A pesar de promesas y mejoras a futuro, la empresa multinacional Nestlé decidió avanzar con despidos masivos y sin aviso en la planta ubicada en la localidad de Villa Nueva, provincia de Córdoba. La medida fue tomada en medio de la madrugada y ya se exigió la intervención del Ministerio de Trabajo. Vicentin continúa sin pagar salarios a los trabajadores, y convocados por los gremios SOEA San Lorenzo y la FTICIODyARA, se movilizaron en reclamo por el incumplimiento salarial de la empresa. La agroexportadora abonó solo el 30% de los salarios de febrero y se profundiza el conflicto en el sector.
Según las informaciones dadas a conocer desde el Sindicato de Trabajadores de la Industria de Alimentos (STIA), la fábrica resolvió ayer a las cuatro de la mañana el despido de los primeros diez empleados y pasado el mediodía comunicó a otros ocho sin motivo ni aviso previo y en medio de la paralización de la planta.
En ese sentido, la compañía láctea había dispensado a su personal con vacaciones anticipadas obligatorias, con la promesa de que no desafectarían a nadie y con motivo que fueron cambiando, ya que en principio era por sobrestock luego por reestructuración y ahora por la baja en las ventas.
“Es una medida totalmente inhumana que ha tomado Nestlé”, expresaron desde el gremio al portal Puntal Villa María, donde advirtieron que hay personas con 30 años de antigüedad y “un legajo intachable”. “No han cumplido con su palabra de que a partir del 15 de abril iba a seguir operando con total normalidad”, agregaron.
Cabe destacar que la organización sindical solicitó una audiencia urgente con los funcionarios de la cartera laboral, ya que la firma multinacional se se niega a dar marcha atrás con esta decisión que dejó sin su única fuente de ingreso a casi una veintena de familias, por lo que se agudiza el estado de preocupación.
Vicentin sigue sin pagar salarios y crece el malestar en el sector
La crisis que atraviesa la agroexportadora Vicentin alcanzó un nuevo punto de tensión, con trabajadores que, respaldados por el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) de San Lorenzo y la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA), protagonizaron una escalada de protestas que incluyeron cortes de ruta y movilizaciones masivas.
El detonante de la última ola de protestas fue el pago parcial de los salarios de febrero, con la empresa abonando solo el 30% de los haberes. Esta situación, calificada de «insostenible» por los trabajadores y denunciada enérgicamente por las organizaciones gremiales, resultó en una movilización que comenzó en la planta de Ricardone y culminó con un corte total de la Autopista Rosario-Santa Fe.
Los trabajadores, organizados y respaldados por el SOEA de San Lorenzo y la FTCIODyARA, exigen el pago íntegro del 70% restante de sus salarios, pero también denuncian una situación de precariedad laboral que se arrastra desde hace años.
Los gremios denunciaron a la empresa por «mala administración» y exigieron tanto al gobierno provincial como al nacional que tomen medidas para evitar el cierre de la agroexportadora, lo que tendría un impacto devastador en la economía local y regional.
«Estamos viviendo una situación desesperante. No podemos alimentar a nuestras familias con el 30% de nuestro sueldo«, expresó uno de los trabajadores durante la protesta, que también exigió una «solución urgente”, a lo que agregó que “no podemos seguir siendo rehenes de esta situación».
Por su parte, el directorio de Vicentin admitió el pago insuficiente de los salarios, pero atribuyó la situación a dificultades financieras derivadas de un concurso de acreedores que atraviesa la firma que se ha prolongado por más de cinco años. La empresa argumenta que las «dilaciones judiciales» han impedido su reactivación financiera, y que están haciendo «el máximo esfuerzo» para generar ingresos y regularizar los pagos.
La explicación no logró convencer a los gremios, que consideran que la empresa está utilizando el concurso de acreedores como excusa para evadir sus responsabilidades. Los gremios rechazaron enérgicamente este argumento, exigiendo a la empresa que cumpla con sus obligaciones laborales.
La crisis de Vicentin se enmarca en un contexto de dificultades para el sector agroindustrial, que enfrenta desafíos como la sequía, la caída de los precios internacionales de los granos y la incertidumbre económica. En este escenario, el SOEA de San Lorenzo y la FTCIODyARA reclaman que el ajuste de la empresa no recaiga sobre los trabajadores y exigen la intervención del Estado para encontrar una salida al conflicto que evite el cierre de la firma.
Los trabajadores temen que la empresa pueda cerrar sus puertas, dejando a cientos de familias sin sustento, lo que los llevó a realizar la protesta en la Autopista Rosario-Santa Fe, pero aclararon que, si bien es respaldada por el SOEA de San Lorenzo y la FTCIODyARA, no fue convocada por los gremios.
Cabe destacar, que Vicentin cuenta con más de 1.000 empleados activos en su plantilla laboral, pero además se calcula que genera otros 2.000 puestos de trabajo, por lo que su cierre podría causar una grave crisis en la región.
Con información de Mundo Gremial