscara de Nerón y dejar tierra arrasada en la economía nacional. Una irresponsable y anti-republicana actitud, que pone en juego el presente y futuro inmediato de millones de compatriotas. Mientras tanto, sólo se ocupa de su campaña presidencial. La trágica experiencia de estos casi cuatro años de gobierno, deberá ser el punto de encuentro reflexivo más alto en la conciencia de los argentinos.
Producto de las políticas aplicadas –y las ausentes- de la alianza Cambiemos, los números de la economía cada vez son más críticos. Como si fuera una trágica ironía, el Riesgo País cerró ayer en 2001 puntos…su pico más alto desde el 2005. La devaluación de la moneda nacional ronda el 25% en las últimas dos semanas, el aumento promedio de los productos alimenticios ronda el 35%, patearon para enero del 2020 acumulados aumentos en los servicios de gas, luz y combustibles (lo que se transformará en otra bomba a estallar en tan solo cinco meses), las reservas en dólares están cerca de pulverizrse, la pobreza orilla el 40% de la población, sólo en el último año cerraron un poco más de 1.700 pymes manufactureras y la desocupación estaría rondando el 15%, según varios analistas privados.
En este contexto de decadencia, la cotidianidad se transformó en una amarga incertidumbre para la gran mayoría de la población nacional, y la Argentina en su conjunto está a solo un paso de la anomia
Como era de prever, desde la alianza Cambiemos –que antes culpaban al pasado- ahora, culpan al futuro, y sintetiza en la figura del candidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández, la totalidad de los males. Fernández es sólo eso, un candidato a presidente. Ni siquiera es un presidente electo, ya que la única instancia electoral que se desarrolló hasta el momento fueron las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Y en este nuevo intento de manipulación político/comunicacional – que en la práctica se presenta como otro giro más de los rasgos psicopáticos de Mauricio Macri- pretende confundir a la población, para lograr su verdadero objetivo: no hacerse cargo de las responsabilidades que le corresponde por la investidura que le otorgó el pueblo con su voto: la de Presidente de la Nación.
De cara a los cuatros meses que restan para cambiar el gobierno, el empresario-presidente, Mauricio Macri, debe gobernar y buscar la mejor solución a la caótica situación que sumió con sus políticas a la mayoría de los argentinos
Capítulo aparte, una vez finalizada la etapa más oscura desde que recuperamos para siempre la democracia, el 10 de diciembre de 1983, nuestra sociedad deberá generar los mecanismos para repensar con seriedad, cuáles son esos motivos por los cuales se deja seducir antes los cantos del Efecto Estocolmo.
De esto es de lo que no se quieren hacer cargo.
Presidente, no busque culpables fuera de su propio Gobierno. pic.twitter.com/u6XOvCA91h
— Alberto Fernández (@alferdez) August 28, 2019