El presidente francés, Emmanuel Macron, consideró mejor ser «cuidadoso» con la palabra en este caso, en especial porque «los ucranianos y los rusos son pueblos hermanos». En tanto el canciller alemán, Olaf Scholz, dijo que «es una guerra terrible y se cometen crímenes de guerra».
El presidente francés, Emmanuel Macron, y el jefe de Gobierno alemán, el canciller federal Olaf Scholz, se negaron este miércoles a repetir la acusación de su homólogo estadounidense Joe Biden acerca de que Rusia comete un «genocidio» en Ucrania, y advirtieron que la escalada verbal no ayuda a terminar la guerra.
El presidente estadounidense, Joe Biden, acusó ayer a las fuerzas rusas de cometer un genocidio en Ucrania y afirmó que «está cada vez más claro que (el presidente ruso, Vladimir) Putin está simplemente tratando de borrar la idea misma de poder ser ucraniano».
Pero Macron sostuvo en diálogo con la televisión France 2 que los gobernantes deben tener cuidado con el lenguaje.
«Yo diría que Rusia desató unilateralmente la guerra más brutal, que se ha establecido que el ejército ruso ha cometido crímenes de guerra y que ahora es necesario encontrar a los responsables y que respondan ante la justicia», declaró el presidente francés, de acuerdo con un reporte de la agencia de noticias AFP.
«Lo que ocurre es una locura, es increíblemente brutal», agregó Macron, inmerso en la atención de la crisis en Ucrania dado que Francia posee la presidencia pro tempore de la Unión Europea pero también dedicado de lleno a la campaña electoral hacia un difícil balotaje previsto para el 24 de este mes, en el que intentará ser reelecto frente a la candidata de ultraderecha, Marine Le Pen.
«Pero al mismo tiempo miro los hechos y quiero intentar, en la medida de lo posible, continuar siendo capaz de detener esta guerra y reconstruir la paz. No estoy seguro de que las escaladas verbales sirvan a esta causa», expresó.
Macron consideró mejor ser «cuidadoso» con la palabra genocidio en este caso, en especial porque «los ucranianos y los rusos son pueblos hermanos».
La decisión de Macron de no usar el término «genocidio» fue calificada de «decepcionante» por el portavoz de la diplomacia ucraniana, Oleg Nikolenko.
Esta no fue la primera vez que Macron se distancia de los calificativos que utilizó Biden a lo largo del conflicto entre Rusia y Ucrania.
En marzo el mandatario estadounidense llamó «carnicero» a Putin, y el presidente francés respondió entonces que la prioridad era alcanzar un alto el fuego mediante la diplomacia. «Si queremos hacer eso, no podemos escalar el lenguaje ni las acciones», disparó.
En la entrevista con France 2, Macron indicó que tendría nuevas conversaciones con Putin y Zelenski en los próximos días.
El canciller alemán compartió el mismo punto de vista que el mandatario francés y habló de «crímenes de guerra».
«Es una guerra terrible en el este de Europa. Y creo que no hay que minimizar esto. Es una guerra terrible y se cometen crímenes de guerra», afirmó Scholz a la radio alemana RBB.
Biden utilizó ayer por primera vez la palabra «genocidio» para calificar la intervención rusa a Ucrania.
«Sí, lo llamé un genocidio», insistió Biden ante las preguntas de los periodistas que lo acompañaron en un viaje a Iowa.
El jefe de la Casa Blanca pidió dejar a “los abogados decidir si califica como tal o no”, pero aclaró que a su parecer, por “las pruebas que se acumulan” se trata de un genocidio.
Los comentarios de Biden fueron bien recibidos por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien ha acusado repetidamente a Moscú de genocidio desde el inicio de la invasión, el 24 de febrero.
Este miércoles también se sumó el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien tildó de «correcto» describir los ataques de Rusia en Ucrania como «genocidio».
«Es absolutamente correcto que cada vez más gente hable y utilice la palabra genocidio en términos de lo que Rusia está haciendo; lo que Vladimir Putin ha hecho», declaró el premier.
“Hemos visto este deseo de atacar a los civiles, de usar la violencia sexual como arma de guerra”, dijo Trudeau y agregó: «Esto es completamente inaceptable».
La semana pasada, tras el descubrimiento de cientos de civiles asesinados y fosas comunes en Bucha, por lo que Ucrania acusa a Rusia, el primer ministro británico, Boris Johnson, precisó que la supuesta masacre en Bucha «no parece estar lejos del genocidio».