El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, inauguró el llamado “Centro de Confinamiento del Terrorismo”, levantada apenas en siete meses, en medio de su guerra contra las temibles pandillas denominadas “maras”.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukerle, anunció la construcción en tan solo siete meses de una gigantesca prisión levantada en una aislada zona del país, donde las autoridades encerrarán a integrantes de las pandillas contra las que el mandatario centroamericano ha desatado su guerra contra las llamadas maras, que hasta el momento presentó varios éxitos.
La cárcel lleva el elocuente nombre de “Centro de Confinamiento del Terrorismo”, y no deja dudas de que se convertirá en una pieza fundamental de su embestida contra la delincuencia, que ha dejado al menos 175 muertos en 10 meses.
“El Salvador ha logrado pasar de ser el país más inseguro del mundo, al país más seguro de América”, ha escrito Bukele al presentar el centro en Twitter. “¿Cómo lo logramos? Metiendo a los criminales en la cárcel. ¿Hay espacio? Ahora sí. ¿Podrán dar órdenes desde adentro? No. ¿Podrán escapar? No. Una obra de sentido común”, afirmó.
Centro de Confinamiento del Terrorismo https://t.co/TSCkfl41EY
— Nayib Bukele (@nayibbukele) February 1, 2023
El video con el que el mandatario presenta la nueva prisión (ver el Tweet arriba) es una puesta en escena espectacular, como lo son las presentaciones de Bukele. Inicia con una escena grabada de noche, una toma general que muestra el avance de una caravana de camionetas hasta la prisión. Sirenas, vehículos militares, soldados rodeando el complejo completan la escena, que da paso a la entrada del presidente al complejo, donde es recibido por su ministro de Seguridad, el director de la cárcel y otros funcionarios. “Bienvenido al Centro de Confinamiento del Terrorismo, pieza clave para ganar la guerra contra las pandillas”, le dice uno de los hombres, que invita a Bukele a iniciar el recorrido por la enorme prisión. El centro, le explican al presidente, fue construido en un espacio “completamente aislado”, en 165 hectáreas adquiridas por el Gobierno. El complejo muestra enormes barracones donde estarán encerrados los presos y, según la explicación oficial, contará con fábricas donde se les obligará a trabajar, “porque estos tipos no han venido a descansar, que no crean que van a estar en un hotel, señor presidente. Que todo ese trabajo produzca algo para la sociedad y así resarcir un poco del año causado”, dice el guía.
La siguiente escena muestra a decenas de policías y antidisturbios en maniobras de entrenamiento, desplazándose por el complejo y entre las celdas, incluidas las áreas de aislamiento o “de castigo”, como la llama el funcionario que dirige el recorrido del mandatario. “Evidentemente deben existir, señor presidente”, dice el hombre. “Los gatilleros que se encargaban de matar a la gente salvadoreña van a estar en una celda como esta”, afirma. “Todo aquel que quisiera organizar dentro de este centro de confinamiento algún tipo de altercado, también le va a tocar este tipo de régimen, donde no va a ver la luz del sol”, concluye el funcionario.
Bukele se ha celebrado así mismo por la cárcel y por su estrategia contra las maras. Este miércoles ha mostrado las estadísticas de la Policía Nacional y ha afirmado que “Febrero cierra su primer día con 0 homicidios en El Salvador, el país más seguro de América”, en su recuento diario de los supuestos avances de su guerra, cada vez más personal, contra las pandillas. “El Salvador cierra el mes de enero de 2023 con una tasa anualizada por debajo de 2 homicidios por cada 100,000 habitantes. La tasa de homicidios más baja de todo el continente americano”, había afirmado.
Bukele lanzó hace 10 meses un régimen de excepción que ha logrado una histórica reducción en los homicidios. El Gobierno ha capturado a más de 60.000 pandilleros y cierra el cerco contra sus liderazgos.