Los ataques de un escuadrón de drones a dos instalaciones petroleras en Arabia Saudita, ocurridos el sábado, pusieron en alerta los mercados de la energía.
Durante la apertura de los parqués este lunes, el crudo del Brent aumentó casi 20% hasta alcanzar su cotización más alta en los últimos cuatro meses, aunque luego retrocedió ligeramente.
De acuerdo al gobierno saudí, los ataques en Abqaiq, la mayor planta de refinamiento de crudo del mundo, y en el campo petrolero de Khurais obligarían a reducir su producción en casi un 50%.
El ministro saudita de Energía, Abdulaziz bin Salman, señaló que los ataques habían reducido la producción de crudo en 5,7 millones de barriles diarios.
El grupo de los hutíes en Yemen se atribuyó la responsabilidad del ataque con drones, como respuesta a los ataques de la coalición que lidera Arabia Saudita contra este grupo desde que derrocó al presidente yemení en 2015.
Sin embargo, el Secretario de EE.UU., Mike Pompeo, señaló a Irán como responsable del ataque.
«Teherán está detrás de cerca de 100 ataques en contra de Arabia Saudita mientras Rouhani (presidente iraní) y Zarif (canciller iraní) pretenden resolverlo mediante la diplomacia», escribió Pompeo en su cuenta de Twitter.
Y agregó: «A pesar de los llamados a reducir las tensiones, Irán ahora lanza un ataque sin precedentes contra el suministro energético. No hay ninguna evidencia de que los ataques llegaran desde Yemen».
El gobierno estadounidense difundió imágenes satelitales y citó informes de inteligencia para respaldar sus acusaciones contra Irán, recogieron medios estadounidenses.
Pero, ¿qué es realmente lo que está pasando en la región y con la producción petrolera después de los ataques?
¿Cuáles fueron los objetivos del ataque y quienes lo perpetraron?
De acuerdo con el reporte de las autoridades sauditas, en sus instalaciones petroleras de Abqaiq y Khurais, en el oeste del país, se desataron fuertes incendios después de que fueran objeto de un ataque.
El campo de Khurais produce en torno a 1% de todo el petróleo que se consume en el mundo, mientras que la refinería de Abqaiq tiene capacidad para procesar hasta 7% del suministro global.
Ambas instalaciones son propiedad de la empresa estatal de petróleos de Arabia Saudita, Aramco, considerada una de las empresas más rentables del planeta.
En declaraciones difundidas por la Agencia Estatal de Prensa Saudita, el ministro de petróleo de ese país, Abdulaziz Bin Salman,dijo que la suspensión de la producción era temporal y que sus clientes sustituirán parte del suministro faltante con el uso de sus reservas de crudo.
Los rebeldes hutíes de Yemen, que llevan varios años en guerra contra una coalición internacional liderada por Arabia Saudita, se atribuyeron la autoría de los ataques.
Un vocero del grupo, Yahya Sarea, señaló que habían desplegado una flota de 10 aviones no tripulados -drones- para perpetrar el asalto aéreo.
Sarea le dijo a la cadena al Masira TV, propiedad de los hutíes y que opera en Beirut, que habría más ataques de este tipo en el futuro.
Por su parte, un vocero de Aramco señaló que el fuego ya se había controlado y se había iniciado el proceso de reparación de los daños, aunque se desconoce cuándo volverán a funcionar ambas plantas adecuadamente.
¿Podrían aumentar los precios del petróleo?
Arabia Saudita es el principal productor y exportador de petróleo en el mundo, con una producción diaria cercana a los 11 millones de barriles.
La planta de Abqaiq, propiedad de Aramco, es considerada la refinería más grande del planeta. Y fue una de las afectadas por los ataques.
«Dadas sus dimensiones, incluso una interrupción breve o parcial en sus operaciones puede afectar a la compañía y al suministro de petróleo mundial», señaló el sábado Katie Prescott, corresponsal de negocios de la BBC.
«Este país produce el 10% del crudo que se extrae en el mundo. Reducirlo a la mitad podría tener un efecto significativo en el precio del petróleo el lunes», agregó.
Ese vaticinio ya se cumplió con el aumento de 20% en la cotización del Brent durante la apertura de los mercados.
Hasta el viernes antes del ataque el costo de un barril Brent era de US$60 y este lunes se alzó hasta los US$71,95.
Esta cotización se redujo ligeramente después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que autorizaba el uso de la reserva estratégica de petróleo de su país en caso de necesidad, «en montos suficientes para mantener los mercados bien abastecidos».
