Por Maximiliano Borches. Al cierre de esta nota, cumplidos 8 días del intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, hay dos detenidos y rige un estricto secreto de sumario, ordenado por la jueza a cargo de la investigación, María Eugenia Capuchetti. A medida que se conocen nuevos videos de los días previos al atentado, van surgiendo nuevas preguntas, como así también llamativas curiosidades en la investigación. En paralelo, desde Juntos por el Cambio y las redacciones de Clarín, La Nación, Perfil e Infobae, lanzaron una operación cuyo fin es intentar banalizar el atentado y reducirlo a la «simple» acción ejercida por “dos marginales”.
A una semana del atentado, que de haberse consumado pudo cambiar la historia de la Argentina, los principales sospechosos, Fernando André Sabag Montiel y su novia Brenda Uliarte, continúan detenidos y cada vez se complica más su situación judicial.
En este sentido, lo primero que surge son una serie de preguntas clave, cuyas respuestas urge conocer para que la causa no se estanque y avance sin reparos: ¿de qué vive la pareja?, ¿cómo sustentaban sus gastos de alquiler, logística y movilidad?, ¿vendía copos de azúcar o esa actividad era una pantalla?, ¿su grupo de amigos más cercano, que salió a despegarse de Montiel en la televisión, son parte del atentado?, ¿responden a algún jefe u organización?, ¿solo son haters o están ligados a grupos antikirchneristas y/o neonazis?; y sin dudas una pregunta clave: ¿existe alguna conexión internacional y/o local de peso en el intento de asesinar a la Vicepresidenta?, ¿tienen conexión con agentes de fuerzas de seguridad en actividad, y/o con “mano de obra desocupada” de servicios de inteligencia o fuerzas de seguridad?
Curiosidades de la causa
Entre las curiosidades más llamativas respecto a la investigación en curso, se destaca la falta de seguridad sobre el principal implicado: Fernando André Sabag Montiel al momento de prestar declaración ante la jueza, cuando fue trasladado a Comodoro Py sin casco, ni chaleco antibalas; medidas de seguridad que obviamente debería tener por su decisivo rol en el intento de asesinato de la dos veces presidenta de la Nación y actual vicepresidenta.
Además, durante el segundo allanamiento del domicilio que ambos compartían en el partido de San Martín, la prensa llegó antes que los efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, no había precintos de seguridad en la puerta del domicilio, y el dueño del lugar ingresaba a diario a alimentar a los dos gatos de la pareja, La inmediata pregunta que surge, es: ¿más gente tiene las llaves de ese domicilio?, ¿se habrán llevado pruebas o elementos sustanciales para la investigación.
Los allanamientos
El segundo allanamiento, ordenada por la jueza María Eugenia Capuchetti tras un pedido formulado por el fiscal Carlos Rívolo, se llevó a cabo para saber si en ese lugar podían quedar elementos que sean útiles para la investigación y que hubieran sido pasados por alto en el primer allanamiento.
El lugar en cuestión, se trata de un monoambiente ubicado en la calle Uriburu al 700, en Villa Zagala, partido de San Martín, alquilado por Sabag Montiel hace ocho meses, a donde llegó a convivir por Uliarte.
En el primer allanamiento realizado en esta vivienda se encontraron las 100 balas distribuidas en dos cajas y una computadora laptop, entre otras cosas de utilidad para la investigación.
Este segundo procedimiento –llevado a cabo el último miércoles- fue realizado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), fuerza a la que, según confirmaron a Télam fuentes de la investigación, la jueza le asignó una batería de medidas de prueba.
El otro allanamiento se realizó en la casa de un exnovio de Brenda Uliarte, Lucas Ocampo. Él mismo llamó al juzgado porque la noche del intento de asesinato, ella apareció en su domicilio pidiéndole ayuda después que Sabag Montiel quedara detenido, se quedó a dormir allí y dejó una bolsa blanca. Esa bolsa es la que se ve en las imágenes que la toman en el escenario del ataque, cerca de su pareja. Cuando Montiel fue reducido por militantes. tras intentar disparar en la cabeza de Cristina en dos ocasiones (sin que la bala saliera), ella se retira como quien se hace la distraída: en las imágenes de video se la ve vestida de negro, con zapatillas blancas y la bolsa blanca en la mano.
Intento de primera conclusión
Es claro que Fernando André Sabag Montiel y Brenda Uliarte, no son sicarios profesionales ni mucho menos, como también es claro que crece la hipótesis de que son parte de una organización mayor, o fueron manipulados por alguna organización para intentar matar a la principal referente política de la Argentina.
A una semana del intento de magnicidio poco se sabe debido al estricto secreto de sumario. Sería una gran señal para la democracia argentina, que la jueza, los fiscales y todos los organismos estatales involucrados en la investigación, estén haciendo su trabajo sin descanso y con el compromiso de develar la verdad. Solo el tiempo dará cuenta de esto.