En el segundo trimestre de este año crecieron 639,7% los casos en varones y 351% en las mujeres, según el “Informe sobre la situación de género en el sistema de riesgos del trabajo”, que elabora la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT).
La principal causa de este incremento es la decisión de considerar al COVID-19 como enfermedad profesional no listada (Decreto N°367/2020), que afectó notoriamente a los trabajadores de actividades esenciales.
Del total de las enfermedades profesionales notificadas entre los varones, el 88% corresponde al diagnóstico de COVID-19, mientras que en las mujeres este porcentaje asciende al 96%. En tanto el 31% de los casos mortales notificados fue como consecuencia de haber contraído esta enfermedad.
En el caso de los varones, las enfermedades profesionales pasaron de 1.276 en el segundo trimestre de 2019 a 9.438 en igual periodo de este año, mientras que en las mujeres esa tendencia fue de 1.512 a 6.819.
Como una consecuencia lógica de la reducción sensible de las actividades laborales producto de las medidas de aislamiento social preventivo y obligatorio, los accidentes laborales con días de baja se redujeron 47% en el caso de los varones y 66% en las mujeres.
El descenso de la actividad económica impactó también en el número de los trabajadores cubiertos por el sistema de riesgos del trabajo. La cantidad de trabajadores cubiertos varones disminuyó 4,4% en junio -respecto a igual periodo del año anterior-, mientras que en las mujeres trabajadoras esta merma representa un 2,1% menos. En el caso de las trabajadoras de casas particulares la caída alcanzó el 7,5%.
La disminución del número de trabajadoras y trabajadores cubiertos se acentuó fuertemente entre los más jóvenes: en ambos grupos los más afectados son los trabajadores de 16 a 19 años, seguido de los de 20 a 24 y -con mermas menores- los trabajadores de 25 a 29.
En lo relativo a la composición genérica del sistema, la población cubierta -trabajadoras y trabajadores asalariados registrados- consta de un 42,6% de mujeres y un 57,4% de varones. El 99,8% de los trabajadores varones se concentra en unidades productivas, mientras que en las mujeres la distribución es diferente: un 87% trabaja en unidades productivas y un 13% en casas particulares.
Litigiosidad en baja
En el caso de las trabajadoras mujeres, el informe registra un descenso del 76% en el total de expedientes judiciales y una merma de 72% en los juicios por enfermedades profesionales reclamadas comparando los segundos trimestres de 2019 y 2020. En relación a los expedientes judiciales iniciados por reclamos de incapacidad, descendieron 75%.
En el caso de los varones, la cantidad de expedientes judiciales en la comparativa del periodo descendió 80%.