«Mucho petróleo», tuiteó Trump al hacer el anuncio.
Los analistas atribuyen el aumento del precio del crudo, en parte, al carácter inesperado y sorpresivo del ataque, pero también al hecho de que se desconoce la escala real de los daños que ocasionó el bombardeo y cuándo podrán recobrar su nivel habitual de producción.
Arabia Saudita también tiene en sus reservas unos 180 millones de barriles de crudo almacenados, en muchos casos en lugares próximos a sus clientes de Asia y Europa, por lo que se cree que podrá cumplir con sus compromisos en el corto plazo.
La cuestión está en qué pasará si la reactivación de las instalaciones afectadas se prolonga más allá de unas cuantas semanas.
En todo caso, los especialistas también advierten que el precio de la gasolina que se vende para los vehículos no aumentará en la misma medida.
Sin embargo, algunos creen que no será por largo tiempo.
«El impacto directo será por un lapso corto de tiempo. El mercado se ha ajustado sin pestañear en los últimos dos años con la pérdida de la producción de países como Irán y Venezuela, así que esto posiblemente no lo afecte mucho más en el largo plazo», le dijo a la BBC el analista Nick Butler.
¿Cuál es la respuesta de EE.UU. y Arabia Saudita?
El gobierno saudita ha sido muy precavido en señalar a los supuestos responsables del ataque. Hasta ahora solo ha dado respuestas sobre la crisis que tiene en su producción petrolera, que es su principal rubro de exportación y representa el 45% de su PIB.
Pero quien sí ha salido a hablar ha sido EE.UU. a través de su secretario de Estado, Mike Pompeo, quien acusó a Irán de los ataques.
«Llamamos a todos los países a condenar de manera pública e inequívoca los ataques de Irán. Estados Unidos va a continuar trabajando con sus socios y aliados para asegurar el suministro al mercado energético y que Irán asuma la responsabilidad por esta agresión», escribió en su cuenta de Twitter.
El gobierno estadounidense publicó fotografías satelitales, que supuestamente muestran al menos 17 puntos de impacto en varias instalaciones saudíes por ataques que, según la versión de Washington, procedían del norte o noroeste, recogió el diario The New York Times.
Según el periódico, «eso sería compatible con un ataque proveniente del norte del Golfo Pérsico, Irán o Irak, en lugar de hacerlo desde Yemen, donde opera la milicia hutí respaldada por Irán que se atribuyó la responsabilidad de los ataques».
Un funcionario citado por el periódico neoyorquino también dijo que «podría haberse utilizado» una «combinación de drones y misiles de crucero», lo que «indicaría un grado de alcance, precisión y sofisticación que va más allá de la capacidad de los rebeldes hutíes solos».
Sin embargo, el sábado, una publicación del The Wall Street Journal indicó que los hutíes poseían drones, los UAV-X, que podían perpetrar el ataque en dicha instalaciones.
En cualquier caso, el domingo Trump publicó un tuit en el que anticipaba que su país estaba listo para actuar contra el responsable del ataque.
«El suministro de petróleo de Arabia Saudita fue atacado. Tenemos razones para creer que conocemos al culpable, estamos cargados y amartillados dependiendo de la verificación, pero estamos esperando saber del Reino sobre quién creen que fue el causante de este ataque, y bajo qué términos procederíamos», escribió el mandatario.
La postura de Washington escala aún más las tensiones con Irán, que se incrementaron los últimos meses.
Estados Unidos acusó al país del ataque contra dos buques petroleros en el golfo Pérsico en junio y julio, al igual que otros cuatro en mayo pasado.
¿Cuál fue la respuesta de Irán?
El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Javad Zarif, respondió a las acusaciones de EE.UU. calificándolas de «mentiras».
«Después de fallar sobre una máxima presión, ahora el secretario Pompeo se va por una máxima mentira», escribió Zarif en su cuenta de de Twitter.
Zarif se refirió de ese modo a la llamada campaña de «máxima presión» por parte del gobierno de EE.UU. en contra de Teherán.
El funcionario iraní señaló que EE.UU. y sus aliados están «atascados en Yemen con la ilusión de que la superioridad militar les dará la victoria».
Por su parte, el presidente iraní, Hassan Rouhani, dijo que prevenir una agresión de EE.UU. es la única forma de asegurar la seguridad regional.
Fuente: BBC Mundo